En una jornada emocionante, Argo impulsa a los jóvenes a embarcarse en un viaje transformador de sus propias vidas a través del estudio y la formación integral.
Este martes 17 se realizó el lanzamiento de Argo, un programa de apoyo educativo a jóvenes de contexto vulnerable impulsado por Katoen Natie. Se trata de una iniciativa que busca ofrecer oportunidades a jóvenes de contextos socioeconómicos vulnerables para que puedan cursar estudios terciarios en Montevideo. El evento contó con la presencia del ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, y el director nacional de Educación, Gonzalo Baroni, entre otras autoridades.
Argo es un programa diseñado para brindar oportunidades y recursos a jóvenes talentosos, impulsándolos a superar los desafíos y alcanzar sus metas académicas y profesionales. El objetivo es empoderar a los jóvenes de contexto vulnerable en Uruguay y Colombia para completar con éxito la educación superior, creando oportunidades de carrera y vida que fomentan el crecimiento tanto personal como comunitario.
Katherine Valkeniers, presidenta del programa Argo, dijo que “las personas y las comunidades no están predestinadas”. En todo caso, “el destino es hacia dónde queremos ir, las metas que queremos cumplir y las personas que aspiramos ser”. Una de las claves para llegar a nuestro destino es la educación que “nos abre al mundo y nos da herramientas para entenderlo, enfrentarlo; también para proyectarnos en el futuro y decir ahí es a donde quiero llegar”.
En un mundo complejo e incierto, “si hay algo que va a llevarte a donde quieres llegar, es la educación, el enfoque y la perseverancia. Eso es tan válido para las personas como para las comunidades”, afirmó.
Aquellos que “pudimos estudiar y llegar a donde queríamos llegar, nos toca dar una mano a otros”, esa es “la filosofía con que nació Argo”, que no ofrece una “beca tradicional”, sino “un entorno estimulante y positivo”.
Carlos Lucio, director del programa Argo, destacó ese carácter “integral”, cuya “prioridad” es que “los estudiantes que por diversas situaciones han sido desfavorecidos y están en condiciones socioeconómicas vulnerables van a tener acceso a un estudio superior. Nosotros vamos a contribuir con eso”, aseguró.
“Tenemos el rumbo y vamos hacia allí”, para lo cual “vamos a brindar las condiciones necesarias: un alojamiento, las computadoras, un celular, todo para que ellos puedan seguir navegando hacia su rumbo”, expresó, subrayando que hay “mucha motivación”. También se proporcionarán “mentores, personas que acompañan voluntariamente, que brindan presencia, la resolución de algún problema o simplemente son el oído para escucharlos y ver qué es lo que los jóvenes necesitan”.
El director nacional de Educación, Gonzalo Baroni, planteó que las becas no solo tienen que ser de tipo económico, sino que deben dar “apoyo, mentorías y acompañamiento psicosocial”, porque cuando vienen estudiantes del interior llegan “acompañados de la soledad, de angustias y desconocimiento” por estar en una ciudad distinta.
El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, dijo que en Uruguay “la proporción de muchachos que termina la educación media es demasiado baja, también el número de los que inician estudios universitarios, y es particularmente baja la proporción de quienes terminan la universidad. Todo eso atravesado por un problema de equidad”, ya que los que provienen de hogares menos favorecidos son los que menos llegan a esos objetivos.
“Es un problema que ha atravesado a gobiernos de todos los colores, no hemos podido resolverlo”, y “si los métodos que hemos utilizado durante décadas no han conseguido resolver el problema, es que hay que buscar nuevos”. En ese sentido, “una fundación asociada a una empresa se suma a otras iniciativas similares que existen en el país y que todavía son insuficientes para solucionar un problema que ya es demasiado viejo”, apuntó.
“Esas cosas que no tienen valor”
Fernando Correa, gerente de Relaciones Institucionales de Terminal Cuenca del Plata, dijo a La Mañana que es “un orgullo ser parte de un proyecto como Argo”. “Todos tenemos nuestro proceso de aprendizaje y por eso sabemos lo que significa el estudio y el esfuerzo que es compartir ese estudio con trabajo. Tener la posibilidad de ayudar a ese esfuerzo que hacen los adolescentes para que puedan conseguir su objetivo profesional a pesar de las circunstancias de vida, son de esas cosas que no tienen valor”.
Expresó que Argo “no va a solucionar los problemas del país, pero es ese granito de arena que da solución a una persona o a una familia”, además de que va en el sentido de que “cada adolescente pueda culminar sus estudios y tener un desarrollo terciario”. Destacó la “integralidad” del programa. “Podría ser mucho más fácil destinar un monto de dinero, pero no alcanza con eso, entre otras cosas hay que darles alojamiento, que hagan pasantías, tareas extracurriculares como deportes, músicas, idiomas y tener una persona a quien consultar sobre cualquier tema también son aspectos importantes”.
Sahira Charlin y Victoria Agulleiro
Argo comenzó el año pasado con dos estudiantes en Facultad de Derecho (Paola y Jenifer) que fueron el motor y el resultado de una experiencia positiva que confirma el lanzamiento del programa, que este año ya tiene dos estudiantes: Sahira Charlin y Victoria Agulleiro, y habrá un tercero. Los interesados en conocer el programa pueden ingresar a la web argo.uy
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