En abril de este año, según un sondeo de opinión publicado por Click Report de Ecuador, para el 65% de los ecuatorianos la situación del país era mala. Desde octubre, la nación sudamericana padece una crisis energética que tiene paralizada a la industria y el comercio. Para conocer más de cerca la situación, La Mañana dialogó con el economista Jorge Calderón Salazar, quien es analista económico en varios medios de comunicación de Ecuador, entre los que se encuentran la revista Comercio, de la Cámara de Comercio de Guayaquil, y el diario El Correo (Machala).
Desde su visión como economista, ¿cuál es el momento actual de la economía, no solamente la regional, sino también la local? Usted había planteado que un crecimiento lento de la economía iba a tener consecuencias como, por ejemplo, el aumento del IVA.
A fines del 2023 ya se vislumbraba que este año iba a ser difícil. ¿Y qué indicadores señalaban eso? Primero, que el gobierno no alcanzó la recaudación tributaria esperada. Estuvo 800 millones de dólares por debajo de lo que esperaba en el 2023. Un segundo aspecto es que en el último trimestre del año se presentó una baja de los precios. Sería bueno si esa baja de los precios fuera por asuntos de competitividad, pero lo que sucedió fue que la baja en las ventas continuó reduciendo los precios de forma artificial y eso se reflejó en una deflación. Y tercero, las revisiones hacia la baja de las predicciones del crecimiento económico, que se esperaba que fueran de 2,8% y se terminaron situando en el 1,6%.
Esos indicadores al final del 2023 ya nos mostraron que la economía para el 2024 se iba a desacelerar. Ahora, ¿qué pasa en el 2024? ¿Cuál es el conjunto de sucesos que generaron la presente situación económica del país? Primero, en el primer trimestre los temas de seguridad se volvieron más difíciles, hubo la toma de un canal de televisión, se desarrollaron algunas restricciones de movilidad, hubo la primera serie de apagones en el país entre febrero y abril de este año, y el asunto de seguridad llevó a que el gobierno planteara una subida del IVA del 12% al 13% de forma fija, y de 13 al 15% de forma temporal. Entonces, con el pretexto de atender la seguridad, el gobierno esperaba generar una recaudación de unos 1200 millones de dólares aproximadamente si la economía iba bien. Pero si cruzamos las cifras del presupuesto público, el presupuesto de seguridad ha subido apenas 220 millones de dólares y no en la proporción en que supuestamente la recaudación adicional del IVA iba a generar. ¿Qué más ha afectado? Los pozos petroleros del ITT, según lo aprobado el año pasado, tenían que cerrar el 31 de agosto y dejar de ser explotados porque se encuentran en una zona de reserva natural. Pero el gobierno, dada la caída de recursos fiscales, ha desacelerado este cierre de manera paulatina y no lo ha hecho de inmediato como la consulta preveía, y eso de alguna forma ha amortiguado el evento. Ahora estamos en la segunda tanda de apagones, desde el 23 de setiembre si no mal recuerdo, ya llevamos dos meses inmersos en apagones que iniciaron con seis horas, ocho horas, y ahora estamos de doce hasta trece horas diarias paralizando negocios, actividad económica y generando bajas ventas en los negocios, que se reflejarán también en la reconstrucción tributaria. Del crecimiento esperado para este año, de 0,8%, ya se prevé que con todo esto de las crisis energéticas podríamos ver una caída del producto interno bruto de entre 1% y 2%. Vamos a decrecer este año.
El presidente Daniel Noboa asumió una Presidencia de medio término cuando el presidente Lasso declaró la muerte cruzada disolviendo las cámaras. Se llamó a elecciones anticipadas y Noboa terminó siendo electo presidente. ¿Esto influye en los planes de gobierno? ¿Realmente Noboa pudo desarrollar un proyecto de gobierno en tan corto plazo?
Imposible. Esto es un gobierno de transición, de cierta forma esperamos que sea así. Mayor cosa no va a poder hacer. Y más aún, cuando desde el principio de gobierno, desde este corto gobierno, él ya anunciaba que se iba a ir a la reelección. Entonces, ¿qué te deja ver eso? Un presidente candidato no va a tomar las decisiones que realmente se necesitan tomar para rectificar la economía por el costo político que muchas de esas decisiones le van a acarrear. De cierta manera ya se ha dibujado un panorama de generar cierta tranquilidad por ser un presidente promercado, que proviene del sector empresarial por su padre y por él mismo, que difícilmente podría hacer grandes cosas en este sentido. Pero, de alguna manera, la población tuvo cierta aceptación de la primera tanda de apagones porque el gobierno recién asumía. Pero sí hay hoy una molestia ciudadana porque para estos apagones actuales no se tomaron las precauciones del caso.
Venimos de momentos graves, de la muerte de un precandidato, de la toma de un canal de televisión con un mensaje claro de grupos criminales que estaban en contra de la política del gobierno. ¿Hubo manera de poder encaminar todo esto? ¿Hoy Ecuador tiene el tema bajo control o no?
No, realmente todavía no está bajo control el tema de la inseguridad. Hay ciertos aspectos que perjudican y es la falta de coordinación que existe con entes como el aparato de la Justicia, que en muchas ocasiones deja libertad a aquellos que han sido detenidos en delitos flagrantes por la Policía Nacional. Hay un problema en el tema normativo en ese sentido. El presidente hizo una consulta popular al inicio de este año para que justamente se vea el tema de las leyes en materia de seguridad como el endurecimiento de penas, etcétera. Pero falta todavía más coordinación, faltan recursos para la Policía Nacional. Ahí saltan ciertas preguntas. Si se incrementó el IVA para atender esa situación de inseguridad, ¿por qué no se ven los resultados? Esta semana hubo una matanza en una de las cárceles con 15 muertos y 14 heridos, que hace algunos meses no registrábamos. Con el asunto de la crisis energética hay zonas que se han vuelto más peligrosas aún, porque algunos cortes son en la noche, permitiendo que la actividad delictiva no baje. Hay carreteras en Ecuador que están literalmente tomadas en áreas rurales por delincuencia organizada, haciendo secuestros, extorsiones. No es algo que baje, aunque el gobierno indica que las cifras están bajando.
¿Es un país muy politizado? ¿La política está metida en todos estos temas?
Por supuesto. En ese tema ha habido una pugna incesante entre el Ejecutivo y el Legislativo en los últimos años, desde el presidente Lasso y ahora con el presidente Noboa, de tal manera que poco o nada se logra hacer porque no hay consensos. Y sin duda, la luna de miel con la que Noboa empezó con los principales partidos políticos en el país, con los partidos socialistas cristianos, con la Revolución Ciudadana, de alguna forma permitió la redacción de ciertas reformas de leyes económicas urgentes. Pero a medida que nos acercamos a la parte electoral de la campaña en la que estamos inmersos, empezaron los señalamientos, las objeciones, y esto terminó rompiendo los canales de comunicación entre el Ejecutivo y el Legislativo. Ahora realmente no hay ningún proceso para aprobación de leyes económicas.
Hay un tema que se menciona poco sobre su país y es la cuestión migratoria. Cuando uno escucha el análisis que usted hace sobre dificultades económicas, más allá de la conformidad del ciudadano, hay algunos que eligen migrar. ¿Están teniendo ese problema ustedes? ¿Tienen gente que migra o tienen inmigrantes, porque la región también está complicada?
Tenemos los dos efectos. Por estar dolarizado, Ecuador es atractivo para las migraciones de tres grupos: venezolanos, peruanos y, en menor medida, colombianos. El hecho de estar con esa estabilidad monetaria genera ese atractivo para atraer migrantes. Pero en temas de migración, a nivel de la región somos el segundo país de América Latina después de Venezuela del que más inmigrantes pasan por la selva Darién, y somos uno de los cinco primeros grupos latinoamericanos que llegan como ilegales a Estados Unidos. Eso refleja cómo el tema migratorio se ha activado de forma importante dada la situación económica del país, el ansia, la búsqueda de mejor ingreso, etcétera.
¿Cómo impacta esto en el mercado laboral de Ecuador? Porque estamos hablando de gente que llega a la búsqueda de oportunidades y, como siempre ocurre, el que pierde es el ciudadano.
El mercado laboral ecuatoriano tiene varias complicaciones. Primero, lo que se conoce como empleo adecuado, según el índice a diciembre del 2019, se encontraba en 39,8%. Es decir, casi 40 de cada 100 ecuatorianos tenían un empleo adecuado en diciembre del 2019. ¿Por qué hago referencia a esa fecha? Porque es la fecha antes de la pandemia. Ahora, a setiembre de este año, el empleo adecuado se ubica en casi 36%. Entonces, te deja ver la rigidez del mercado laboral ecuatoriano, la falta de oportunidades. Y no es que no se genere empleo, se generan puestos de trabajo, pero no los suficiente para toda la masa laboral que necesita ir entrando al mercado. El ecuatoriano es uno de los salarios mínimos más altos en América Latina, pero deja poca competitividad a las empresas ecuatorianas. Entonces, no se genera las suficientes plazas de trabajo y eso motiva la migración por falta de oportunidades en el país.
¿Cómo recibe Ecuador la llegada de Donald Trump al gobierno de los Estados Unidos?
Realmente no va a ser un factor determinante la relación con Donald Trump per se, porque no estábamos en la agenda de ningún candidato. Ecuador sí tiene deseos de mejorar las relaciones como lo venía haciendo en temas de seguridad, en temas de comercio exterior –porque recordemos que Estados Unidos para Ecuador es su primer socio comercial, exceptuando el 2022 en que China lo superó, en el 2023 Estados Unidos volvió a ser el primer socio comercial– al no tener un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, como sí lo tienen Colombia y Perú, los productos ecuatorianos entran con un precio más alto, a pesar de que tenemos un acuerdo de preferencias arancelarias otorgadas unilateralmente. Pero así como es unilateralmente, también lo puede quitar. Entonces necesitamos un acuerdo comercial, lo cual no está en la agenda de Donald Trump, puesto que la estrategia de él es un crecimiento más hacia adentro, que está bien, es la posición de ese país y es respetable: generar un crecimiento hacia adentro, puestos de trabajo para los mismos estadounidenses, entre otras cosas. Realmente podríamos agrandar la ayuda en términos de seguridad y la ayuda en términos de las preferencias arancelarias. Un tercer punto es que Daniel Noboa está impulsando que nuevamente se incorpore en la Constitución poder tener bases militares en nuestro país. Estados Unidos tenía una base militar en Manta que se fue en el 2009 o 2010 y era para la lucha del narcotráfico en toda la parte del Pacífico. Esos son los tres intereses que como Ecuador tenemos con Estados Unidos y quisiéramos que Donald Trump los impulse, pero difícilmente podamos lograr mucho porque no estamos en la agenda del presidente electo.
¿Y qué pasa con la región? ¿Qué pasa con Colombia, con Venezuela, con Brasil, que es el socio ideal para la gran mayoría de los países? En Ecuador uno no advierte exactamente cómo es la política regional.
Sí, realmente Ecuador debería mejorar o asentar más las relaciones comerciales con los países de América Latina. Hay un impulso importante del comercio exterior porque hemos logrado acuerdos con China, tenemos un acuerdo que está algo paralizado con Corea del Sur, pero no quiere decir que se tenga que dejar de ver hacia nuestro continente. Y en aras de poder diversificar, de potenciar dichas relaciones –porque Brasil es un socio estratégico a pesar de que somos uno de los dos países que no colinda con él– se está desarrollando una estructura terrestre para el transporte hacia ese país por la ruta de Manaos. Entonces, Ecuador sí tiene que explorar esas oportunidades. Igual con Colombia, que es el tercer socio comercial de Ecuador. Perú ahora con el puerto de Chancay debería aprovechar a Ecuador para generar una salida de sus productos, especialmente hacia China, pero en todo caso yo creo que hay oportunidades que Ecuador debería aprovechar más.
¿Hablamos de elegir el socio ideal o tenemos que diversificar los riesgos?
Sin duda diversificar los riesgos. Tenemos acuerdos con la Unión Europea firmados en el 2017, con China en el 2023, todos los acuerdos firmados con Costa Rica recientemente. Yo creo que hay que fortalecer las relaciones con los países y bloques existentes, y sin duda apuntar a una diversificación de la oferta exportable, porque seguimos teniendo después de más de 40 años los mismos productos exportables tradicionales: café, cacao, banano, camarón, petróleo, pero hay una oferta exportable que no la estamos diversificando y que deberíamos potenciar para mejorar nuestro posicionamiento de intercambio comercial.
“Una situación bastante crítica”
El gobierno trata de generar algunos alivios financieros para los hogares, por ejemplo, cubriendo la factura de luz hasta los 180 megavatios. La asociación de bancos, desde su lado, generó una pausa o un diferimiento extraordinario para las tres cuotas en los créditos, con tarjetas de consumo, con créditos que se tengan con la banca. En ese sentido, el gobierno, un poquito tardío en todo caso, dio ciertos señalamientos para motivar eso, así como el tema de las declaraciones de impuestos como forma de aliviar. Ahora se ha mandado al Ejecutivo un proyecto de ley que se llama la Ley de Alivio Financiero y otras cosas más. Esto busca generar más recursos para atender la situación fiscal, porque recordemos que el país está bajo un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y hay ciertas circunstancias relacionadas a mejorar la recaudación, y obviamente este año, derivado de la baja en impuestos que va a existir por la crisis energética, por la desaceleración del crédito, desaceleración de los negocios, de ventas, va a haber una baja recaudación que de alguna forma tiene que ver con cómo se compensa. Había una cobertura de 180 kilovatios por casa que el gobierno asumió por el tema de los apagones. Resulta que por otro lado te van a lanzar un paquete de impuestos disfrazado a las universidades, que son instituciones de educación sin fines de lucro. Le van a levantar los impuestos a los autos usados, entre otras consideraciones que se van a establecer, porque necesitan recaudar más. En todo caso, será importante ver qué dinamismo se le da a la economía para poder garantizar la sostenibilidad del empleo. Ya se están empezando a dar reducciones de personal en muchas de las empresas, producto justamente de esta caída de las ventas. En todo caso, vamos a ver si tiene el apoyo en el Legislativo, que es justamente la instancia donde se tiene que atender. También se deberá evaluar la duración que tengan estos apagones. Ya se ha negociado la venta de energía eléctrica con Colombia para poder garantizar ciertos suministros. Ahí entra la parte relacionada a si, dada la situación climática que se está atravesando de sequía, es conveniente utilizar ese suministro que se va a comprar a Colombia para reducir el número de horas, o en su defecto, hacer una pausa a todo el sistema hidroeléctrico que necesita, según los expertos, una pausa de una o dos semanas para poder mejorar la situación de los embalses. Todos estos ingredientes conjugan, al final, una situación bastante crítica.
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