Es la primera vez que en sus casi treinta años de funcionamiento el Mercado Común del Sur (Mercosur) celebró todas sus reuniones, inclusive la Cumbre de Presidentes, mediante videoconferencia debido a la pandemia de COVID-19 que azota a la región y al mundo.
La agenda estuvo marcada por la necesidad de buscar opciones que faciliten el comercio intrarregional e internacional, visiblemente decaídos por la pandemia actual como así también por la creciente tendencia proteccionista.
Mientras que Argentina o Brasil, a pesar de que también apoyan acuerdos con otros países, son más cautos a la hora de avanzar en negociaciones por estar más industrializados que Paraguay y Uruguay, poseen ciertos sectores productivos que entran en choque a la hora de lograr acuerdos de libre comercio.
Según informó el portal argentino de noticias Infobae, la Unión Industrial Argentina y la Confederación Nacional de la Industria de Brasil emitieron una declaración conjunta en abril de este año manifestando su inquietud por el avance del acuerdo de libre comercio entre Mercosur y Corea del Sur debido a la “preocupación por el impacto en los sectores industriales y la falta de transparencia de las tratativas”.
El sinceramiento comienza por casa
Paraguay, quien tuvo la presidencia pro témpore hasta el jueves pasado, realizó un día antes el balance de su gestión frente al bloque regional. Durante la reunión del Consejo de Mercado Común (CMC), el Vice canciller Didier Olmedo presentó algunos puntos como la aprobación de un fondo de 16 millones de dólares para contribuir a las autoridades estatales de cada país en la lucha contra el coronavirus. Esta ayuda será aplicada mediante el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), mecanismo destinado a reducir las diferencias entre los países miembros.
También sobre cuestiones de la pandemia, se resaltó la coordinación de medidas de monitoreo, vigilancia activa y facilitación del retorno de ciudadanos y residentes del bloque a sus lugares de origen o residencia.
Sobre temas comerciales se destacó el avance en las negociaciones del Protocolo de Comercio Electrónico del MERCOSUR, que aspira a este tipo de comercio tenga mayor protección y sea más eficaz. Según la empresa canadiense Shopify, este tipo de actividad económica tiene un valor en nuestro continente por más de 17 mil millones de dólares actualmente.
“Países como Francia, Irlanda y Países Bajos se oponen al acuerdo con Mercosur por motivos “ambientales” y para proteger sus sectores agropecuarios”
La agenda externa, una prueba de fuego para el bloque
A nivel de negociaciones comerciales se informaron importantes avances en los acuerdos con la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA por sus siglas en inglés), lo mismo autoridades paraguayas destacaron importantes avances en las negociaciones en curso con Canadá, Corea, Singapur y Líbano.
Respecto al acuerdo MERCOSUR – UE, la dificultad para lograrlo radica fundamentalmente en la oposición que existe dentro del bloque europeo, ya que países como Francia, Irlanda y Países Bajos se oponen al acuerdo por motivos “ambientales” y para proteger sus sectores agropecuarios. Irlanda ya siente la incertidumbre acerca del Brexit y el futuro de Reino Unido, país que era un mercado a donde se le exportaba el 50% de la producción de carne, acorde a cifras de la Asociación Irlandesa de Granjeros.
A su vez Francia ha tenido doble oposición al acuerdo. Una parte es por cuestiones ambientales que grupos ambientalistas afirman que la producción agropecuaria en América del Sur “no cumple con estándares ecológicos europeos”, afirmación que agrupaciones políticas ecologistas respaldan y presionan por que el acuerdo no entre en vigor.
Además Francia tiene un sector agropecuario muy protegido el cual también realiza una campaña política contra los acuerdos que permitan el dumping en el mercado europeo con productos agrícolas que, según ellos, “no cumplan con condiciones respetuosas con el medio ambiente”.
En agosto del año pasado, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que se opondría al acuerdo de libre comercio y acusó al presidente brasilero, Jair Bolsonaro de “mentir” sobre sus responsabilidades ambientales en la cumbre G20 en Osaka. Además, la semana pasada reafirmó en Paris su decisión frente a manifestantes ambientalistas al decir que “Francia no debería firmar acuerdos con países que no siguen los Acuerdos de París sobre el cambio climático”. Dirigiéndose a los manifestantes dijo: “Comparto su propuesta y es por eso que detuve las negociaciones con el Mercosur”.
Dentro de la Unión Europea también hay países a favor del acuerdo y los gobiernos de Alemania, Portugal y Eslovenia, han preparado un programa conjunto para mantener una política coherente frente a la Unión Europea cuando cada uno ocupe la presidencia. Alemania asumió la presidencia rotativa del Consejo de la UE el pasado miércoles, la cual la tendrá hasta el 31 de diciembre de este año. Luego le seguirá Portugal por seis meses más y posteriormente lo hará Eslovenia. Según la cadena europea de noticias, EUROACTIV, los tres países quieren “continuar trabajando en ambiciosos acuerdos comerciales-bilaterales que protejan las inversiones”, dentro de los cuales incluye el acuerdo UE-MERCOSUR. Pero aún nada está finalizado ya que para que entre en vigor, este tratado debe ser ratificado por todos los 27 estados miembros de la UE.
Por otra parte, la relación con Corea del Sur parece avanzar, aunque con dificultades. La última vez que se reunieron fue en febrero de este año en Montevideo, cuando por cinco días se trataron cuestiones del acuerdo de libre comercio entre el país asiático y el bloque regional sudamericano en áreas como derechos intelectuales y aranceles.
El comercio entre ambas partes se desarrolla mayoritariamente con el Mercosur importando automóviles, partes de vehículos y microchips y exportando materias primas. Las negociaciones se paralizaron en abril de este año por decisión argentina debido al posible efecto negativo que tendría un acuerdo de libre comercio en ciertas industrias nacionales como la automotriz.
Actualmente Corea del Sur es parte de la Asociación Económica Integral Regional, RCEP por sus siglas en inglés, un acuerdo de libre comercio que integraría a Australia, China, Japón y Nueva Zelanda más los 10 países de la ASEAN (Birmania, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. India iba a ser parte del mismo, pero al final desistió en base a cuestiones de “proteccionismo” de varios sectores de su economía. Si al final se uniera este gigante asiático, el RCEP abarcaría a casi la mitad de la población mundial.
También se avanza en negociaciones con el Líbano, país de medio oriente actualmente afectado por una gran crisis económica. Según la Agencia de noticias ANBA, perteneciente a la cámara de comercio Árabe-Brasilera, el embajador libanés en Brasilia y subdecano del Consejo de Embajadores Árabes en Brasil, Joseph Sayah, explicó la situación de su país y el interés por lograr el acuerdo: “Desafortunadamente, como todos sabemos, las relaciones con el Líbano han disminuido considerablemente en 2020 debido a varios problemas en el Medio Oriente y particularmente a la pandemia. En octubre pasado, comenzamos las negociaciones con el Mercosur y completamos casi el 75% de estas conversaciones. “Ahora esperamos finalizar las cuestiones técnicas”, dijo. “Pero esperamos firmarlo con Mercosur, lo que aumentará en gran medida el comercio Líbano-Mercosur y Líbano-Brasil”.
Uruguay asumió la presidencia pro témpore y estrena canciller
En la Cumbre de Jefes de Estado, el pasado 2 de julio, el mandatario de Uruguay, Luis Lacalle Pou, asumió la presidencia pro témpore con la responsabilidad de darle mayor dinamismo a la economía local mediante la apertura de nuevos mercados y la ampliación de los ya explorados.
“El Mercosur no puede quedarse a la vera del camino en un mundo tan vertiginoso” sostuvo Lacalle, quien estuvo acompañado de la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche y el canciller interino, Carolina Ache Batlle debido a la salida adelantada de Ernesto Talvi en plena cumbre del Mercosur.
Talvi ocupó su cargo hasta el miércoles pasado donde asistió a la reunión del Consejo de Mercado Común (CMC). Mediante Twitter, Talvi hizo pública su carta de renuncia y argumentando que “manifestó oportunamente su intención de seguir en la Cancillería hasta fin de año” “pero los tiempos en el gabinete los marca el presidente”. Su cargo fue ocupado el lunes pasado por Francisco Bustillo, exembajador de Uruguay en España y luego de una cuarentena de una semana comenzará a desempeñar sus funciones como canciller.
Lacalle tendrá el desafío de negociar y moverse entre la lucha económica y de influencias que China y Estados Unidos tienen a nivel mundial. El presidente coincide con Estados Unidos en ciertos enfoques políticos sobre las cuestiones en Venezuela. A su vez China seguirá siendo el principal socio comercial, algo que no puede soslayarse a la hora de los posicionamientos políticos.
TE PUEDE INTERESAR