La renuncia del primer ministro generó un quiebre en el partido oficialista, Perú Libre, entre quienes respaldan al presidente Castillo y quienes apoyan al secretario general del partido. Con acusaciones de “traición” y falta de apoyo al mandatario, el nuevo gabinete busca el voto de confianza del Congreso peruano para seguir sus funciones.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de abril de este año en Perú, el maestro y dirigente sindical, Pedro Castillo, fue la sorpresa para los medios al obtener el 18% de los votos y posicionar a Perú Libre como el partido más votado de esos comicios. La tendencia se mantuvo y en la segunda vuelta logró imponerse por un acotado margen al lograr 50,12% en el balotaje ante Keiko Fujimori.
Incluido un recuento que duró varios días en medio de acusaciones de fraude electoral por parte de su rival, quien posteriormente aceptaba el resultado, Castillo inició su gobierno a fines de julio de este año con un gabinete encabezado por Guido Bellido Ugarte, cercano a Cerrón y parte de la línea del partido Perú Libre (PL) basada en el marxismo clásico, según lo publicado en su “Capítulo I” del Ideario y Programa de PL.
Su nombramiento como presidente del Consejo de Ministros estuvo enmarcado en polémicas a nivel nacional debido a estar bajo investigación desde mayo de este año por un presunto delito de “apología del terrorismo” por sus declaraciones en el canal Inka Visión de que los integrantes del Sendero Luminoso son “peruanos que equivocadamente tomaron un camino”. Este grupo terrorista de extrema izquierda tuvo su mayor actividad en el período 1980-2000 y su líder, Abimael Guzmán, falleció el mes pasado.
Con un estilo de choque y polémica en redes sociales, su rol como premier pasó de coordinador a divisor al criticar públicamente a ministros de su mismo gobierno, como lo ocurrido con el canciller peruano, Oscar Maúrtua, con quien ha venido teniendo conflictos que van desde no coincidir públicamente sobre la renovación de la ayuda hecha por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID por sus siglas en inglés, o su visión política sobre Venezuela.
Respecto al nuevo convenio cooperación internacional firmado entre USAID y Perú, Bellido escribió en Twitter: “Imperdonable que el Canciller renueve convenio con la USAID, cómplice de todos los golpes de Estado en América Latina y organismo espía dentro de nuestra patria. Es continuar con el gato en el despensero. Esta política exterior no corresponde a un gobierno de izquierda”.
Luego, ante la situación política de Venezuela enmarcado en el Grupo de Lima y la situación de reconocimiento del gobierno de Nicolás Maduro, Bellido también se expidió por Twitter: “Desmiento afirmación del vicecanciller de no reconocer autoridad legítima en Venezuela, no es la postura del gobierno. Nuestro presidente tuvo una reunión con el presidente Maduro para solucionar crisis migratoria. Si al canciller o su adjunto no les gusta, tienen las puertas abiertas”, concluyó en respuesta a las declaraciones del vicecanciller, Luis Enrique Chávez. Este había afirmado a los medios locales: “En este momento la posición del Perú es que desde el 5 de enero no hay ninguna autoridad legítima en Venezuela”.
Pero Bellido no solo generó polémicas con miembros del gobierno, también se expresó públicamente sobre asuntos nacionales como la posible nacionalización del gas de Camisea en la región de Cusco. “Convocamos a la empresa explotadora y comercializadora del gas de Camisea para renegociar el reparto de utilidades a favor del Estado, caso contrario, optaremos por la recuperación o nacionalización de nuestro yacimiento”, publicó en Twitter volviendo a generar tensión respecto a un tema que fue uno de los ejes de campaña e incluso Castillo luego afirmó públicamente que no nacionalizaría.
Según el sitio web del ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú, Camisea es “la reserva de gas natural más importante del país, es diez veces mayor que cualquier otra descubierta en nuestro territorio y una de las más importantes de Latinoamérica. Sus reservas probadas y probables de gas natural ascienden a 11 trillones de pies cúbicos, con líquidos asociados por alrededor de 600 millones de barriles”.
Renuncia, acusaciones y nuevo gabinete
En un corto video a principios de este mes, Castillo anunció que aceptó la renuncia de Bellido como presidente del Consejo de Ministros y le agradeció por sus servicios prestados a la Nación. “El equilibrio de poderes es el puente entre el Estado de derecho y la democracia. Debe procurar tranquilidad y cohesión en el Gobierno. La cuestión de confianza, la interpelación y la censura, no deberían usarse para crear inestabilidad política”, afirmó antes el mandatario en el video que dice que decidió tomar algunas decisiones “en favor de la gobernabilidad”.
Por su parte Bellido también hizo referencia a esta situación en Twitter al escribir: “Volvemos a la arena donde pertenecemos”, acompañado de una foto de la película Gladiador de Ridley Scott en la que el personaje principal, Máximo Décimo Meridio, está combatiendo en el Coliseo. Además, volverá a ser legislador, luego de pedirle al Congreso el fin de su licencia, de acuerdo a información del diario El Comercio.
Por su parte, Mirtha Vásquez, presidente interino del Congreso en el período 2020-2021, fue la elegida como sucesora de Bellido e inició conversaciones con todos los partidos que integran el Congreso peruano para lograr el voto de confianza al nuevo gabinete, que incluye nuevas figuras de Perú Libre que están enfrentados con Cerrón.
Según El Comercio, la fecha para dicha votación podrá ser el próximo lunes o el miércoles 3 de noviembre. Desde las bases de Perú Libre se le ha acusado de “traidor” a Castillo debido a esta situación y también mencionan que tal acto es una “traición a la patria”, informa el diario La República de Perú.
Cerrón, molesto por la decisión, ha publicado en Twitter un comunicado del partido en que afirma que “Perú Libre no dará voto de confianza al gabinete, anuncia expulsiones y recomposición de su bancada”. En el mismo sostiene que “hubo un giro político del gobierno hacia el centro derechismo” y además el partido declara que las designaciones de Dina Boluarte y Betssy Chávez como ministras de Desarrollo e Inclusión Social y de Trabajo y Promoción del Empleo “no nacen de una propuesta partidaria ni de bancada, sino de actos estrictamente individualistas, por lo que no nos representan.”
Por su parte, Boluarte y Chávez publicaron una carta en respuesta a los dichos de Perú Libre en los cuales declaran que no las “amedrenta la amenaza de expulsión” y llamaron a mejorar las relaciones políticas mediante un llamado “a la madurez política en estas difíciles circunstancias que atraviesa Perú Libre, para que pongamos por delante los intereses de la patria”.
Mientras tanto la bancada de Perú Libre declaró el pasado viernes por Twitter que no asistiría a la reunión de este pasado lunes con Vásquez, excusándose que llegarían a Lima el mismo día por la mañana. Pero llegado el momento, 17 legisladores de Perú Libre se reunieron con la primera ministra y aseguraron su voto de confianza, según El Comercio.
Ayer martes Vásquez mantuvo reuniones con Acción Popular, Partido Morado, Somos Perú, Fuerza Popular, Podemos Perú, Juntos por el Perú y hoy tendrá encuentros con la bancada de Avanza País y Renovación Popular, informó el sitio de noticias Perú21.
TE PUEDE INTERESAR