A pesar de que el mundo está paralizado por el coronavirus, el gigante euroasiático, renegocia con Estados Unidos el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas y apunta a reformar el sistema internacional.
El inicio de este año trajo grandes dificultades para Rusia, quien tuvo sus primeros casos de COVID-19 a finales de Enero, virus que en los meses siguientes se convertiría en una pandemia a nivel mundial. Las cuarentenas que varios países aplicaron en sus territorios generaron una baja del consumo de combustibles y petróleo afectando los ingresos rusos debido a que estos son algunos de los productos que más exportan. Además de eso, en el plano internacional, hubo una guerra de precios de petróleo con Arabia Saudita debido a la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la producción. Algo que duró un mes hasta que se acordó entre la OPEP y otros países productores reducir la oferta de crudo, llegando a lograr la paz económica entre el quienes son el segundo y tercer país con mayor productor de dicho recurso. Pero luego de esto también se ha logrado tener acercamientos con otros países, como por ejemplo Estados Unidos, con quien la semana pasada en Viena se han reunido representantes de ambas potencias para comenzar a renegociar el nuevo tratado START, que teniendo sus siglas en inglés significa: Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. Este acuerdo es el único pacto de control de armas nucleares entre ambos países que aún está vigente luego de que Washington y Moscú se retiraran el año pasado del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, el cual entró en vigencia en 1988. De no lograr un acuerdo no habría más limitaciones legales sobre las armas nucleares rusas y estadounidenses por primera vez en más de 40 años.
El nuevo START fue firmado por el entonces presidente norteamericano, Barack Obama y su homólogo ruso, Dmitry Medvedev, el cual fuerza a que ambas naciones tengan menos de 1550 ojivas nucleares desplegadas y no más de 700 misiles y bombarderos desplegados. Por ejemplo Estados Unidos mantiene armamento nuclear no solo en su territorio sino que en países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como Bélgica, Países Bajos, Alemania, Italia y Turquía. Según la organización estadounidense Arms Control Association, Estados Unidos y Rusia tienen más del 85% de las armas nucleares a nivel mundial. Este acuerdo incluye medidas como inspecciones en los sitios donde están las armas, intercambio de información relacionado a las ojivas y las instalaciones ofensivas estratégicas además de disposiciones para facilitar el uso de medios técnicos nacionales para el monitoreo del cumplimiento del acuerdo. La única cuestión es que el nuevo START entró en vigencia en febrero de 2011 y finalizará en febrero del año próximo. Rusia por su parte ha demostrado interés en renovarlo pero Estados Unidos insiste en que China sea parte de las conversaciones y realizar una cumbre trilateral. Incluso el Enviado Especial para el Control de Armas del Estados Unidos, Marshall Billingslea, ha escrito en su cuenta de Twitter que “Beijing aún se esconde detrás de su ‘gran muralla de secretos’ en su desplome nuclear, y muchas otras cosas”. Semanas antes el Ministerio de Relaciones Exteriores de China respondió mediante un comunicado de prensa las anteriores declaraciones de Billingslea en las cuales el enviado estadounidense afirmaba que “China acaba de decir que no tiene intención de participar en negociaciones trilaterales. Debería reconsiderarlo. Lograr status de potencia requiere comportarse con una gran responsabilidad de poder”. La vocera Hua Chunying declaró que “China tiene arsenales nucleares mucho más pequeños en comparación con los Estados Unidos y Rusia. Estados Unidos debería reducir drásticamente su arsenal de armas nucleares, creando condiciones para que otros estados con armas nucleares se unan a las conversaciones multilaterales de desarme nuclear”. Actualmente China tiene 290 ojivas nucleares acorde a Arms Control Association.
Estados Unidos y Rusia tienen más del 85% de las armas nucleares a nivel mundial
A nivel nacional, el presidente ruso, Vladimir Putin no permite ni que la pandemia de coronavirus, que ha causado más de 600.000 casos positivos, impidiera el 75 aniversario del Día de la Victoria, celebración de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania Nazi durante Segunda Guerra Mundial o como se le denominó en Rusia, la Gran Guerra Patria. La fecha usual es el 9 de Mayo, pero debido al COVID-19 se celebró el pasado miércoles en donde se hizo el típico desfile militar y varios mandatarios como Aleksandr Lukashenko de Bielorrusia, Igor Dodon de Moldavia y Emomali Rahmon de Tayikistán se hicieron presentes. Por tal fecha, Putin publicó un artículo en la revista de asuntos internacionales “The National Interest” titulado: “Las verdaderas lecciones del 75 aniversario de la Segunda Guerra Mundial”. En el mismo habla de la necesidad por el amor a su patria mediante que las viejas generaciones le pasen a las nuevas estos valores además de la crisis de los organismos internacionales luego de la primera guerra mundial, poniendo de ejemplo a la Sociedad de Naciones. Pero lo más importante es el llamado a recordar la creación del sistema internacional post segunda guerra mundial, el cual lo ejemplifica con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y mediante la capacidad de veto de los miembros permanentes (Francia, Estados Unidos, Rusia, China y Reino Unido). Putin llama a que esos países puedan mantener un rol de liderazgo en el medio de un mundo que lleva muchos cambios. Así llama “a la brevedad” una cumbre entre los mandatarios de esas cinco naciones, persiguiendo un sistema internacional que fue en su entonces bipolar, lo cual no contrasta con la actualidad en donde vemos un sistema multipolar en que países como India, Pakistán, Indonesia, Turquía y otros tienen mayor relevancia, siendo además que los dos primeros países mencionados también poseen armamento nuclear.