A fin de setiembre se firmó aparentemente una “adenda” al contrato entre el consorcio encargado de construir el Ferrocarril Central y el Estado uruguayo. Del informe firmado por CAFAM y disponible públicamente, se desprende que esta modificación del contrato original se extiende la fecha de entrega de las obras principales por ocho meses, por lo que la obra se irá al menos hasta mediados de 2023. Si todo sale de acuerdo al nuevo cronograma, todas las obras deberán ser entregadas a noviembre de 2023.
Según informa CAFAM, a la fecha de la firma de la adenda todos los padrones sujetos a disposición ya se encontraban a disposición del consorcio contratista, problema que habría causado los retrasos originales. El informe destaca que ambas partes renuncian a cualquier reclamo, pero no brinda ninguna información acerca de una posible compensación entre las partes. Siendo que una de ellas es el Estado, cualquier compensación al privado debería conocerse de forma transparente; sobre todo teniendo en cuenta que en una obra que excede los mil millones de dólares, cualquier desvío de costos puede producir pérdidas importantes.
¿Será que el “ruido” generado por las concesiones de aeropuertos del interior o los paros en el puerto sirven para olvidar por un rato al tren de UPM?
Antonio Raimondi
TE PUEDE INTERESAR