“El reconocimiento a las repúblicas es dentro de los límites en que se autoproclamaron”, afirmó el secretario de Prensa ruso, Dmitry Peskov. Temiendo una guerra con Ucrania y su impacto regional, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió de urgencia en las últimas horas, con distintas posturas entre llamados al diálogo y anuncio de sanciones a Moscú.
Para entender el conflicto en Ucrania, que ya lleva más de 8 años, se debe entender la situación desde la geografía, ciencia que ha sido y será determinante para condicionar la realidad de los países, incluso por encima de la globalización.
En su libro “La venganza de la geografía: cómo los mapas condicionan el destino de las naciones” el escritor estadounidense Robert Kaplan explica cómo las llanuras, los mares, las estepas y las montañas condicionan la vida de los pueblos, como así el desarrollo de los Estados y sus intereses y formas de protección. Sobre Rusia y Europa del Este menciona: “Desde los Cárpatos, al oeste, hasta la meseta central siberiana, al este, no hay nada más que llanuras de tierras bajas, con los Urales en medio, que constituyen una pequeña erupción en este paisaje monótono de dimensiones continentales”, situación que desde los siglos ha sido un factor en distintas invasiones desde la Horda de Oro del Imperio Mongol, pasando por Napoleón en 1812 o la Operación Barbarroja a partir de 1941 por parte de la Alemania Nazi y sus aliados en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Estos hechos han influido en el punto de vista ruso sobre las necesidades geográficas de la expansión, las alianzas o influencias en regiones como Europa del Este o Asia Central a modo de tener barreras frente a posibles ataques en esas direcciones. Al finalizar la Guerra Fría y caer el bloque socialista –incluido el Pacto de Varsovia–, Rusia y Estados Unidos comenzaron a negociar ciertas garantías de seguridad para la región y para el Estado ruso, entre ellas el desarme nuclear de Ucrania, nuevo Estado que por un momento fue una potencia en ese aspecto debido a la cantidad de armamento nuclear de la era soviética.
Pero el tema más importante fue la petición del gobierno soviético (Gorbachov) y luego ruso (Yeltsin) de que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) no se expandiera al este. Pero esto no se cumplió y desde el año 1990 se sumaron 15 países a la alianza atlántica, situación que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, actualmente crítica y además pide que la OTAN desestime el posible ingreso de Ucrania y Georgia.
Por su parte, Estados Unidos, con una posición más férrea, respalda a la OTAN y al actual gobierno ucraniano, que ha tenido un gran cambio político desde las manifestaciones del Euromaidán de 2014 y la caída del entonces presidente Viktor Yanukovich (proruso), para luego llegar al poder Petro Poroshenko (prooccidente) en las elecciones de ese mismo año y desde 2019 está Volodimir Zelenski, también de corte prooccidental.
En este contexto de protestas en 2014, tanto a favor de occidente como las contraprotestas rusas en el este del país, es que se da inicio a la Guerra del Donbás, que incluye a las regiones de Donetsk y Lugansk, donde grupos locales proclaman de facto la independencia y mantienen combates con el ejército ucraniano. Ese mismo año realizan un referéndum de independencia, el cual gana por mayoría, pero no es reconocido mayoritariamente a nivel internacional.
Reconocimiento ruso
En un contexto de meses de negociaciones infructuosas entre Rusia y Estados Unidos para lograr cambios en el sistema de seguridad colectivo en Europa del Este, con el posterior intento francés y alemán de mayor diplomacia con Rusia retomando el formato del Cuarteto de Normandía (Francia, Alemania, Rusia y Ucrania) sumado a los ejercicios militares rusos hechos en su territorio y en Bielorrusia, se dio el reconocimiento de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk por parte de Rusia.
La semana pasada la Duma Estatal, cámara baja del Parlamento, votó para pedirle a Putin que reconociera formalmente a Lugansk y Donetsk como Estados independientes. Con una votación mayoritaria a favor, se pasó a aprobar una ley el pasado lunes sobre este tema, que el presidente ruso luego aprobó. Minutos antes de la firma de documentos, Putin realizó un discurso sobre la situación de Ucrania, la importancia de la misma para Rusia y la historia del país vecino.
“Me gustaría enfatizar nuevamente que Ucrania no es solo un país vecino para nosotros. Es parte inalienable de nuestra propia historia, cultura y espacio espiritual. Estos son nuestros camaradas, los más queridos para nosotros; no solo colegas, amigos y personas que alguna vez sirvieron juntos, sino también parientes, personas unidas por sangre, por lazos familiares”, menciona Putin para seguir hablando de los orígenes de Ucrania como República moderna.
“Después de la Revolución de Octubre de 1917 y la guerra civil posterior, los bolcheviques se propusieron crear un nuevo Estado. Tenían desacuerdos bastante serios entre ellos sobre este punto. En 1922, Stalin ocupó los cargos de Secretario General del Partido Comunista Ruso (bolcheviques) y Comisario del Pueblo para Asuntos Étnicos. Sugirió construir el país sobre los principios de la autonomización, es decir, otorgar a las repúblicas, las futuras entidades administrativas y territoriales, amplios poderes al unirse a un Estado unificado. Lenin criticó este plan y sugirió hacer concesiones a los nacionalistas, a quienes llamó ‘independientes’ en ese momento. (…) “En realidad, como ya he dicho, la Ucrania soviética es el resultado de la política de los bolcheviques y puede llamarse legítimamente ‘la Ucrania de Vladimir Lenin’. Él fue su creador y arquitecto. Esto está completa y exhaustivamente corroborado por documentos de archivo, incluidas las duras instrucciones de Lenin con respecto a Donbass, que en realidad fue empujado a Ucrania. Y hoy la ‘descendencia agradecida’ ha volcado monumentos a Lenin en Ucrania. Lo llaman descomunización. (…) ¿Quieren la descomunización? Muy bien, esto nos queda muy bien. Pero, ¿por qué detenerse a mitad de camino? Estamos listos para mostrar lo que significaría una descomunización real para Ucrania”, afirmó el presidente ruso y afirmó que la caída de la URSS fue debido a “los errores históricos y estratégicos de los líderes bolcheviques y de la dirección del PCUS, errores cometidos en diferentes momentos en la construcción del Estado y en las políticas económicas y étnicas”.
Luego pasó a destacar la cooperación post URSS y destacó que en el año 2011 el comercio con Ucrania pasaba los US$ 50 mil millones, mientras que en 2019 el comercio de dicho país con la Unión Europea era más bajo que esta cifra. Además Putin comentó que el posible ingreso de Ucrania a la OTAN sería una “amenaza directa” a la seguridad rusa.
Luego del discurso y según un comunicado de prensa del Kremlin, Putin y el líder de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, firmaron un Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua entre ambos Estados. Lo mismo hizo con Leonid Pasechnik, líder de la República Popular de Lugansk.
Cabe destacar que el reconocimiento ruso a las repúblicas es dentro de los límites en que se autoproclamaron, según declaraciones del secretario de prensa del gobierno, Dmitry Peskov, a la agencia de noticias rusas TASS. Las repúblicas solo abarcan casi la mitad de la zona geográfica Donetsk y Lugansk, la otra parte sigue bajo dominio y soberanía ucraniana. Pero por su parte Putin destacó que: “¿Dentro de qué fronteras reconoceremos a estas repúblicas? Pero las reconocimos, lo que significa que reconocimos todos sus documentos fundamentales, incluida la constitución. Y la constitución detalla las fronteras dentro de las regiones de Donetsk y Luhansk en un momento en que formaban parte de Ucrania”.
Por su parte ayer martes la cámara alta del parlamento ruso autorizó por unanimidad a Putin sobre el uso de las Fuerzas Armadas en operaciones fuera del país. Esto se da en el marco del envío de tropas en operación de paz a Lugansk y Donetsk.
Repercusiones regionales e internacionales
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky afirmó en un video el lunes: “Haremos todo lo que podamos en esta situación para mantenernos de la misma manera. (…) Estamos dedicados a una situación diplomática pacífica y seguiremos este y único camino”. Además resaltó que “No tenemos miedo de nada o nadie, no le debemos nada a nadie y no le daremos nada a nadie”.
Según el medio húngaro ucraniano Karpathir la parte la Federación Cultural Húngara de Transcarpatia, que es el mayor grupo de la minoría húngara en el país, afirmó: “En la era de las armas nucleares, los conflictos acumulados no pueden resolverse por la fuerza. Hacemos un llamado a los líderes de las grandes potencias y al gobierno ucraniano para que hagan todo lo posible para evitar la guerra y resolver los problemas de manera pacífica”. También criticaron las leyes aprobadas por el gobierno central del país que reducen los derechos de los húngaros: “Las leyes de Ucrania aprobadas en los últimos años no permiten la implementación de los tratados internacionales concluidos por nuestro país en el campo de la protección de las minorías. Creemos que restaurar los derechos lingüísticos y educativos de las minorías ucranianas podría contribuir significativamente al mantenimiento de la paz y la estabilidad”.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron condenó a Rusia y escribió en Twitter: “Al reconocer las regiones separatistas del este de Ucrania, Rusia está violando sus compromisos y socavando la soberanía de Ucrania. Condeno esta decisión. Llamé a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU y las sanciones europeas”. El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken afirmó: “El reconocimiento por parte del Kremlin de las llamadas ‘Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk’ como ‘independientes’ requiere una respuesta rápida y firme, y tomaremos las medidas apropiadas en coordinación con los socios”.
Desde Alemania el Canciller Olaf Scholz afirmó también en Twitter: “La decisión de ayer sobre Ucrania por parte del presidente ruso es una grave violación del derecho internacional. Debe respetarse la integridad territorial y la soberanía de cada país. Nuestra reacción internacional estará bien coordinada, dirigida y basada en consultas estrechas”. Luego en otro tweet comentó sobre la situación del gasoducto ruso germano Nord Stream 2: “Ha habido un cambio dramático en la situación y ahora debemos reevaluar; esto incluirá #NordStream2. He pedido a nuestro Ministerio de Asuntos Económicos que realice un nuevo análisis de la seguridad del suministro energético. En las circunstancias actuales, la certificación no es posible”. El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, respondió en Twitter: “El canciller alemán Olaf Scholz ha emitido una orden para detener el proceso de certificación del gasoducto Nord Stream 2. Bien. ¡Bienvenido al nuevo mundo feliz donde los europeos muy pronto pagarán 2.000 euros por 1.000 metros cúbicos de gas natural!”.
Mientras que en este lunes pasado, a pedido de Ucrania, se mantuvo una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y varios países se expresaron sobre la situación pidiendo calma y mayor esfuerzo diplomático. Según la Agencia Brasil, el embajador representante permanente de Brasil en la ONU, Ronaldo Costa Filho, dijo: “En las circunstancias actuales, nosotros en este consejo, en representación de la comunidad internacional, debemos reiterar nuestro llamado a la desescalada inmediata y nuestro firme compromiso de apoyar los esfuerzos políticos y diplomáticos para crear las condiciones para una solución pacífica a esta crisis. (…) Un objetivo ineludible al principio es un alto el fuego inmediato, con la retirada total de tropas y equipo militar del territorio. Tal retirada militar será un paso clave para generar confianza entre las partes, fortalecer la diplomacia y buscar una solución sostenible a la crisis”.
A nivel económico esta crisis ha generado que los precios del petróleo Brent llegue a casi 100 dólares por barril, su precio más alto desde el año 2014 según la agencia TASS.
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