Proyección geopolítica y realidad económica chocan en Australia y hacen cuestionar sus planes a futuro.
La semana pasada, Australia demandó “investigaciones objetivas” respecto al origen y propagación del virus COVID-19 en China. Esto desató una fuerte respuesta por parte del embajador chino en Australia, Chen Jingye, quien sugirió posibles boicots a productos australianos como el vino y la carne si se persiste con la presión internacional.
Esta medida sería muy efectiva en caso de llevarse a cabo ya que actualmente China es el mayor socio comercial del gigante oceánico en términos de importaciones y exportaciones. Además, según el Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio de Australia, representa el 26% del comercio que mantiene el país al exportarle recursos necesarios para su desarrollo, tales como carbón, hierro y gas natural licuado. También ocurre lo mismo con el sector de servicios (es el mayor mercado para Australia), mientras que en turismo y educación ha recibido más de 1,4 millones de visitantes y tuvo 205.000 estudiantes chinos en el 2018.
Este lazo económico, el que sigue creciendo gracias al acuerdo de libre comercio firmado en el 2015, tiene recientemente una complicación que es la decisión de Australia de excluir a la multinacional tecnológica Huawei de integrar el desarrollo de la red 5G en el país, algo que en 2018 el gobierno también había decidido para el resto de las empresas chinas. A su vez, Huawei, declaró mediante su página web que “la decisión del gobierno australiano de bloquear a Huawei del despliegue 5G del país tiene una motivación política”.
Por su parte, la influencia en las islas del pacífico es algo que enfrenta a ambos países. Históricamente fue Australia quien tuvo su hegemonía en esa zona, algo que actualmente se pone en duda gracias a la diplomacia económica que China mantiene con las islas mediante préstamos de bajo interés, proyectos de infraestructura, inversiones y turismo.
Kiribatí y las Islas Salomón son ejemplo de ello, siendo el primero un archipiélago que ha tenido el apoyo mediante programas de capacitación para que sus ciudadanos estudien en universidades australianas. Por su parte, las Islas Salomón han mantenido cercanas relaciones económicas con el gigante de Oceanía, pero esto puede cambiar gracias a que el año pasado su primer ministro, Manasseh Sogavare, firmó en Pekín un acuerdo para participar en la “Nueva ruta de la seda” como así la promesa china de la construcción de infraestructura y puentes en el archipiélago. Esto fomentó la decisión del país de cambiar el reconocimiento diplomático a Taiwán por el de China. “Me complace reconocer la política de ‘Una sola China’. Nos complace estar en el lado correcto de la historia y normalizar las relaciones con la República Popular de China”, dijo Sogavare. Actualmente, según Reuters, han solicitado un préstamo de 100 millones de dólares a China, sabiendo que el archipiélago es una zona estratégica en el pacífico, recordado en la Segunda Guerra Mundial por los combates en Guadalcanal. Kiribatí por su parte, también dejó de reconocer a Taiwán y reconoce a China, quien mantiene una base en su territorio. Esta victoria diplomática del gigante asiático ha generado enojo en Taiwán, teniendo a nivel mundial solamente 15 países que lo apoyan, siendo Tuvalu, Nauru, Palau y las Islas Marshall los únicos cuatro restantes que aún lo reconocen en el Pacífico.
Australia ve cómo avanza China pero poco puede hacer, a pesar de las amenazas de investigación del COVID-19 o el intento de reducir la cantidad de estudiantes chinos en sus universidades, es demasiado grande el peso económico que tiene el gigante asiático en su economía para poder generar un gran cambio. El mejor ejemplo es que, aunque a nivel político esté alineado con Estados Unidos y respalde a Taiwán, Australia no reconoce a Taiwán como país, sino que reconoce a China y se adhiere a la política continental de “Una sola China”.
Según la página del Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio del gobierno de Australia, “el Gobierno australiano no reconoce a la República de China como un estado soberano y no considera que las autoridades de Taiwán tengan el estatus de un gobierno nacional”. Sus relaciones no tienen status diplomático y solamente se tiene una Oficina Económica y Cultural en la capital de la isla, Taipei.
EUROPA
España e Italia dan sus primeros pasos en la vuelta a la normalidad
Según el Boletín Oficial del Estado de España, el país comenzará a permitir la apertura de pequeños comercios como peluquerías, florerías o ferreterías durante esta semana. Será obligatorio el uso de mascarillas en todo tipo de transporte público o privado, terrestre, aéreo y marítimo. Luego de varias semanas de cuarentena obligatoria, se permitirá a que los ciudadanos hagan ejercicio al aire libre mientras que los deportistas profesionales podrán volver a los entrenamientos a nivel individual. Por su parte Italia permitirá que sectores como la construcción vuelvan a iniciar sus actividades y estarán permitidas las visitas entre familiares. Centros educativos, teatros y escuelas permanecerán cerrados mientras las tiendas podrán abrir a partir del 18 de mayo. A nivel deportivo varios equipos retomarán los entrenamientos, siendo el Sassuolo el primer equipo en hacerlo. Grandes equipos como el Inter de Milán o el Juventus de Turín lo harán en las próximas semanas.
ÁFRICA
Haftar toma el poder político con el Ejército Nacional Libio
En un discurso televisado, el general Jaifa Haftar anunció que “acepta el mandato popular y toma el control de la dirección política de la nación en esta etapa”. Además afirmó la ruptura completa del Acuerdo de Skhirat, firmado en 2015 en Marruecos, que tenía por objetivo lograr un acuerdo de “unidad nacional” para todo el país. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía ha emitido un comunicado rechazando los dichos de Haftar y afirmando que el motivo real que tiene es “establecer una dictadura militar en el país”. Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Libia ha retirado el apoyo al gobierno de Acuerdo Nacional presidido por el primer ministro, al Sarraj, quien es la facción respaldada por Turquía y quien se encuentra en lucha contra el Ejército Nacional Libio de Haftar (ENL). Por otro lado, el ENL propuso un alto al fuego hasta el 23 de mayo, fecha en que finaliza el Ramadán, festividad religiosa del Islam.
ASIA
Bangladesh reubica Rohinyas en una isla debido al peligro del COVID-19
Continúa en el sur de Asia la crisis de refugiados de la etnia Rohinyá, quienes han sido expulsados forzosamente de Birmania por fuerzas del gobierno y han tenido que estar varados en el mar. Actualmente se han alojado a 29 personas de esa etnia en la isla Bhasan Char para evitar un eventual brote de coronavirus en el Cox’s Bazar, lugar donde está uno de los campos de refugiados más grandes del mundo y hogar para 700.000 rohinyás desplazados. Agencias de ayuda han afirmado que reubicarlos en Bhasan Char “representa un riesgo para los refugiados” debido a que la isla es propensa a inundaciones causadas por los monzones que azotan cada año y siendo este uno de los países con mayor densidad de población en el mundo.