Se discuten cambios a la globalización y a la economía mundial que podrían llevar a un mundo separado a nivel físico y virtual o más integrado y digital según el último informe del Foro Económico Mundial.
Mientras se expandía la pandemia de coronavirus en el año 2020, el Foro Económico Mundial (FEM) lanzaba la consiga “El gran reinicio” con una mirada de cambio de la sociedad mundial y la economía una vez derrotado el COVID-19. El director ejecutivo del FEM, Klaus Schwab, describió entonces en tres componentes esta teoría: la creación de condiciones para una “economía de partes interesadas”, el desarrollo y construcción de forma sostenible y equitativa con enfoque ambiental y el aprovechamiento de los beneficios de la Cuarta Revolución Industrial para el bien común. Incluso se publicó un libro titulado “COVID-19: El gran reinicio” escrito por Schwab y el economista francés Thierry Malleret y este eslogan fue el tema principal de la edición del año pasado de la cumbre.
Casi en menos de un año, se pasó de un optimismo de poder cambiar la sociedad global a expresar cierto realismo y sobre todo pesimismo al iniciar este pasado lunes la cumbre anual de Davos bajo el lema “Historia en un punto de inflexión: Políticas gubernamentales y estrategias empresariales”.
El lunes pasado comenzaron cientos de paneles y análisis en temas como geopolítica, economía, medio ambiente, tecnología y empleo que hasta mañana jueves generaron distintas opiniones y proyectos para abordar temas que tienen impacto a nivel mundial. Esta es la primera edición presencial desde el comienzo de la pandemia y la apertura estuvo a cargo de Klaus Schwab y el miembro del Consejo Federal de Suiza, Ignazio Cassis. Durante su discurso, el fundador del Foro Económico Mundial destacó que el enfoque de este año es cubrir varios temas de actualidad como la guerra en Ucrania, el cambio climático, las potenciales hambrunas como así las crisis alimentarias y además “mejorar la resiliencia ante nuevos virus y brotes” con lo aprendido de la última pandemia.
En lo que Schwab llamó “pueblo global de Davos”, pidió la colaboración y el apoyo de todas las partes, lo mismo que fue el mensaje central del video titulado “Por el futuro” en que el FEM afirma: “el cambio es posible, el cambio es esencial” con respecto al “contexto de crecientes fricciones y fracturas globales” donde Davos llama a que este año sea “el punto de partida para una nueva era de responsabilidad y cooperación global”.
Cuatro escenarios económicos para el 2027
La globalización fue el tema estrella de la cumbre y estuvo presente en varios paneles donde se analizó la cooperación o su posible fractura que derive en una regionalización más que en el extremo de autarquía. Coincidiendo con esto, el Foro Económico Mundial publicó este lunes un libro blanco titulado “En cuatro futuros para la globalización económica: escenarios e implicaciones” donde analizan cuatro escenarios o supuestos que podrían ocurrir a nivel mundial para el año 2027, que van desde la “Globalización 5.0”, pasando por “Redes análogas: nacionalismo virtual”, “Dominio digital” y “Mundo autárquico: fragmentación del sistema”.
Este documento comienza con la siguiente afirmación: “La globalización ha creado importantes oportunidades y ha sacado a millones de personas de la pobreza, al mismo tiempo que ha impulsado la desigualdad y la perturbación económica”. Luego destaca que la misma “ya no es un hecho” a nivel de convergencia física y virtual debido a que los países vuelven a sí mismos para buscar nuevas estrategias y declara que se está entrando en “una nueva fase de mayor volatilidad económica, polarización y reinicio estructural del sistema global”, que con el avance de la digitalización la rivalidad entre los “centros globales” se expande al espacio virtual, lugar donde ocurre la lucha por el control de las redes de información y las tecnologías.
Para evitar la “fragmentación o el aislamiento en la integración tanto física como virtual” de los “poderes económicos”, este libro sugiere “acciones sin arrepentimiento” respecto al cambio climático, inversión en capital humano para “preparar a las poblaciones para una variedad de futuros económicos” además de buscar mayor cooperación e integración económica.
El escenario de “Globalización 5.0”, que sería integración física y virtual, estima que habrá una “mayor integración socioeconómica y tecnológica” con la creación de alianzas regionales y globales además del fortalecimiento y diversificación de las cadenas de suministro, como así una gran movilidad laboral y de datos, bienes y servicios. Menciona que los países tendrán “un mayor apoyo a los trabajadores locales, preparándolos para competir en un mercado más global o ayudándolos a alejarse de los sectores afectados”.
Por su parte, el segundo escenario, llamado “Redes análogas: nacionalismo virtual”, afirma una integración física, pero a nivel virtual una fragmentación. Esto se daría como resultado de los impactos geopolíticos, económicos y de salud del comienzo de esta década. A pesar de fortalecer el comercio de bienes estratégicos como alimentos, energía y metales, existirá una fragmentación virtual a través de las fronteras la cual se intensifica debido a “la carrera tecnológica entre los principales centros de poder”. Además surgen redes fragmentadas, con nuevos cortafuegos y la “interoperabilidad transfronteriza de tecnologías y el intercambio de IP están restringidos”.
El escenario tres, “Dominio digital”, plantea una integración virtual, pero fragmentación física manifestada con restricciones a la importación y además de la competencia por alimentos, energía y otros productos debido al impacto de los sucesos ocurridos a partir de 2020. La fabricación se localiza aún más y las cadenas de valor están marcadas por alianzas y tensiones entre los países. A nivel virtual los servicios siguen aumentando con su respectiva importancia económica, teniendo un mercado con alta competencia entre empresas de todo tamaño mientras que “las plataformas más grandes forman dominios globales, y su dominio genera preocupaciones políticas y sociales sobre el poder sin control y la concentración del mercado”.
Bajo el nombre “Mundo autárquico: fragmentación del sistema” se presenta el último escenario propuesto por el Foro Económico Mundial, compuesto por una fragmentación tanto a nivel físico como virtual producto de la “pandemia global y el conflicto geopolítico” de comienzos del 2020. Aquí los “líderes están bajo presión” y muchos imponen “restricciones al comercio de bienes y servicios, y los flujos transfronterizos de capital e inversión se han ralentizado. Las cadenas de valor se han vuelto menos intensivas en comercio y altamente localizadas o regionalizadas”. La cooperación se reduce y limita a ciertos espacios para “preservar el acceso estratégico a los recursos y mantener alianzas”. A nivel virtual aparecen “cortinas de hierro” en tecnología y economía para obligar a las economías “no alineadas a tomar partido y alinear sus fortunas económicas con su grupo de cooperación”.
Alimentos, soberanía e historia
Desde Asia una de las voces importantes fue la del vice primer ministro de Vietnam, Le Minh Khai, quien disertó en el panel llamado “Evitar una crisis alimentaria mundial” del pasado lunes junto a Philip Isdor Mpango, el vicepresidente de Tanzania y David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentación de las Naciones Unidas, entre otros.
“Estamos pasando por una crisis por encima de una crisis”, sostuvo Khai. Agregó: “El doble impacto de la pandemia de COVID-19 y las intenciones geopolíticas en algunos países han provocado algunos impactos sin precedentes en el suministro y los precios de la cadena alimentaria mundial. Ha dejado un impacto directo en la vida de las personas, dejando a millones de personas enfrentando escasez de alimentos”. Entre las medidas que propuso para superar esta situación, el mandatario vietnamita afirmó: “Los países deben cambiar de mentalidad y crear todas las condiciones para desarrollar y promover un sector agrícola moderno y sostenible” además de “aprovechar la cuarta revolución industrial, aplicar tecnología digital, alta tecnología para crear una cadena de valor agrícola inteligente y sostenible”.
Con el nombre “Un nuevo camino para la cuenca del Amazonas” hoy miércoles se celebrará un encuentro que afirma que “la Amazonía tiene el potencial de convertirse en la bioeconomía más grande del mundo, fortaleciendo los medios de vida locales mientras restaura y conserva los ecosistemas”.
Kissinger clama por la neutralidad de Ucrania
El lunes el exsecretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, fue parte de un conversatorio con Schwab. Mediante una videollamada, el longevo diplomático de 98 años disertó sobre los mayores desafíos que tiene el mundo hoy en día. Schwab recordó que Kissinger en su discurso en Davos de 1980 sostuvo que “es un mundo constantemente cambiante”, lo que Schwab le pregunta si recuerda eso y también sobre “la era de la interdependencia” entre los Estados”.
El diplomático estadounidense afirmó que sí y pasó a analizar la situación de la guerra de Ucrania. “Ocho años atrás cuando la partición de Ucrania se pensaba escribí un artículo que decía que Ucrania debería ser considerada un país neutral, un puente entre Rusia y Europa en vez de ser un frente de batalla de grupos dentro de Europa”, expresó. “Creo que la oportunidad aún está para el cambio” agregó. “Si se cambia el enfoque hacia la negociación, específicamente sobre paz, debe iniciarse dentro dos meses y el resultado de la guerra debe ser delineado por los cambios”, los cuales incluyen que este país entregue parte de su territorio a Rusia. Según Kissinger “Rusia fue parte esencial de Europa” durante más de cuatro siglos, algo que los líderes europeos no deberían olvidar a largo plazo, sino de otra forma existe riesgo de poner a Rusia en una alianza permanente con China.
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