Interamericana de Cómputos es una firma vinculada a la Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC). Nació en la época de los grandes servidores de los años 70, pero es una compañía que acompasa los cambios, por lo que brindar servicios de TIC actualizados es su foco. Hoy invita a los estudiantes a sumarse a los cambios, ya que en el mercado nacional escasea personal capacitado, pero las oportunidades sobran.
Interamericana de Cómputos (INCO) es una empresa que está presente en el mercado uruguayo desde el año 1978, promoviendo y potenciando la implementación del valor agregado en Tecnologías de la Información (TI).
La firma se apoya en el valor profesional humano y la integración de las principales tecnologías de la industria, diseñando soluciones tecnológicas completas, innovadoras y estratégicas. Además, participa continuamente en proyectos que desafían y promueven la excelencia técnica.
Por su extensa trayectoria, al inicio, surgió como una empresa destinada a dar servicios de computación en la época de grandes servidores centrales con computadoras gigantes y difíciles de acceder, por lo que INCO ponía a disposición el alquiler de tiempo de cómputo. Lo que actualmente se denomina la nube e infraestructura como servicio (IAAS), en ese momento se les llamaba service bureau. Básicamente era lo mismo, había que comprar tiempo de cómputo, espacio de almacenamiento en disco, uso de memoria y se cobraba por el uso.
“Los cambios tecnológicos que esta empresa ha vivido son increíbles, porque estamos hablando desde la tarjeta perforada hasta la nube, la computación cuántica, todo lo que se viene en este momento”, introdujo en entrevista con La Mañana, Enrique Mordetzki, director y socio de INCO, y secretario general de la Cámara Uruguaya de Tecnología de la Información (CUTI).
Es que la empresa ha sido testigo y participante del devenir tecnológico de las últimas décadas, y una característica de la TI es que los paradigmas se modifican rápidamente y es necesario estar listo para asimilar los cambios y no quedarse atrás.
“Para estar actualizado hay que repensarse y reconvertirse”, aseguró Mordetzki. Indicó que, a los uruguayos, a veces, les cuesta tener disponibilidad para cambiar y verlo como algo positivo y no perturbador. “No siempre todos los cambios son positivos, por supuesto, pero debemos tener cierta apertura y saber que ellos son parte de la vida y en tecnología son de una inmediatez impresionante”, dijo.
El entrevistado está vinculado a INCO desde 1997, es ingeniero electrónico titulado en Estados Unidos. Luego de recibirse siempre quiso regresar a Uruguay, y entiende que debió migrar ya que la oferta de carreras en nuestro país era limitada para sus intereses. Estando en Norteamérica recibió una oferta de trabajo de IBM para trabajar desde Uruguay.
Estuvo vinculado al gigante de la tecnología durante 16 años e INCO era socio del negocio de IBM desde 1982. “Cuando entré en IBM aprendí mucho del vínculo entre estas empresas, y después me incorporé a INCO como gerente en un área nueva de negocios y terminé siendo socio junto con Fernando Burstin”, relató.
En estos momentos, el entrevistado, como director, se encuentra en busca de una renovación generacional, que consideran es importante en todas las empresas. “Hay etapas para todo y aún me sigue encantando mi trabajo, lo que hacemos, la empresa, las perspectivas a futuro. Somos una comunidad y sentir que perteneces a tu lugar de trabajo es muy bueno y reconfortante”, aseguró.
El país de la resistencia a los cambios y la falta de recursos humanos
Actualmente la TI es fundamental para la economía del país, primero por lo que representa en el PBI; segundo, porque genera empleo de altísima calidad; y tercero, porque tiene una vocación exportadora por el tamaño del mercado uruguayo.
Un ejemplo de ellos es que, comercialmente, el vínculo entre Uruguay y Estados Unidos está regido por servicios de TI más que por cualquier otro rubro individual. “La tecnología de la Información es conocimiento, materia gris; no estamos limitados por nuestro tamaño, estamos solo limitados por nuestra cantidad de gente”, explicó Mordetzki.
En esa línea, el entrevistado reconoce que allí está el mayor problema, en la escasez de los recursos humanos calificados en el sector, ya que se tiene la necesidad de muchas más personas. “Se calcula que necesitamos 2.500 ingenieros, lo que representa un 30% de los que ya empleamos. Es un cuello de botella para crecer porque cuando las empresas empiezan a conseguir contratos y encargos de los clientes, salen a buscar recursos y la única forma de obtenerlos es sacándolos a un colega”, detalló el ejecutivo.
La producción de nuevos profesionales en Uruguay es acotada, según comentó el profesional. Aseveró que es de algunos pocos cientos frente a los miles que se requieren. “Entonces ese mercado está al rojo vivo, los salarios son cada vez más altos, y estamos entrando en círculo vicioso”, agregó. “No tenemos suficientes chicos y, especialmente chicas, que egresen de carreras técnicas vinculadas”.
Explicó que se necesita personal para el plazo inmediato porque se está volviendo un problema serio el hecho de no tenerlos. “Pero los problemas son oportunidades, por lo que invitamos a estudiantes a ingresar en la industria, porque quien lo haga tendrá un futuro asegurado y podrá vivir en su país o departamento, ya que ahora no es tan importante dónde uno está físicamente para trabajar”.
Comentó que se está trayendo personal desde otros países o las empresas abren oficinas fuera de Uruguay para recurrir al talento de esos lugares. “La industria está ávida por tomar a todo el mundo. Hay una oportunidad de crecimiento. El mundo está viviendo transformaciones como nunca antes que van a cambiar nuestra manera de vivir y trabajar”, subrayó.
La llegada de mayores avances tecnológicos y nuevas exigencias
Sabido es que existen tendencias tecnológicas de relevancia que se están dando en este momento, como el crecimiento de la cloud, la inteligencia artificial, el 5G, la computación cuántica, entre otras cosas.
La conectividad 5G ya dio sus primeros pasos en Uruguay y tiene un impacto en la comunicación de máquina a máquina. “Nosotros siempre vimos la tecnología celular como una herramienta para que los humanos nos conectemos entre sí, pero el 5G va a permitir que las cosas se hablen entre sí”, explicó el director de INCO.
Desde su lugar, se abre un panorama totalmente nuevo: los autos autónomos con 5G se van a poder hablar entre sí, por lo que puede aumentar la seguridad y la eficiencia de ese medio de transporte. “Vemos que cada vez hay más inteligencia en todos lados, por ejemplo, en los medidores de UTE. Además, el 5G dará anchos de banda sin precedentes, y rivalizará con la fibra óptica”.
Mordetzki sostuvo que el consumidor exige más. Si alguien solo produce carne sin trazabilidad, sin información, ni la rigurosidad que pide el mercado, va quedando para atrás, pierde mercado, a los consumidores más exigentes y ofrece un producto sin valor agregado. “Nosotros queremos que lo que exporte Uruguay tenga un valor agregado, ya sea por intervención del capital humano y por sistemas”.
La misión sigue intacta
Si bien los cambios tecnológicos de los últimos tiempos han sido – y son– veloces, así como debe ser la adaptación a los mismos, INCO no ha perdido su eje central como compañía: generar confianza en los clientes. “La tecnología podrá variar, las marcas también, pero más allá de eso el compromiso es con la satisfacción del cliente. La misión nuestra es ayudar a que logren los resultados de negocio mediante soluciones tecnológicas”, puntualizó Mordetzki.
Explicó que las soluciones que se brindan no son un fin en sí mismas para el cliente, sino un medio para obtener resultados. Por eso, entiende, se deben preocupar de que los clientes encuentren valor en las soluciones para permitirle lograr sus objetivos, “que nos vea más como socio que como proveedor. Queremos ser un factor que acelere los logros de negocios; nuestros logros vendrán solos si logramos lo anterior”.
“Si el cliente está satisfecho con nosotros –porque somos competitivos y nuestros precios son correctos–, el resto se da solo”, resumió. Aseguró que lo primero es lograr la confianza, y eso ha sido el norte de la empresa y principal activo. “La confianza es algo que se construye de a poquito pero que se puede destruir en una sola instancia”.
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