Varios presidentes no asistieron a una cumbre que tuvo como centro la inversión privada como forma elegida por Estados Unidos para lograr mayor acercamiento a la región.
“Estados Unidos nunca ha visto su ventaja comparativa en el mundo simplemente aprovechando grandes cantidades de dólares estatales, sino aprovechando todas las herramientas disponibles para nosotros, sí, algo de financiamiento público, pero realmente desbloqueando cantidades sustanciales de financiamiento del sector privado para poder impulsar el crecimiento económico inclusivo en las Américas” afirmó durante una rueda de prensa en la Cumbre de las Américas el Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos Jake Sullivan. El sector privado es una herramienta que Estados Unidos intenta utilizar para volver a ganar influencia en la región, la cual por distintas causas económicas ha perdido cercanía con el gigante norteamericano que ha sido desplazado por China quien según el think thank Council on Foreign Relations es “el principal socio comercial de América del Sur y el segundo más grande de América Latina en su conjunto, después de Estados Unidos”.
Bajo este contexto a principios de este mes se reunieron 23 mandatarios de países de tres continentes en la novena Cumbre de las Américas celebrada en la ciudad de Los Ángeles bajo el lema “Construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo”. La misma buscó la cooperación en desafíos compartidos, incluida la recuperación económica, el cambio climático, la salud y la migración. Por su parte los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela no fueron invitados por Estados Unidos a la cumbre debido a que “no respetan la Carta Democrática Interamericana” según las palabras del Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos Brian Nichols.
Desde Cuba como Nicaragua se sostuvo que no irían a pesar de ser invitados, mientras el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostuvo que la exclusión de su país fue por “miedo” por parte del gobierno estadounidense. Actualmente la relación entre ambos países tiene una mejoría gracias a la quita de sanciones para que Chevron, ENI y Repsol puedan exportar petróleo venezolano hacia Europa. Por su parte otros países de la región criticaron la decisión de Estados Unidos y decidieron enviar a sus cancilleres, como fue el caso de México y Bolivia quienes enviaron a Marcelo Ebrard y Rogelio Mayta en representación de los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Luis Arce.
Lo mismo hizo Honduras que envió a su canciller Eduardo Enrique Reina en lugar de la presidente Xiomara Castro. Además El Salvador, Guatemala y Uruguay también enviaron a sus cancilleres pero otros motivos. El presidente de El Salvador Nayib Bukele no asistió por las críticas que Estados Unidos mantiene respecto a su lucha contra el crimen organizado mientras que Guatemala envió al canciller Mario Búcaro como señal de protesta por las críticas de Estados Unidos a la reelección de la fiscal general de Guatemala María Consuelo Porras, que es acusada de corrupción e incluida el año pasado en la lista de Actores Antidemocráticos y Corruptos de la Sección 353 de Estados Unidos. Mientras que nuestro país tuvo que enviar al canciller Francisco Bustillo luego que el presidente Luis Lacalle Pou diera positivo por coronavirus.
Ciudades, salud, economía y migración: Los puntos de Biden y Harris
Desde el inicio de la cumbre tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como su vicepresidente Kamala Harris y el secretario de estado Anthony Blinken anunciaron importantes proyectos con para toda la región.
Uno de ellos fue la primera Cumbre de las Ciudades de América que será celebrada en abril del año que viene en la ciudad de Denver, Estados Unidos, enfocada en los alcaldes y representantes de las ciudades más importantes de cada país de este hemisferio. Esto será complementado por la iniciativa “Ciudades Adelante” que es “un programa de participación diplomática, desarrollo de capacidades e intercambio de conocimientos entre pares centrado en resolver problemas urbanos que van desde la sostenibilidad hasta la inclusión y la resiliencia climática” según el Departamento de Estado de Estados Unidos. La importancia que tiene para la administración Biden-Harris es respecto al rol de las “comunidades locales y su capacidad para impactar positivamente el nexo de la política económica exterior e interior”.
Para ello el gobierno de Estados Unidos podrá equipar a “líderes locales” con nuevas herramientas y asociaciones con ciudades de Estados Unidos y con socios del sector privado y tendrá tres partes esta iniciativa: Un plenario de alcaldes, una exposición comercial y Programas comunitarios y de partes interesadas. Los cuales permitirán mayor intercambio entre pares, búsqueda de más inversión para las ciudades y acuerdos para “empoderar individuos de todas partes de la comunidad” según la declaración publicada por la Casa Blanca.
A nivel sanitario se presentó el pasado miércoles 8 el “Plan de acción de salud y resiliencia en las Américas” destinado a fortalecer los sistemas de salud como así la coordinación entre los países con foco en “preparase mejor para futuras emergencias sanitarias”. Según Biden este plan estará funcionando en su totalidad para el año 2030. Para complementarlo se capacitará a más de 500.000 funcionarios de la salud, científicos y profesionales de la región dentro de los próximos 5 años.
“Asociación Americana Económica para la Prosperidad” es el nombre para el plan económico que Biden presentó enfocado en el inicio de la cumbre para potenciar la región, que en palabras del presidente estadounidense general el “31,9% del PBI mundial”. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) será la herramienta elegida para lograr inversiones y mayor desarrollo del sector privado en la región.
Pero la más importante fue la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, un acuerdo regional para “manejar la migración de una forma predecible para las naciones” según el Departamento de Estado de Estados Unidos. La misma cuenta de cuatro partes: Estabilidad y asistencia a las comunidades, expansión de vías legales, gestión humana de la migración y respuesta de emergencia coordinada, todo esto tendrá una financiación base de 339 millones de dólares. Los países centro serán Belice, Colombia, Ecuador, Costa Rica y México. Belice aplicará un programa para regularizar los migrantes que han llegado desde todo el Caribe y también desde América Central. Respecto a Colombia y Ecuador es respecto a la población de migrantes venezolanos que ha llegado a su país, a modo de ejemplo más de 1 millon y medio de venezolanos que viven actualmente en Colombia. Costa Rica aplicará un nuevo plan para proteger a los migrantes llegados desde Venezuela, Nicaragua y Cuba. Respecto a Cuba se verá beneficiado por la reactivación del programa de Libertad Condicional para la Reunificación Familiar Cubana por parte de Estados Unidos.
Sobre México y la región, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos lanzará un plan piloto de 65 millones de dólares para apoyar la contratación de trabajadores de Centroamérica para el sector agricultor estadounidense
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