Durante una conferencia brindada en el foro de debates Valdai, el mandatario ruso, Vladimir Putin destacó la promoción de los valores nacionales y respaldó un mayor rol de los estados en el sistema internacional post pandemia.
¿Cómo se debe organizar el mundo luego de la pandemia de coronavirus? Es una cuestión que las potencias mundiales discuten hace tiempo y las respuestas varían.
El Foro de Davos de este año tuvo como idea central la teoría del “Gran Reinicio”, la cual plantea un cambio sobre las reglas del capitalismo basándose en mayor coordinación entre Estados en distintos temas como acuerdos fiscales y tributarios, igualdad y sostenibilidad además de apostar por energías renovables.
A su vez la Conferencia de Seguridad de Munich fue celebrada bajo el lema “Más allá de Occidente” aceptando la realidad en que el eje de poder se está desplazando hacia Asia. Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y otros discutieron sobre la importancia actual del multilateralismo y el rol de los organismos internacionales en la recuperación de los países.
Recientemente, bajo el título “Reorganización global en el siglo XXI: el individuo, los valores y el Estado” se celebró la edición número 18 del foro internacional del Club Valdai en Rusia. Con una visión basada en reformar la identidad nacional y el actuar del estado como figura central del sistema internacional, un panel de distinguidos académicos y políticos, lanzaron un reporte titulado “La era de la pandemia: Año dos. El futuro ha vuelto” en el cual afirman que “el fin de la historia” de Francis Fukuyama es más un relato impuesta por una visión política producto del final de la Guerra Fría que una realidad en sí y que además está surgiendo un nuevo orden internacional basado totalmente en la negociación interestatal.
“La comunidad internacional avanza hacia un nuevo equilibrio de poder, libre de instituciones o centros de poder poderosos. Lejos de una retirada ordenada, los países buscan constantemente ampliar sus ventajas comparativas. Cualquier cosa puede servir como primera línea o campo de batalla, incluidas las vacunas, los derechos humanos, la economía y los asuntos militares. Las relaciones estratégicas están perdiendo el compromiso táctico. Los conflictos militares, que se han vuelto suicidas para todos los bandos, han sido reemplazados por sanciones y guerras comerciales, y esta sublimación de los enfrentamientos directos en enfrentamientos no militares promete continuar. La transformación económica discutida anteriormente también brinda amplias oportunidades para participar en diversas formas de lucha”, destaca el documento.
“Frágil mundo moderno”
El presidente ruso Vladimir Putin inició su presentación destacando la crisis del modelo post guerra fría, el cual se acentúa con la actual revolución tecnológica que “puede traer grandes oportunidades, pero al mismo tiempo, plantea preguntas filosóficas, morales y espirituales que hasta hace poco eran dominio exclusivo de los escritores de ciencia ficción”, destacó.
“¿Qué pasará si las máquinas superan a los humanos en la capacidad de pensar? ¿Dónde está el límite de interferencia en el cuerpo humano más allá del cual una persona deja de ser ella misma y se convierte en alguna otra entidad? ¿Cuáles son los límites éticos generales en el mundo donde el potencial de la ciencia y las máquinas se está volviendo casi ilimitado? ¿Qué significará esto para cada uno de nosotros, para nuestros descendientes, nuestros descendientes más cercanos, nuestros hijos y nietos?”, interrogó Putin.
Además de destacar el rol estatal en tiempos de pandemia y llamar a que “cualquier orden internacional efectivo” tenga en cuenta los intereses y capacidades del Estado, Putin declaró que “es imposible imponer nada a nadie, ya sean los principios subyacentes a la estructura sociopolítica o los valores que alguien”. Sobre el tema valores afirmó que son “un producto único del desarrollo cultural e histórico de cualquier nación” y que el intento de forzar el cambio de valores propios puede generar una respuesta opuesta, poniendo como ejemplo lo que ocurre según Putin en Estados Unidos y en Europa Occidental. Esto, acorde al mandatario “no es de su incumbencia y se están manteniendo fuera de ello”.
Para el presidente ruso “no es nuevo” el intento de “eliminación agresiva de páginas enteras de su propia historia” junto a renunciar a las nociones tradicionales de “madre, padre, familia e incluso género” ´por parte de quienes creen que van de camino a la construcción de la renovación social.
Seguidamente comparó la situación con lo ocurrido en su país luego de la Revolución de Bolchevique de noviembre de 1917. “Los bolcheviques, apoyándose en los dogmas de Marx y Engels, también dijeron que cambiarían las formas y costumbres existentes y no solo las políticas y económicas, sino la noción misma de la moral humana y los fundamentos de una sociedad sana. La destrucción de los valores ancestrales, la religión y las relaciones entre las personas, hasta e incluyendo el rechazo total de la familia (también lo tuvimos), el estímulo para informar sobre los seres queridos, todo esto fue proclamado progreso y, por cierto, fue En aquel entonces era ampliamente apoyado en todo el mundo y estaba bastante de moda, al igual que hoy. Por cierto, los bolcheviques eran absolutamente intolerantes con opiniones distintas de las suyas” sostuvo Putin.
Además, entre las similitudes históricas entre la actualidad y los métodos comunistas, Putin destacó: “En varios países occidentales, el debate sobre los derechos de hombres y mujeres se ha convertido en una fantasmagoría perfecta. Mire, tenga cuidado de ir a donde los bolcheviques alguna vez planearon ir, no solo comunalizando pollos, sino también comunalizando a las mujeres. Un paso más y estarás ahí”.
Mientras que también analizó los intentos modificación del lenguaje y su intento de imposición: “Los fanáticos de estos nuevos enfoques llegan incluso a querer abolir estos conceptos por completo. Cualquiera que se atreva a mencionar que los hombres y las mujeres existen realmente, lo cual es un hecho biológico, corre el riesgo de ser condenado al ostracismo”. “Padre número uno” y “padre número dos”, “padre biológico” en lugar de “madre” y “leche materna” reemplazando a la “leche materna” porque podría molestar a las personas que no están seguras de su propio género. Repito, esto no es nada nuevo; En la década de 1920, los llamados Kulturtraegers soviéticos también inventaron un nuevo lenguaje creyendo que estaban creando una nueva conciencia y cambiando los valores de esa manera. Y, como ya he dicho, hicieron tanto lío que a veces todavía uno se estremece.”
Sobre la lucha contra el racismo, Putin destacó que “es una causa noble y necesaria” pero la nueva “cultura de cancelación” la ha convertido en “discriminación inversa”. “El énfasis obsesivo en la raza está dividiendo aún más a las personas, cuando los verdaderos luchadores por los derechos civiles soñaban precisamente con borrar las diferencias y negarse a dividir a las personas por el color de piel” destacó mientras que citó al pastor y activista civil Martin Luther King: “Tengo un sueño de que mis cuatro hijos pequeños algún día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por su carácter”.
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