La ley de Chips y Ciencia aprobada por Estados Unidos dará grandes incentivos a empresas internacionales y afectará a quienes operen en China. Empresas tecnológicas de Corea del Sur como Samsung y SK Hynix enfrentarán un reto a la hora de elegir entre los beneficios económicos propuestos por la nueva ley de Estados Unidos o mantener las fábricas ya operativas en China.
En el año 1997, la revista tecnológica Wired publicó un artículo titulado “El largo auge: una historia del futuro, 1980–2020” en el que describían los posibles escenarios para nuestro planeta para la segunda década del siglo XXI, que van desde una economía interconectada de manera digital, una Unión Europea con dificultades para seguir con el proceso de integración, el aumento de los precios de la energía, y las tensiones entre Estados Unidos y China que “aumentan hasta convertirse en una nueva Guerra Fría, al borde de una guerra caliente”.
La revista llama el ascenso asiático también encabezado por China, un “resurgimiento del poderío económico” de esta civilización con más de 5000 años de antigüedad y agrega que para el año 2020 podrá “desempeñar un papel más importante en la configuración del mundo”. Bajo esa predicción, las dos potencias económicas más grandes del planeta están hoy en una competencia no solo económica y militar, sino que también tecnológica en áreas como la computación cuántica, 5G o la fabricación de microchips.
Este desarrollo de China en el campo de las ciencias ha alertado a Estados Unidos de tal manera que según la revista Fortune destacó que el 27,2% del 1% de los artículos más citados en 2019 provino de instituciones chinas. La frecuencia con la que otros científicos e investigadores citan un artículo se considera una medida de su calidad. Por su parte Estados Unidos ocupó el segundo lugar, publicando el 24,9% del 1% superior de los artículos más citados. Además también el gigante asiático supera a Estados Unidos en cantidad de artículos publicados, siendo 305.927 contra 281.487 en el año 2020.
A nivel de producción de chips, Estados Unidos representaba el 40% de la capacidad de fabricación a nivel mundial en el año 1990 mientras que ahora es solo el 12% según la empresa consultora PricewaterhouseCoopers. Esta situación podría profundizarse ya que, según The Wall Street Journal, China podría construir 31 fábricas de chips para el año 2024, superando las 19 nuevas de Taiwán y las 12 de Estados Unidos.
Para revertir esta tendencia, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Chips y Ciencias que permite un presupuesto de US$ 52,7 mil millones para investigación, desarrollo, fabricación y el desarrollo de la fuerza laboral de semiconductores en este país. Según la Casa Blanca US$ 39 mil millones serán para incentivos de fabricación, incluidos US$ 2 mil millones para los chips heredados utilizados en automóviles y sistemas de defensa, US$ 13,2 mil millones en investigación y desarrollo, US$ 500 millones para actividades de cadena de suministro de semiconductores y seguridad de tecnología de comunicaciones de información internacional.
El presidente de Estados Unidos, Joe Bien, afirmó el pasado 9 de agosto ante la prensa que esta ley “impulsará la investigación, el desarrollo y la producción de semiconductores estadounidenses, asegurando el liderazgo de Estados Unidos en la tecnología que forma la base de todo, desde automóviles hasta electrodomésticos y sistemas de defensa”. Luego reconoció el potencial tecnológico de su país y recordó que “Estados Unidos inventó el semiconductor, pero hoy produce alrededor del 10% del suministro mundial, y ninguno de los chips más avanzados. En cambio, dependemos del este de Asia para el 75% de la producción mundial”.
Reto para Corea del Sur
Otra forma que esta ley busca fomentar el desarrollo tecnológico en su país es generando incentivos fiscales y fondos para que empresas extranjeras elijan a Estados Unidos para la construcción de nuevas fábricas y desarrollen nuevas tecnologías.
Pero para recibir estos fondos las empresas que elijan a Estados Unidos para desarrollar nuevas operaciones tienen prohibido expandir su producción de semiconductores en China o en “cualquier país que represente una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”, según un informe de PricewaterhouseCoopers. Estas restricciones geográficas de fabricación en el extranjero se aplicarán a los beneficiarios desde la fecha de financiación por un período de 10 años y podrían variar de acuerdo a lo estipulado en la ley, que permite que el Secretario de Comercio, en coordinación con el Secretario de Defensa y el director de Inteligencia Nacional, deberá reconsiderar regularmente, con entrada de la industria, qué tecnologías están sujetas a esta prohibición.
Desde Corea del Sur se ve con incertidumbre esta ley como también la propuesta estadounidense de la alianza “Chip 4” (The Chip 4 Alliance) incluiría a estos dos países junto a Taiwán y Japón en un grupo consultivo para coordinar estrategias de producción tecnológicas de chips. Los motivos surcoreanos de mesura y balance entre China y Estados Unidos es debido a la importancia comercial que tiene el mercado chino para ellos y también la histórica alianza militar que mantiene con Estados Unidos desde la época de la Guerra de Corea.
Según el Instituto Económico de Corea, las empresas tecnológicas de su país se enfrentarán a un reto a la hora de elegir entre los beneficios económicos propuestos por la nueva ley de Estados Unidos o mantener las fábricas ya operativas en China, como también el acceso al mercado de ese país.
Empresas surcoreanas como Samsung y SK Hynix son algunos de los fabricantes de semiconductores más importantes del mundo. Estados Unidos, en su intento de acercamiento con Samsung, mantuvo una reunión con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, en su planta de semiconductores en ese país en mayo de este año. Este año comenzarán la construcción de una nueva planta en Taylor Texas y está valuada en US$ 17 mil millones y estará operativa para el año 2024 según la página web de la empresa.
Pero a su vez también tiene plantas de producción de chips para smartphones en Xi’An, China, en donde produce el 40% de los mismos. Desde el gobierno también se muestra cautela y se espera a conocer más de la iniciativa antes de tomar una decisión. Según el diario The Korea Herald, el ministro de Ciencias Lee Jong-ho afirmó que esta alianza de los cuatro países (“Chip 4”) “puede tener un impacto en otras industrias”, a lo que agregó: “Así que tenemos que ser cautelosos”.
Reacción China a la alianza “Chip 4”
El diario chino China Daily publicó el pasado lunes un artículo titulado “La alianza ‘Chip’ romperá las cadenas de suministro” en la cual analiza las relaciones comerciales entre China y Corea del Sur como también la de empresas tecnológicas con China y menciona a Micron Technology, Intel, Samsung, SK Hynix, TSMC y United Microelectronics Corporation. Sobre Intel destaca que las fábricas que tiene en su país contribuyeron con “20% de los ingresos netos de Intel y más de la mitad de los ingresos globales de Qualcomm en 2021”. Respecto a Corea del Sur, destaca que las exportaciones de chips de Corea del Sur a China aumentaron 12,4 veces, pasando del 3,2% en 2000 al 39,7% en 2021.
Sobre los posibles efectos de la lucha tecnológica entre Estados Unidos y China, la nota destaca que cualquier sanción a China también impactará a “los gigantes internacionales de tecnología de la información y las comunicaciones que operan en China” y menciona a Apple, que tiene más de “30 empresas que son parte de su cadena de suministro solo en Shanghai”, incluyendo a Foxconn.
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