Los saudíes apoyaron la reducción de la producción petrolera en la cumbre de la OPEP+ lo que beneficiaría a Rusia, según Washington. Además de criticar la decisión, Estados Unidos podría aplicar un proyecto de ley que tendría un impacto internacional.
Ha llegado a su fin el mundo unipolar creado tras la caída de la Unión Soviética, cuando Estados Unidos quedó como única superpotencia mundial, según el documento titulado “Estrategia de Seguridad Nacional” publicado este mes por la Casa Blanca. “La era posterior a la Guerra Fría definitivamente ha terminado y está en marcha una competencia entre las principales potencias para dar forma a lo que viene después”, afirma el documento en la primera parte.
El presidente Joe Biden de Estados Unidos afirma en el documento: “El mundo está cambiando. Estamos en un punto de inflexión significativo en la historia mundial y nuestro país y el mundo: Estados Unidos de América siempre ha sido capaz de trazar el futuro en tiempos de gran cambio”. Entre esos cambios geopolíticos, económicos y tecnológicos que actualmente se profundizaron por la pandemia de coronavirus y ahora por la guerra en Ucrania, la situación energética no escapa a esa situación y ha tensado las relaciones entre el gigante norteamericano y Arabia Saudita.
El pasado 5 de octubre se reunieron los ministros de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en el formato OPEP+, que incluye países como Rusia, México, Kazajistán, Azerbaiyán, Bahrein, Brunéi, Malasia, Omán, Sudán y Sudán del Sur. En esa cumbre los países acordaron recortar de manera colectiva su objetivo de producción en dos millones de barriles por día desde el próximo mes de noviembre. A pesar de que el grupo comprende 23 países, la carga del último recorte será compartida por solo tres: Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait. “La mayoría de los demás ya están bombeando tan por debajo de sus niveles de cuota que su producción seguirá estando por debajo de las nuevas asignaciones”, explicó Edoardo Campanella en su análisis publicado en Project Syndicate.
La medida ha hecho subir el precio internacional del barril brent de petróleo y esto no ha caído en gracia en Estados Unidos. El mismo día que la OPEP+ tomó la decisión de reducir la producción, la Casa Blanca emitió un comunicado de prensa. En el mismo, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y el director del Consejo Nacional de Economía, Brian Deese, afirmaron: “El Presidente está decepcionado por la decisión miope de la OPEP+ de recortar las cuotas de producción mientras la economía global lidia con el impacto negativo continuo de la invasión de Ucrania por parte de Putin”. Este continúa diciendo que la decisión “tendrá el impacto más negativo en los países de bajos y medianos ingresos que ya se están recuperando de los elevados precios de la energía”.
Biden, por su parte, durante su discurso del 7 de octubre expresó: “Todo lo que hemos ganado para el pueblo estadounidense nos será arrebatado. El costo de todos los alimentos aumentará, no al revés. Pude bajar los precios del combustible, pero ahora están subiendo por lo que hicieron los rusos y los saudíes”.
Mientras tanto, desde Arabia Saudita el diario Saudi Gazzette afirmó que la medida tomada por el Rey Salman está “dentro de su estrategia energética, para apoyar la estabilidad y el equilibrio del mercado mundial del petróleo”. A su vez, el canciller de Arabia Saudita, Faisal bin Farhan Al Saud, dijo en una entrevista para el canal saudita Al-Arabiya que “la decisión de la OPEP+ es puramente económica” y que “fue tomada por unanimidad por los Estados miembros”. Luego agregó que “los países de la OPEP+ actuaron con responsabilidad y tomaron la decisión adecuada”. Sobre las relaciones con Estados Unidos dijo que “la relación con Washington es estratégica y apoya la seguridad y estabilidad de la región”, especialmente la cooperación militar entre ambos países la cual, según el jefe de la diplomacia saudí, “ha contribuido a la estabilidad de la región”.
NOPEC: la ley de Estados Unidos como posible respuesta a la OPEP+
A nivel legal, el gigante norteamericano cuenta con la posibilidad de aplicar la llamada “Ley de Cárteles de No Producción y Exportación de Petróleo” (NOPEC, según sus siglas en inglés). Este proyecto de ley fue creado en el 2000 con el objetivo de “declarar que es ilegal y una violación de la ley que cualquier Estado extranjero o instrumento del mismo actúe colectivamente o en combinación con cualquier otro Estado extranjero o cualquier otra persona, ya sea por cartel o cualquier otra asociación o forma de cooperación o acción conjunta, para limitar la producción o distribución de petróleo, gas natural o cualquier otro producto derivado del petróleo, para fijar o mantener el precio del petróleo, o para tomar cualquier medida que restrinja el comercio de petróleo, cuando dicha acción tenga un efecto directo y sustancial, y un efecto razonablemente previsible en el mercado, suministro, precio o distribución de petróleo en Estados Unidos”.
Según los cambios introducidos al proyecto de ley en 2008, se “niega a un Estado extranjero involucrado en tal conducta la inmunidad soberana de la jurisdicción o sentencias de los tribunales de Estados Unidos en cualquier acción iniciada para hacer cumplir esta Ley”. Esta ley se presentó varias veces en ambas cámaras del congreso estadounidense y durante los dos mandatos del entonces presidente George W. Bush, quien amenazó vetarla en reiteradas ocasiones.
Francia pide precios más bajos para el gas
Los altos costos del petróleo y el gas derivados de la guerra en Ucrania han afectado a Europa debido a la reducción masiva de los envíos de gas ruso hacia el continente. En el caso de Francia, su ministro de Economía, Bruno Le Maire, pidió a Estados Unidos la semana pasada que le entregue a Francia gas natural licuado (GNL) “más barato”, según France 24, agregando que “la crisis energética hace estragos en Europa a causa de la guerra”. En esta nota Le Maire afirmó: “Esperamos más de la administración estadounidense”, además de que su país espera “obtener GNL más barato a través de un enfoque a largo plazo”. Esto ocurre con el ascenso de Estados Unidos como exportador de GNL hacia Europa, que ha casi duplicado sus envíos entre 2021 y 2022, según France 24.
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