Nuevo presidente, nuevas tácticas. Así parecen describirse los primeros dos meses del comediante devenido en político y actual presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien ha comenzado con amplios cambios. Su ascenso en la política fue algo inusual. Se catapultó como estrella del programa de televisión de humor satírico “Servidor del Pueblo”, en el que un profesor, al que sus estudiantes publicaban en las redes sociales sus discursos políticos, se convertía en presidente. Luego los productores del programa crearon el partido con el mismo nombre, Servidor del Pueblo, con Zelenski como candidato.
Desde un principio fue el candidato favorito en las encuestas y en las elecciones de mayo pasado arrasó con una victoria contundente al cosechar más del 70% de los votos. Como outsider y con un discurso anticorrupción en contra de las élites políticas convenció a un electorado cansado por la incapacidad de la dirigencia de poner fin al conflicto con los separatistas en el este de Ucrania y los escándalos de enriquecimiento ilícito de varios gobernantes, entre ellos del ex presidente Petro Poroshenko. La habilidad de Zelenski de poder hablar tanto en ucraniano como en ruso le ha favorecido ampliamente, sobre todo en una época marcada por la reafirmación de la identidad y el nacionalismo derivado del conflicto separatista, en que ser bilingüe será una gran herramienta para solucionar las tensiones internas y con Rusia.
El veloz ascenso de la carrera política de Zelenski comenzó casi como un chiste, el cual ahora debe empezar a ponerse serio. El actual presidente tiene por delante grandes desafíos por resolver como la guerra en Donbás y la situación respecto a Crimea. Zelenski no ha perdido tiempo y el pasado 8 de julio invitó al presidente ruso, Vladimir Putin, a retomar las conversaciones bajo la intermediación de Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido. “Necesitamos conversar, debemos discutir a quién le pertenece Crimea y quién no está presente en el Donbás”, afirmó el mandatario ucraniano en un video publicado en su cuenta oficial de Facebook. “Todos los aliados de Ucrania estaban en contra de que llamara a Putin. He decidido llamarlo debido a que este tema concierne, primero y únicamente a Ucrania y a sus ciudadanos. Por lo tanto, nosotros debemos agradecer a nuestros aliados en Occidente, pero debemos tener nuestra propia opinión”, agregó.
Luego, para sorpresa de muchos, el pasado 11 de julio Zelenski llamó a Putin con el propósito de discutir el intercambio de prisioneros de guerra, así como de los marineros ucranianos detenidos por intentar cruzar las aguas territoriales rusas en 2018. Para el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, precisamente el primer paso hacia la normalización de las relaciones entre Moscú y Kiev podría ser el regreso a Rusia del jefe de la agencia de noticias RIA Novosti en Ucrania, Kyrylo Vyshynsky. En primavera de 2014, Vyshynsky visitó Crimea luego de ser anexada, por lo cual fue detenido en mayo de 2018 y podría ser condenado a 15 años de prisión. Del otro lado, Oleg Sentsov, un cineasta ucraniano detenido en Crimea en 2014, fue acusado por las autoridades rusas de actos terroristas y en agosto de 2015 fue sentenciado por un jurado en Rostov del Don a 20 años de prisión. Los acercamientos han seguido y el gobierno de Ucrania ha propuesto avanzar en la liberación simultánea de Vyshynsky y Sentsov, como muestra de buena voluntad.
Han ocurrido varios años de estancamiento de los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, que sentaron las bases para una solución política del conflicto en el este de Ucrania, pero no han derivado aún en cese total de la violencia, cuyo balance la ONU estima en más de 12.000 muertos. Las conversaciones fueron retomadas en 2015 bajo el nombre de Minsk II, supervisados por la Organización para la seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) e involucraron a Rusia y Ucrania, siendo Alemania, Francia y Bielorrusia intermediarios en el acuerdo. Una buena noticia fue la tregua acordada por el Grupo de Contacto Trilateral -Rusia, Ucrania y la OSCE- luego de una reunión en la capital bielorrusa, que entró en vigor el pasado domingo, el mismo día en que Ucrania celebró elecciones parlamentarias.
Respaldo parlamentario para Zelenski
Las elecciones han traído el fuerte respaldo electoral que el presidente Zelenski necesitaba. El partido Servidor del Pueblo ha cosechado más del 42% de los votos, obteniendo la mayoría parlamentaria que necesitaba para realizar las reformas políticas que ha prometido, como poder realizar juicios políticos al presidente y eliminar la inmunidad parlamentaria. También podrá elegir con total libertad al Primer Ministro, que, según Zelenski “debe ser un economista”.
Esta ha sido la cantidad más alta de votos que ha conseguido un partido político en Ucrania desde que obtuvo su independencia en 1991 luego de la caída de la Unión Soviética.