En reiteradas ocasiones he escuchado y leído jactanciosas frases de autoelogio sobre cuán destacada es nuestra democracia.
Lo interesante es que dicho por algunos de los que lo reiteran, suena igual a la hipócrita y manida frase de quienes alegan “ser amigos de negros o afrodescendientes” y son racistas, “tener muchos amigotes judíos” y son antisemitas, “defender los gobiernos que ejercen su soberanía mediante elecciones libres” y manipulan a los carenciados a que sufraguen para ellos, adulterarían los resultados de las urnas y, si los dejaran, tomarían violentamente el poder para perpetuar regímenes oligárquicos.
Los promotores de totalitarismos ocultan sus objetivos en ideologías aceptadas o que no generan rechazo. Para ello, estos impulsores de dictaduras aducen ser partidarios de un régimen (que pretenden erradicar). Se esconden en tiendas políticas que los libran de una censura excluyente. Recurren a frases hechas colocándose a favor de los necesitados aun sabiendo que mienten.
Creen que con reiterar frases altisonantes de adhesión a valores trabajosamente logrados los hacen defensores de ellos cuando es evidente que si pudieran los eliminarían del acervo nacional para instaurar los que los identifica como amantes de ideologías que han perjudicado a naciones enteras. Basta recordar hechos históricos irrefutables como los cometidos por la URSS y sus adláteres; la República Popular China, Corea del Norte, Laos, Bolivia, Cuba, Venezuela, etc.
No les importó hipotecar el erario público nacional, sabiendo que lo paga el pueblo. Lamento recordarles que dejaron un déficit fiscal del 6% del PBI (¡estoy hablando de 3.240 millones de dólares!); otro tanto (o más) despilfarrados en Alas UY, ANCAP, ANTEL Arena, Aratirí, Gas Sayago, PLUNA, o malversados en gestiones gubernamentales pasibles de auditorías. ¿No hubiéramos encarado la epidemia y los daños colaterales de la guerra ruso-ucraniana de otra forma con toda esa fortuna malversada? Para los que aducen “logros”, ¿sabían que otras dictaduras produjeron autos para el pueblo, el antecedente de los cohetes espaciales, etc. y fueron culpables de ingentes genocidios?
Para ellos, el fin (léase el poder despótico encaramado en el gobierno) justifica cualquier medio para lograrlo…
Otra pauta evidente de la índole de sus intenciones es el tono contestatario con que plantean sus propuestas (léase demandas).
No les importa hacerle perder a la nación esfuerzos, recursos y tiempo para tratar sus banales y mezquinas estrategias de “oposición”, a pesar de los enormes y urgentes problemas que debemos superar. Cuando una parte del país pretende imponer una ideología que ha demostrado ser perjudicial al bienestar y el progreso de otras naciones… denota su falta de realismo, su desubicación y su nulo apego al país.
Por su militancia serían admirables si no fuera porque sus objetivos son inescrupulosos, pérfidos y contrarios al bienestar popular.
Si se cumple aquello de “el que a hierro mata” … o que “la violencia sólo engendra más violencia” …, entonces me imagino lo que sucedería si por esos avatares de la vida ganan las elecciones los hoy opositores… ¡les devolverán con igual moneda, no los dejarán ni ir al W.C.!
Las mayorías no siempre tienen razón, pero… cuando descubren la patraña y se hacen de la verdad, dan ejemplo de cuán poderosa es esa herramienta tan simple llamada: voto.
Arq. (J) Ignacio DAVID WEISZ
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