“Así como en el 2004, el pueblo uruguayo votó por el cambio y le dio el triunfo al Frente Amplio(FA), en este 2019 votará por el cambio, y sacará del gobierno al FA”, sostuvo Guido Manini Ríos, candidato a la presidencia por Cabildo Abierto.
La propuesta de CA abierto acerca de crear la figura de los “serenazgos” utilizando retirados militares, ha despertado críticas, y esa ironía tan característica a los intelectuales -y símiles- de izquierda. Como bien dicen los impulsores de la propuesta, ya existen los serenazgos privados, en barrios donde los vecinos en forma privada pueden costear el mantenimiento de una garita y guardia particular.
Obviamente, quién está conforme con este statuquo de inseguridad instaurado en nuestro Uruguay, no va a votar a Cabildo Abierto.
No es fácil conformarse con aplaudir los mega operativos del Ministerio del Interior, en zonas de asentamientos, con su vocero estrella el sociólogo devenido en experto en políticas de seguridad, donde abundan los anuncios rimbombantes, pero pasando raya, en la enorme mayoría de esos despliegues rimbombantes no aparecen ni arsenales ni cantidades significativas de drogas. Solo logran que sean formalizadas cuatro o cinco señoras, por estar colgadas a la luz sin pagar recibos u obtienen agua de OSE en forma clandestina.
Son una muestra mas de ineficiencia en el manejo de los recursos estatales, esta vez aplicados a la faz policial. Los muy magros resultados son elocuente prueba de ello, movilizando más de un centenar de policías, causándole molestias y afectaciones a los derechos de los vecinos honestos del lugar (la enorme mayoría), y, pasado el cernidor; ¿usualmente los resultados no son mas que algunas doñas enjuiciadas por robo de energía, algún pequeño dealer, o algún delito de receptación que haya sido pescado al voleo, para eso tanto despliegue? Frente a hechos tan distintos, como la fuga de un Morabito, frente al alarmante índice de homicidios que registra nuestro país, y el no menos asombroso número de policías asesinados este año, ¿se puede mantener la postura soberbia (cuando no burlona), y siempre carente de la más mínima autocrítica por parte del vocero estrella? ¿Como sociedad precisamos apostar a otro lustro más del ministro Bonomi, para seguir ensayando? ¿¡Qué necesidad!?
1830 y el voto censitario: solo algunos tendrían que votar…
Estos días, escuchamos a analistas poner énfasis en que los votantes de CA en su mayoría son de extracción social baja o media baja. Algunos, utilizan el dato, para tildar de “populista” al novel partido. Parece que hasta lo mencionaran con cierta sensación de impotencia, pues si esos votantes sienten pertenencia al marketinero Mujica, ¡ahí ya no es más populista!, muta por ser el despertar de clase que sigue al mesías rumbo al paraíso (pero en la tierra). Ese doble discurso, en torno a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, no es novedoso en el imaginario de las izquierdas locales. Si no le siguen el apunte a su proyecto son calificados de “lumpen”, en cambio son los protagonistas de la rueda de la historia, cuando les dan el voto. Mucha soberbia, agravada al tomarle el gusto a la burocracia. Ellos hablan de cambios, ahora habrá que cambiarlos a ellos.