Unas líneas para los jóvenes
En estos últimos tiempos que hemos visto con asombro y estupor como la izquierda perversa ha lanzado una campaña para adoctrinar e ideologizar a la juventud, con la cátedra Fidel Castro, con el relato mentiroso sobre los acontecimientos de los años 60 y 70 y con el simposio sobre los “cien años del triunfo rojo”, creo oportuno dedicarles algunas líneas, no para dictar cátedra, sino para reflexionar sobre las vida y que se sientan acompañados por nosotros y no se dejen arrastrar por cualquiera.
Hace ya unos años se llamaba a los adolescentes, “Mostacilla”, nunca supe la razón. Hoy imagino que porque la mostaza desde antiguo es un revulsivo e irritante, que es la característica de la adolescencia vista con ojos de adulto.
Va para ustedes una sugerencia, es la edad en que uno se rebela, busca sus propios códigos idiomáticos, sus propias costumbres y hasta vestimentas en busca de afirmar su individualismo y su personalidad “acá estoy yo, si le gusta bien y sino mala suerte”.
¿Por qué entonces, no distinguirse por lo “más mejor” en vez de confundirse con los peores?, por ejemplo: para comenzar por lo más fácil, ¿por qué no sentarse en una silla o sillón en lugar de desparramarse como un gato o perro?, ¿por qué tomar del pico de la botella cuando hay vasos?, ¿Por qué ignorar todo, cuando no duele saber algo?
…¡Y el parlante en la oreja a todo volumen!, por supuesto no saben nada del trauma acústico y que es irreversible: para no mencionar el respeto por los otros, es feo ser sordo a los 30, pero “sordo tapia”.
Les aseguro que los mayores no pueden creer esas actitudes, y sus congéneres tampoco: quedan con la boca abierta.
Hay muchísimos borregos que van a seguir la manada, pero algunos se van a distinguir del resto, no van a ser iguales a la masa, recuerden que “la cabra al monte tira”, y después de unos años van a volver a donde salieron, solitos, siempre fue así: “hasta la hacienda bagüala cae al jagüel con la seca”.
Lo malo será que entre ida y vuelta no se les gaste la vida, el tiempo no retrocede. Reemplacen la fácil por la que es mejor. Eso sí diferencia, distingue.
El esfuerzo no mata, mejora mucho la pinta. Lo que mata es no hacerlo, se vuelven fofos, blandos, un asco.
Sean Uds. mismos, respétense y hagan que los respeten, no dejen que los encierren en corrales ideológicos y morales ajenos a nuestros valores y estilo de vida.
Jorge Azar Gómez
Ex representante de Uruguay ante ONU
“Democracia y nacionalismo” de La Mañana del 21 de agosto
Sr. Director:
En el pasado número de La Mañana se publicaron afirmaciones mías sobre el general Charles De Gaulle que merecieron una precisión de la Redacción. Más allá de los elogiosos conceptos hacia mi persona, deseo agregar que no discrepo en general con lo afirmado por la Redacción, mi cuestionamiento se refería al aporte exclusivamente bélico de las tropas de la llamada Francia Libre en la segunda guerra mundial.
Sin perjuicio de lo anterior, aprovecho para señalar que afirmé que el legítimo gobierno de Francia cuando el general De Gaulle partió a Londres en el mes de junio de 1940 era el del Mariscal Petain, cosa que reafirmo ahora, pero aclarando que dicha legitimidad terminó entre el 8 y el 11 de noviembre de 1942 cuando los anglo-norteamericanos desembarcaron en África del Norte y los alemanes ( con la lenta colaboración de los italianos) respondieron invadiendo el territorio no ocupado de Francia.
Muy atentamente,
Dr. César Eduardo Fontana
C.I. 1.060.462-0
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