Este año será intenso a nivel político para este país, que tendrá elecciones presidenciales en noviembre mientras que en abril habrá una jornada electoral variada en la que se elegirán gobernadores regionales, alcaldes, concejales y los convencionales constituyentes, quienes deberán redactar la Carta Magna.
El 25 de octubre del año pasado se aprobó con un 78% de los votos el referéndum convocado para redactar una nueva Constitución, que además eligió la Convención Constitucional como método y órgano, el cual deberá ser elegido en las próximas elecciones de abril y contará con 155 convencionales constituyentes. De ese número, 17 escaños han sido reservados para las distintas comunidades indígenas, las cuales deberán elegir a sus representantes mediante las candidaturas más votadas.
Por su parte, los restantes 138 puestos también serán elegidos por votación en distintos distritos de todo el país, para los cuales se han presentado 110 listas, acorde a lo publicado por el Servicio Electoral de Chile (SERVEL). De esas listas, apenas 24 están presentadas por partidos, que incluso han establecido pactos. Luego las otras 86 listas están compuestas de candidatos y agrupaciones independientes, algo nuevo en la historia política del país.
Para conocer más de la realidad que se está viviendo en Chile, La Mañana conversó con Pilar Peña D’Ardaillon y Roberto Munita. Ella experta en Ciencias Políticas y candidata a la Convención Constituyente por el distrito 11 de Santiago de Chile y él profesor de comunicación política, y experto electoral del partido Renovación Nacional.
¿Qué efecto político pueden tener las principales coaliciones realizadas por los partidos de cara a la asamblea constituyente?
Roberto Munita (RM): el sistema de partidos en Chile es bastante fragmentado, hay al menos tres coaliciones grandes (que reúnen alrededor de tres, cuatro o cinco partidos cada una, con representación parlamentaria) y hay otras coaliciones adicionales, más pequeñas. Se pensó en un momento que, debido a la importancia estratégica y al sistema de cifra repartidora o D’Hondt, el proceso constituyente serviría como aglutinador, para reducir al máximo dichas coaliciones. Eso sí lo consiguió la coalición de centroderecha, que logró ir unida en un solo pacto, pero no lo pudo hacer la centroizquierda, que va dividida en varios bloques. Eso, a la larga, puede influir en un menor número de escaños, porque el sistema D’Hondt castiga la dispersión, y puede haber varias listas que hayan estado a punto de conseguir un escaño, pero sin haberlo conseguido.
Roberto Munita: “hasta ahora, lamentablemente, el debate ha estado muy alejado de ideas y propuestas concretas, ha sido mayormente una repetición de consignas con más ideología que alcance práctico”.
Pilar Peña (PP): En términos de la estrategia político electoral, la derecha se alineó en una sola lista que une a todos los sectores y partidos. La izquierda va en listas separadas por no llegar a acuerdo político, por un lado, está la lista de la ex Nueva Mayoría y, por otro, el Frente Amplio y el Partido Comunista. A su vez, se inscribieron aproximadamente 80 listas de independientes en el país. Este escenario favorece la dispersión de votos de centroizquierda y la izquierda, ya que están representados en muchas listas. En cambio, la derecha al ir solo en una lista le permitirá concentrar la votación y obtener más escaños. ¿Cuál es la venta de eso? Que los quorum establecidos para aprobar normas de la nueva Constitución son de 2/3, por tanto, existirá la obligatoriedad de llegar a acuerdos. Algunos expertos electorales aseguran que en la estrategia de la derecha de llevar una sola lista de unidad le permitirá obtener cerca del 50% de los escaños de la Convención Constituyente.
¿Cuáles son las mayores propuestas que han hecho estas coaliciones?
RM: hasta ahora, lamentablemente, el debate ha estado muy alejado de ideas y propuestas concretas, ha sido mayormente una repetición de consignas con más ideología que alcance práctico. Sí hemos visto propuestas desde el mundo independiente, lo que es lógico, porque son los que más tienen que hacerse notar en el proceso. Pero hasta ahora, de los partidos, ha habido más bien un intento de rescatar lo bueno de la Constitución actual (por parte de la centroderecha, considerando que muchos de sus dirigentes se opusieron al proceso constituyente), y un intento por imponer la idea de la “hoja en blanco”, por parte de la centroizquierda y la izquierda dura, es decir, que no quede nada de la Constitución actual, lo que a mi juicio sería un error garrafal, ya que esta Constitución, con todas las críticas que se le puede hacer, ha permitido que gobiernos de izquierda gobiernen con total autonomía y con una adecuada coordinación con el Congreso.
PP: Hasta ahora, las coaliciones no se han centrado en propuestas. La inscripción de candidaturas fue recién el 11 de enero y el día 23 el Servicio Electoral debe emitir un Decreto Oficial de las listas que fueron aceptadas. Ese será el punto de partida de las campañas. Lo que pudimos ver fue una campaña de diferenciación para el plebiscito, en la que parte de la derecha se propuso establecer el eslogan “Rechazar para reformar” o “Hagámosla cortita”, ambas ideas para promover reformas constitucionales a la actual Carta Magna, pero no redactarla nuevamente. En cambio, la campaña del Apruebo se centró en la opción de abrir la posibilidad de contar con una nueva Constitución redactada en democracia y bajo mecanismos democráticos.
Pilar Peña: “el sistema electoral chileno y el método D´Hont favorece la conformación de listas con candidatos fuertes”
¿Cuál es la postura de las listas independientes? ¿Qué cambios quieren lograr en Chile y cuál es su visión?
RM: Como dije antes, una novedad de este proceso (junto con la paridad entre hombres y mujeres, algo completamente inédito: nunca una Constitución en el mundo ha sido escrita por un cuerpo integrado en términos equivalentes, por hombres y mujeres) fue la irrupción de decenas de listas de independientes. La postura de estas listas es, mayoritariamente, de izquierda, y de un acentuado reformismo. Si bien no es posible agruparlas a todas en una sola visión, sí se ha notado la intención de deconstruir la sociedad, poniendo el acento en algunas agendas sectoriales, como las pensiones, la salud y la seguridad pública. Hay también listas de independientes abiertamente feministas, y otras con acento en lo medioambiental. Aunque es legítimo (las reglas lo permiten) que estos independientes se agrupen, algo preocupante es que se presenten con la intención de abarcar solo una agenda personal, porque, al fin y al cabo, si logran elegir a un o una representante de dicha lista en la Convención, el o la elegida tendrá que opinar sobre miles de temas, y no solamente sobre su agenda personal.
PP: en primer lugar, hay que señalar que el tema de la incorporación de independientes en el proceso constituyente es algo nuevo en la historia democrática de nuestro país. Por primera vez existe la posibilidad de conformar listas de independientes que van a competir en igualdad de condiciones con los partidos. Existen tres tipos de independientes: los que van solos, los que van en listas y los que van en listas de partidos. Además, es nuevo en este proceso que las listas tengan que ser 100% paritarias como también la conformación del órgano constituyente.
Los que van en listas completamente independientes lograron conformar cerca de 100 listas a nivel nacional, lo que nos hace pensar en dos cosas: primero, los altos niveles de querer participar en el proceso y, segundo, el tema de la dispersión de votos. Como existen tantas listas, es difícil indicar un planteamiento único o general. Hay listas que los más diversos nombres y planteamientos, por lo que las campañas de diferenciación serán complejas y confusas. Lo que acá existe es la alta expectativa de diversos grupos por formar parte de la Convención Constitucional, que es la materialización de un acuerdo político e institucional, que se gestó para ir buscando una salida a la grave crisis social y política y vivió Chile en octubre de 2019. El sistema electoral chileno y el método D´Hont favorece la conformación de listas con candidatos fuertes, ya que, una lista sumará todos los votos de todos sus candidatos y eso dará un número. Si ese número está sobre la cifra repartidora, entonces la lista ganará los escaños que le correspondan.
Hay que señalar que la posibilidad de hacer listas de independientes se aprobó solo para la elección de constituyentes, no para el caso de las otras elecciones que hay en abril 2021 que son las de alcaldes, concejales y gobernadores regionales. La pelea de los independientes por lograr esto fue larga y justificada, porque la Constitución chilena en su artículo 18 establece que partidos políticos e independientes deben tener igualdad de condiciones para competir, cosa que no se estaba cumpliendo.
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