La propuesta que difunde La Mañana de convocar al Consejo de Economía Nacional (CEN) ha provocado reacciones dispares desde diferentes ámbitos de la política y la sociedad. La propuesta, compartida por Cabildo Abierto y expuesta públicamente por el senador Guido Manini Ríos, es un intento de construir los consensos necesarios en torno a un proyecto viable de futuro para nuestra Nación. Ni más ni menos que eso.
Si en algún momento se parangonó la propuesta con un “GACH económico”, fue en función de la legitimidad que logró este último entre la ciudadanía. Esta legitimidad tiene mucho menos que ver con el hecho de que es un órgano integrado por científicos –excelentes, por cierto–, que por el pulcrísimo distanciamiento que sus miembros exhibieron respecto de las pequeñeces de la política partidaria y las jugarretas políticas, a las que los uruguayos lamentablemente nos hemos venido acostumbrando. Porque, después de todo, la misión más trascendental del GACH fue de naturaleza esencialmente política. ¿O hubiera gozado de la misma legitimidad si hubiéramos convocado un GACH con científicos extranjeros? Resulta llamativo que a algunos referentes de larga trayectoria política se les haya pasado por alto el valor esencial que tuvo el GACH. Con ese mismo criterio, alguien podría calificar despectivamente a la Conapro como un “GACH” más. Pero no tiene sentido seguir perdiendo tiempo con disquisiciones lingüísticas mientras los uruguayos reclaman que el sistema político construya un mañana posible para todos los ciudadanos.
Otros, desde su sofisticada frivolidad, dejan exteriorizar el pánico que les produce la posibilidad de “un gran acuerdo nacional”, que Dios no lo permita, pueda encontrarlos sentados al lado de un representante político que no goza de su agrado. Todo lo contrario. El CEN es un órgano formal previsto por la Constitución de la República, que sabiamente prevé que su comunicación con los poderes públicos sea por escrito. Este órgano debe contar con una representación adecuada que permita resolver adecuadamente los problemas que se le plantean, que son de naturaleza económica y política. Si la ley aprobada durante el gobierno del presidente Vázquez prevé una integración quizás demasiado amplia, perfectamente se puede plantear su modificación para adecuarla a las necesidades del momento. ¿Cuál sería el problema?
De vuelta, no podemos quedarnos discutiendo la forma, cuando lo esencial es la función: articular acuerdos sobre los tres o cuatro temas más importantes para nuestro país. Uno de ellos es sin duda la reforma de la seguridad social. Algunos llegaron a insinuar que como el comité de expertos –convocado a dichos efectos por el gobierno– no logró ponerse de acuerdo, ello bastaría como evidencia de la poca utilidad del dialogo. ¿Pero qué otra alternativa existe? Resulta extraño que sean justamente los artífices de la salida democrática quienes hoy estén haciendo planteos que en esa época hubieran claramente dificultado la salida. ¿Estaríamos todavía esperando la apertura democrática luego del fracaso de las negociaciones del Parque Hotel? ¿Sería mejor tomar las decisiones a puertas cerradas como ocurrió con la negociación con UPM? ¿Es ésa la versión de República en la que nos fuimos degradando?
El intento por caricaturizar el funcionamiento del CEN no ayuda de ningún modo el gran objetivo de unir a los uruguayos detrás de un futuro posible. Es por ello que la figura del CEN debe estar claramente enmarcada y sus objetivos tienen que ser acotados y muy claros. El CEN no se puede ocupar de la coyuntura, ya que para ello está el Poder Ejecutivo y sus ministros, debiéndose concentrar en la formulación de propuestas sobre las necesarias reformas estructurales.
¿Por qué bloquear entonces esta posibilidad que nos ofrece la Constitución? ¿Será porque la proponen Manini y Cabildo Abierto? Si alguien conoce la fórmula mágica para llegar a los consensos necesarios, sería importante que la divulgue. De lo contrario sería aconsejable que no interfieran con los esfuerzos de los nuevos liderazgos que se van demarcando en el mapa político de nuestro país.
TE PUEDE INTERESAR