La situación en el este del continente genera distintas actitudes por parte de los países. El Reino Unido y los Estados Bálticos suministran armamento a Ucrania mientras Alemania no se pliega a esta medida y es acusada de “falta de solidaridad”. Francia busca mayor participación europea en las negociaciones y apunta a retomar el diálogo entre Ucrania y Rusia en Paris.
Miles de tropas rusas se sitúan en la frontera con Ucrania y también con Bielorrusia. Del otro lado, tanto la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como Estados Unidos prometen brindar apoyo a Ucrania y en palabras del secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, anuncia “severas consecuencias” si Rusia ataca.
Ambas potencias mantienen negociaciones sobre el posible retiro o no de sistemas de misiles estadounidenses que actualmente están en Europa del Este en el marco del despliegue de la OTAN. Esto es un punto caliente junto a la petición rusa de que la alianza militar se retire de varios países de los Balcanes y de Europa Oriental, y además que ni Ucrania o Georgia sean parte de este tratado defensivo.
Por otra parte, la cercanía geográfica y los distintos intereses de los países hacen que los países europeos no reaccionen con total unidad de criterio frente a este suceso. El Reino Unido (RU) y los estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) han apostado por el apoyo con armas antitanque y antiaéreas para Ucrania. Según el canal inglés Sky News, RU ya entregó más de 2000 sistemas de armas antitanque ligero NLAW junto a un pequeño grupo de instructores que formarán a los soldados ucranianos en el manejo de dicho sistema. De acuerdo al secretario de Defensa británico, Ben Wallace, “este apoyo es para capacidades de armas de corto alcance y claramente defensivas; no son armas estratégicas y no representan una amenaza para Rusia”.
En tanto, según Reuters, los estados bálticos consiguieron la semana pasada la aprobación de Estados Unidos para enviar misiles antitanque Javelin y misiles antiaéreos Stinger, cuyo envío comenzará en los próximos días. Estonia planeaba enviar obuses D-30 como ayuda a Ucrania pero Alemania rechazó la autorización para transferir este armamento según el diario estadounidense The Wall Street Journal. Los D-30 fueron fabricados en la Unión Soviética y estaban estacionados en la antigua Alemania Oriental. Después de la reunificación alemana, Berlín exportó las armas a Finlandia en la década de 1990, que luego las pasó a Estonia en 2009. Esta decisión fue ratificada públicamente por la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, quien según Reuters descartó por ahora el envío de armas.
La situación alemana se debate entre la agenda propia del país y la presión de sus aliados, con el ejemplo de los gasoductos que alimentan a Alemania como el Nord Stream 1 y 2. Siendo este último motivo de polémica con Estados Unidos, quien le ha aplicado sanciones haciendo que la entonces canciller Ángela Merkel criticara estas medidas y defendiera el proyecto durante los últimos años.
Otra situación que ha generado problemas a nivel local fueron las declaraciones del vicealmirante alemán Kay Achim Schönbach, quien durante una visita a la India por la llegada de la fragata “Bayern” afirmó en una charla del think tank Instituto para los Estudios de Defensa y Análisis que “Rusia es un país importante y lo necesitamos contra China” y que es “irreversible” la vuelta de Crimea a Rusia. A nivel local, los diarios hicieron eco de la situación y Die Welt tituló: “El jefe marino Schönbach tiene que irse” mientras que la revista Der Spiegel también pedía su renuncia y titulaba: “Esto no tiene sentido”, una nota con el video de las declaraciones. Dichas declaraciones generaron un gran rechazo tanto en el Gobierno alemán como en Ucrania y el ministro de Relaciones Exteriores de dicho país al embajador alemán. A su vez, el vicealmirante se disculpó por sus dichos y finalmente renunció el lunes pasado previo a pedir su renuncia el sábado.
Francia busca otro camino
El pasado miércoles el presidente francés, Emmanuel Macron, habló frente a los eurodiputados en el Parlamento europeo de Estrasburgo en el marco de la presidencia pro tempore del Consejo de la Unión Europea. En su discurso apuntó a la construcción de una Europa más activa en términos de seguridad y soberanía y declaró que quiere construir un “orden de seguridad colectiva” en el continente. “Estas próximas semanas deben permitirnos llegar a una propuesta europea que construya un nuevo orden de seguridad y estabilidad”, dijo Macron según el diario francés Le Monde.
Esta visión estará complementada por una nueva definición de “nuestra propia doctrina de seguridad”, declaró el mandatario, la cual será publicada a la brevedad. La postura de una Francia y una Europa más activa en el escenario internacional es generada por el sentimiento de falta de consulta por parte de Estados Unidos a la hora de tomar decisiones en distintos escenarios del planeta, y que se vio agravado por la creación de la alianza AUKUS entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos, donde el gigante oceánico cancela el acuerdo de submarinos que tenía con Francia y que sustituyó por el apoyo tecnológico de Estados Unidos.
“La seguridad de nuestro continente requiere un refuerzo estratégico de nuestra Europa como potencia de paz, potencia de equilibrio, en particular en su diálogo con Rusia. He estado defendiendo este diálogo durante varios años. No es opcional, porque nuestra historia y nuestra geografía son obstinadas, tanto para nosotros como para Rusia. Por la seguridad de nuestro continente, que es indivisible, necesitamos este diálogo. Nosotros, como europeos, debemos establecer colectivamente nuestras propias demandas y ponernos en condiciones de garantizar que se respeten. Se necesita un diálogo franco y exigente frente a los intentos de desestabilización, injerencia y manipulación”, destacó Macron.
“Nos corresponde a nosotros, como europeos, defender estos principios y derechos que son inherentes a la soberanía de los Estados. Nos corresponde a nosotros reafirmar su valor y sancionar efectivamente su incumplimiento. La soberanía es una libertad. Es fundamental para nuestro proyecto europeo. Es también una respuesta a los intentos de desestabilización en el trabajo en nuestro continente. Por eso continuaremos, junto a Alemania, en el Formato de Normandía, buscando una solución política al conflicto en Ucrania, que sigue siendo la fuente de las tensiones actuales”. Agregó a la hora de mencionar la vuelta del Formato o Cuarteto de Normandía, que está compuesto por Francia, Alemania, Rusia y Ucrania; esto a su vez incluye tanto al jefe de Estado como también al ministro de Relaciones Exteriores de cada país.
El diálogo con Washington
Jerarcas de primer nivel, como el presidente Joe Biden y el secretario de Estado, Anthony Blinken, mantuvieron reuniones con altos representantes de países europeos para lograr unidad de criterio frente a la situación en Ucrania y la hipotética invasión rusa. Para ello Biden fue parte de una videoconferencia el pasado lunes junto a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el presidente Emmanuel Macron de Francia, el canciller Olaf Scholz de Alemania, el primer ministro Mario Draghi de Italia, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, el presidente Andrzej Duda de Polonia, y el primer ministro Boris Johnson de Reino Unido.
En el comunicado de prensa, publicado por la Casa Blanca, se destaca que los presentes “reiteraron su continua preocupación por la acumulación militar rusa en las fronteras de Ucrania y expresaron su apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania”. Además se menciona el interés por una “resolución diplomática a las tensiones actuales” pero a su vez “discutieron sus esfuerzos conjuntos para disuadir una mayor agresión rusa contra Ucrania, incluidos los preparativos para imponer consecuencias masivas y costos económicos severos a Rusia por tales acciones, así como para reforzar la seguridad en el flanco este de la OTAN. Se comprometieron a seguir consultando de cerca a los Aliados y socios transatlánticos, incluido el trabajo junto a la UE, la OTAN y la OSCE”.
También el mismo día, Blinken fue parte de manera virtual del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, en la cual, según la información publicada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, “el secretario informó a sus homólogos de la UE sobre su visita del 18 al 21 de enero a Kiev, Berlín y Ginebra como parte del esfuerzo diplomático de EE.UU. para abordar la acumulación militar no provocada de Rusia cerca y en Ucrania y la agresión continua contra Ucrania”. También afirmó que “Estados Unidos continuará coordinando de cerca los próximos pasos para disuadir la agresión rusa con la UE y los Estados miembros, además de la OTAN, la OSCE y los aliados y socios en general” y que “cualquier incursión militar adicional en Ucrania tendrá consecuencias rápidas, severas y coordinadas”.
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