Hay dos términos que se utilizan en nuestra sociedad con una baja significación: el Control y Previsión.
Hay muchos ejemplos ilustrativos, pero uno de ellos puede ser el penoso incendio ocurrido hace 2 años en el importante centro comercial de nuestro principal destino turístico de Maldonado, cuando por parte de la Dirección Nacional de Bomberos, se constatan las carencias de equipamientos aptos para el combate del fuego en altura. Se puede hablar de causas fortuitas pero tambien por la falta de previsión y control.
Sin duda el incendio fue una leccón aprendida para muchos., sobre la necesidad y el deber de hacer las cosas bien, priorizando los riesgos en funcion del impacto prinicipal que es el humano.
Hace pocos días, la prensa informa que el Gobierno Departamental, no el Nacional, asumió la responsabilidad de brindar el equipo adecuado para estas contingencias, de primera generación y único en el país, al Destacamento de Bomberos de su Departamento
Los eventos catastróficos de baja probabilidad y alto impacto suceden y siempre hay un responsible. Es quien debe tomar las máximas previsiones para disminuir la exposición. Algo que es tan simple, resulta difícil de materializar en nuestro entorno.
Ante el evento sísmico del año pasado tuve la oportunidad de entrevistarme con los Científicos Sismológicos más calificados del país. Para nosotros, este tipo de eventos también son asunto de la Seguridad y la Protección y para determinar las previsiones necesarias, debemos conocer los posibles impactos humanos y activos que conlleva.
Para mi sorpresa, me entero durante las entrevistas que gran parte de los instrumentos de medición que se encuentran desplegados en el territorio, son propiedad de los científicos o prestados por Universidades de Brasil. Esta situación, es una muestra más del país de la imprevisión que no queremos.
¿ Y qué puede pasar? Es la pregunta frecuente y muy uruguaya por cierto, que recibo cuando trabajo asesorando sobre seguridad y riesgos.
Existe la tendencia de considerar que la seguridad, el control y las previsiones son un gasto y no una inversión, enfocándolos en el Centro de Gastos y no en el Centro de Producción, aunque sea la actividad que habilite la continuidad del trabajo y la producción. Por ese lado vienen las imprevisiones, apoyadas en el famoso Dilema del Costo. Eso pasó en el incendio y eso pasa con los sismos en Uruguay. Generalmente se tiene una baja percepción del riesgo y de los costos de los impactos.
Nuestro liderazgo político y corporativo tiene una fuerte tendencia a pasar por alto amenazas claras y predecibles. En los modelos matemáticos, nuestros científico en sismología advierten la ocurrencia de un sismo de grado 6 en nuestro país, y nadie ha tomado previsiones aún.
Hace un poco más de un año, mientras investigaba y reunía información sobre las actuales y futuras amenazas que afectan a la sociedad y a las empresas, encontré la interesante publicación de Michele Wucker. “El rinoceronte Gris, Cómo reconocer y actuar sobre los peligros obvios que ignoramos”, Editado en 2016 por McMillan Corporate
La autora estaounidense es reconocida por sus aportes en la toma de decisiones estratégicas y gestión del riesgo. Popularizó el concepto de “rinocerontes grises”, refiriéndose a los eventos previsibles, pero ignorados, con impactos significativos.
En su libro “Los Rinocerontes Grises”, Wucker examina la tendencia de pasar por alto amenazas evidentes y prevenibles hasta que se convierten en crisis. Utiliza casos reales para ilustrar cómo las organizaciones y personas pueden ser más efectivas al reconocer y abordar estos riesgos antes de volverse insuperables. La obra destaca la importancia de la prevención y preparación en la toma de decisiones estratégicas.
Uno de los más importantes Grupos de Analistas Estratégicos a nivel mundial como lo es el Eurasia Group, lo adjetiva como algo “vital” para las empresas y los países. Ian Bremmer, su presidente, sostiene que “El rinoceronte gris sirve como reorientación crítica de la estrategia de gestión de crisis y la formulación de políticas.”
Wucker clasifica las amenazas en cuatro tipos. Los Rinocerontes Grises (evidentes pero ignorados), Rinocerontes Negros (imprevisibles pero impactantes), Elefantes en la Habitación (visibles pero ignorados) y Cisnes Negros (improbables y sorprendentes).
En la gestión de riesgos empresariales, se aboga por la identificación proactiva de los rinocerontes grises, proponiendo una cultura de preparación, toma de decisiones conscientes del riesgo y resiliencia para abordar riesgos previsibles e imprevistos, mejorando la capacidad de anticipar y mitigar impactos negativos.
En el Estado radica el deber de protección y es algo obvio que debería estar alerta, estudiando todos estos posibles eventos y planificando estratégicamente, así como aplicar y respaldar presupuestalmente todas estas previsiones. “Alguien” debería estar pensando mas allá de lo cotidiano para buscar nuevas visiones y puntos de vista.
Por ejemplo, durante el verano son más probables las escaladas de incendios forestales como ya ha sucedido. Aunque es de esperar que luego de los devastadores incendios en los Departamentos de Paysandú y Río Negro, las previsiones tomadas por los agentes privados y estatales permitan enfrentar y mitigar mejor estas contingencias, se debe considerar que las capacidades a nivel del Estado, distan mucho de lo deseado y necesario. Aspectos que también quedaron evidenciados en el incendio del Centro Comercial de Punta del Este.
Reconocemos el importante trabajo del Sistema Nacional de Emergencias en ese sentido, pero resulta importante lograr una amplia difusión en todos los niveles, principalmente en el educativo, de lo vital que resultan las previsiones y preparación para cualquier contingencia, capacitando y adquiriendo competencias para las fases de mitigación (antes del evento), preparación (antes del evento), respuesta (durante el evento) y recuperación (después del evento). Es necesario pensar en una capacidad organizada y gente preparada para cumplir los diversos roles en cada instancia.
Una sólida percepción del riesgo y organización en todos los niveles, sin duda mejoraría la mitigación y la reducción de pérdidas.
El Equipo de Seguridad y Protección de Cabildo Abierto también se ha ocupado en estos temas y para el Programa de Seguridad, ha trabajado y dedicado el Capítulo denominado “Protección – Apoyo a Emergencias y Crisis”.
En él se consideran especialmente los temas relacionados con el Sistema Nacional de Emergencias, la Dirección Nacional de Bomberos y otras Agencias del Gobierno, para abordar las Previsiones con un sentido anticipatorio.
Entre otros aspectos, proponemos la creación de una Agencia Nacional de Gestión y Monitoreo de Riesgos Sísmicos en el Sistema Nacional de Emergencias; la modernización y fuerte equipamiento de la Dirección Nacional de Bomberos a nivel nacional y la creación de una Sistema de Alertas de Emergencias y Desastres por Red de Telefonía Celular simultáneo.
En el mismo sentido, sería muy positivo crear una Agencia Nacional de Protección con un núcleo profesional de análisis prospectivo que elabore escenarios de contingencias nacionales y planifique las acciones de mitigación y previsión ante situaciones adversas, ocupándose en estos temas para no vernos sorprendidos y desbordados ante la aparición de rinocerontes y cisnes inesperados.
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