“La crisis económica es el otro plano fundamental de análisis de esta crisis del orden mundial”
Gabriel E. Merino, El mundo después de Ucrania: nueva fase de la crisis global.
Los gigantes asiáticos, India, China e Indonesia, se han convertido en los últimos 20 años en los grandes motores del crecimiento de la economía global. Esto genera importantes cambios geopolíticos, que se traducen en un reordenamiento de las relaciones internacionales. Ante esta realidad, América Latina, Asia y África buscan nuevos mecanismos de cooperación y de desarrollo del comercio.
El 12 y 13 de enero del corriente mes, se realizó la cumbre virtual “La voz del sur global”, cuyo lema fue “Unidos en la voz, unidos en el propósito”. Esta fue convocada por el primer ministro de la India, Narendra Modi, quien ha sabido conducir a este gigantesco país, el segundo más poblado del mundo, por un camino que contempla –casi como una filosofía– una política inclusiva que pretende el desarrollo conjunto del individuo y la nación. Ha explicado el modo de alcanzar esa meta, a través del mantra que repite en varios de sus actos públicos y más recientemente, en el ámbito internacional: Sabka Saath, Sabka Vikas, Sabka Vishwas y Sabka Prayas (“El apoyo de todos, el desarrollo de todos, la fe de todos, el esfuerzo de todos.
Los principales temas tratados en la cumbre refirieren a los efectos de la pandemia, al impacto del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, con su correlativo problema de acceso a los alimentos, fertilizantes y combustibles. Además, se trató la creciente presión de la deuda externa y de la inflación sobre los países en desarrollo.
Ahora bien, ¿qué es el “sur global”?
Ya se hablaba del sur global en 1955 en la Conferencia Internacional de Bandung, en Indonesia, que fue organizada por los líderes de India, Egipto e Indonesia de aquel momento (Nehru, Nasser y Sukarno) para eliminar las asimetrías norte-sur, entre los países del primer mundo y los países de Asia y África. Recordemos que el término “tercer mundo” fue acuñado por el demógrafo y economista francés Alfred Sauvy en 1952 para referirse a aquellos países pobres que no estaban en el mundo desarrollado y tampoco dentro bloque soviético. Se instaló de esa manera un nuevo marco eurocéntrico de referencia para distinguir entre países desarrollados o en vías de desarrollo, que luego se trasladó a la dicotomía norte-sur.
De esa conferencia, saldría el Movimiento de Países No Alineados, los cuales mantendrían una postura neutral frente a los bloques liderados por EE.UU. y la URSS durante la Guerra Fría. Los objetivos de este grupo de países eran: independencia de toda dominación extranjera, autodeterminación, y apoyo total a la soberanía e integridad territorial de las naciones. Esto es interesante, porque de algún modo define el carácter geopolítico de India en más de medio siglo.
Pero a partir de la primera década del siglo XXI, la idea de tercer mundo comenzaba a diluirse y quedar obsoleta, especialmente, tras el surgimiento de los Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) como economías emergentes. Desde el año 2000, China tuvo una tasa del PIB anual por encima de la media mundial, llegando a su pico más alto en el 2007, con una tasa del 14,2%, aunque desde entonces ha bajado bastante. Por su parte, desde 2003 en adelante India tuvo altas tasas de crecimiento con un PIB anual de 7,9%, con el pico más alto en el 2010 con una tasa del 10,3%.
A partir de entonces, el sistema internacional de la post Guerra Fría fue reconfigurándose, abordando un nuevo diálogo sur-sur capaz de ofrecer un marco de acción diferente en política exterior. Esa recategorización de la realidad internacional de Asia, África y América Latina se enmarcaría dentro del concepto de sur global (Delgado Caicedo & Sáenz Peñas, 2013 en: El pensamiento político en las relaciones internacionales en India y su relación con los No Alineados. Los Brics y las relaciones sur-sur, Rafael A Barrera).
Por otra parte, la actual guerra entre Rusia y Ucrania ha mostrado cómo la mayor parte de los Estados que componen el sur global –que conforman las tres cuartas partes de la humanidad– tienen una postura neutral frente a este conflicto, develando el alicaído liderazgo de Estados Unidos y Europa en esta amplísima región.
India y América Latina
El gobierno indio ha destacado su vínculo con Brasil en su trayectoria internacional. En 2022, el comercio bilateral entre ambos casi alcanzó la cifra récord de US$ 15 mil millones, objetivo que se habían planteado ambos Estados cuando Jair Bolsonaro, entonces presidente de Brasil, visitó a Narendra Modi en 2020. India es el quinto mayor socio comercial de Brasil. Por su parte, Suresh K. Reddy, embajador de India en Brasil, expresó el año pasado que el comercio bidireccional entre los dos países ha tenido un crecimiento sin precedentes. Y recalcó que la balanza comercial fue de US$ 1.930 millones a favor de India.
Por su parte, la relación entre India y Argentina favorece a esta última. India importa principalmente oleaginosas, aceites vegetales y otros productos agroindustriales. Pero el principal obstáculo que encuentran los capitales indios para exportar a Argentina es en relación a las barreras no arancelarias vigentes en nuestro vecino país. Por esta razón, el país asiático busca alcanzar y producir nuevos acuerdos comerciales, y así multiplicar sus exportaciones.
Narendra Modi, el líder de un país de 1.393.409.033 de habitantes.
“En el siglo XX, los países desarrollados fueron el motor de la economía mundial. Hoy, el desarrollo de la mayoría de estos países se está desacelerando. Está claro que el crecimiento global en el siglo XXI vendrá a expensas de los países del sur. Si trabajamos juntos, podemos formar una agenda global”.
Las palabras del primer ministro Narendra Modi, en su discurso a los participantes de la cumbre, van en sintonía con esta nueva búsqueda de equilibrio en las relaciones internacionales, basado en la horizontalidad y el cooperativismo entre los Estados. Para quienes no conocen Narendra Modi, se lo podría identificar como el líder que ha puesto a India entre las potencias en ascenso, las que comienzan a cumplir un papel determinante en el orden mundial. Pertenece al Partido Popular Indio (Bharatiya Janata Party) que al día de hoy es el partido político con más afiliados del mundo: 180 millones, frente los 95,1 millones del PC de China (PCCh) y los 48 millones del Partido Demócrata de Estados Unidos, ocupa el cargo de primer ministro desde el 2014.
Desde que asumió el gobierno, ha puesto en marcha una serie de reformas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los habitantes de dicho país. A través de ambiciosos programas, como el Har Ghar Jal Mission y el Jal Jeevan Mission, ha llevado adelante el objetivo de proporcionar conexiones de agua potable a todos los hogares rurales y urbanos de India. También está el plan Ujjwala Yojana, que se implementó en 2016, para distribuir 50 millones de conexiones de gas a los hogares por debajo del umbral de pobreza.
Entre las premisas de su mandato, quizás la más importante de ellas ha sido el cooperativismo.
“A medida que India comienza su presidencia del G20 este año, es natural que nuestro objetivo sea amplificar la Voz del Sur Global. Para nuestra Presidencia del G-20, hemos elegido el tema “Una Tierra, Una Familia, Un Futuro”. Esto está en línea con nuestro espíritu civilizatorio. Creemos que el camino para realizar la “unidad” es a través del desarrollo centrado en el ser humano. Los pueblos del Sur Global ya no deben ser excluidos de los frutos del desarrollo. Juntos debemos intentar rediseñar la gobernanza política y financiera mundial. Esto puede eliminar las desigualdades, ampliar las oportunidades, apoyar el crecimiento y difundir el progreso y la prosperidad”. (Narendra Modi, discurso inaugural de la Cumbre la voz del sur global).
En la cumbre se trataron temas relacionados con: la financiación del desarrollo centrado en las personas, el fortalecimiento de un crecimiento sostenible y favorable al medio ambiente, el desarrollo de una hoja de ruta en materia de seguridad energética, y la cooperación para construir sistemas de salud resilientes. Se recalcó la importancia de realizar sinergias en el sur global: como comercio, tecnología, turismo y recursos. Además, quedó habilitado un espacio de sugerencias para el actual presidente del G20, dándole una voz a aquellos Estados que no conforman este importante grupo.
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