Con más de medio siglo de historia, Interagrovial crea liderazgo en el sector agrícola, forestal y de construcción, comprometidos con el desarrollo de una marca con un peso importante a nivel mundial como lo es John Deere y representándola a lo largo y ancho de Uruguay.
En las extensas y florecientes praderas sembradas, en la profundidad frondosa del bosque o incluso a lo largo de la carretera. Allí se encuentra John Deere. También lo hace en el hogar de la familia, en aquel tractor de juguete con el que se entretiene el pequeño, y que va dejando surco, quizá, con una marca que lo acompañará en las próximas décadas de su vida.
Interagrovial es una empresa familiar uruguaya fundada por Julio Blanco Durán, hijo de un inmigrante español avenido a estas costas como producto del contexto que vivía su país natal durante la Primera Guerra Mundial. Se estableció en la zona de Canelones e inició un comercio cercano a la ciudad de Soca donde más adelante se especializó en maquinaria agrícola. Ya por los años ’70 la compañía adquirió la marca internacional Harvester y a principios de 1980 Interagrovial pasó a representar a John Deere en Uruguay. Más adelante sobrevino el crecimiento de la empresa. A principios del año 2011 comenzó a trabajar con el negocio forestal y luego se sumó la construcción vial. Actualmente, cuenta con una red de distribución de sucursales, todas propias, y con una densidad de puntos de venta importante, a la cual se le debe agregar los planes de próximas aperturas de casas. A la vez, poseen 250 empleados.
Julio Blanco, director ejecutivo de Interagrovial, es hijo del fundador de la empresa y desde hace 25 años trabaja en la compañía. Es, de esta forma, la segunda generación. Dijo, en entrevista con La Mañana que John Deere es una empresa que tiene un legado muy importante en todo lo relacionado a la tierra. “Es líder mundial en maquinaria agrícola y forestal y se encuentra tercero en maquinaria de construcción de carretera”, informó.
Interagrovial cuenta con una red de distribución de sucursales, todas propias, y con una densidad de puntos de venta importante, a la cual se le debe agregar los planes de próximas aperturas de casas. A la vez, poseen 250 empleados.
Es así que la empresa tiene historia en la conexión con aquellos que trabajan la tierra y posee los valores de la integridad, el compromiso, la calidad y la innovación. “Nosotros tenemos una comunidad de valores muy grande y hemos podido asimilar los vaivenes que ha tenido el sector y la economía uruguaya con humildad y dándole continuidad al negocio”, explicó.
Agregó que cuentan con un legado muy fuerte como empresa y que han tenido tradición de crecimiento. De igual forma, la empresa mira para adelante con el propósito muy claro respecto al deber hacer con miras hacia el futuro para ser actores claves en el desempeño y la sustentabilidad económica y ambiental. “Tenemos entre manos el desarrollo de una marca que trae consigo una tecnología muy importante. Es nuestro propósito como empresa y tenemos que continuar con el legado, elevando los estándares de la marca que llevamos”, describió.
La implementación de toda esta tecnología que ofrecen incluye también el soporte y la postventa. En otra línea, Blanco señaló que se sienten llamados a ser actores fundamentales y poder hacer evolucionar el sector.
Pero, además de este objetivo, la empresa trabaja mano a mano con el hombre de campo en todas sus magnitudes, respondiendo a sus inquietudes, asesorándolos y preocupándose por ofrecer la solución correcta. “Estamos muy conectados en el vínculo que tenemos con nuestros clientes, tanto desde el punto de vista del relacionamiento con los empresarios, los operarios, y las personas en general. Demostramos esto cuando realizamos entrenamientos y demostraciones”, comentó.
Gracias al parque tecnológico con el que cuentan redoblan su propuesta de valor. El modelo de negocio que cuentan implica conectar la información que se recoge en el campo, en cada lote o potrero del productor, y unirlo con la tecnología que poseen para poder generar la información necesaria de forma tal que pueda ser volcada a la agricultura.
Un año más, John Deere estará presente en su clásico stand de la Expo Prado, esta vez, participando de la edición número 114 del tradicional evento que trae el campo a la ciudad. Respecto a este hecho, Blanco sostuvo que su presencia implica un apoyo a la Asociación Rural del Uruguay (ARU), una institución que, dijo, “se ha puesto al frente el sector”.
Por otro lado, indicó la importancia de estos eventos para desarrollar el trabajo de marca. “Tenemos relación con muchos productores que están. Gracias a nuestra tienda, por otro lado, contamos con un vínculo de marca hacia los asistentes. Tenemos desde juguetes hasta ropa que llevan la marca y que a la gente le gusta”, expuso.
Es que, cerca de cumplir sus 190 años de historia, John Deere hace negocios ya, con los bisnietos de los primeros clientes. La tradición de empresa seria y responsable se ha mantenido a lo largo de su trayectoria y esto no escapa a las metas que tiene Interagrovial para el futuro. “Nosotros somos parte también de esos valores. Es muy importante para nosotros y nos enorgullece ver a nuestros clientes con sus familias, observando cómo se incorporan las nuevas generaciones y como conocen nuestra marca”, confesó.
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