Hace ya varios meses publiqué una carta en este medio de prensa, tan querido por mí, con esta misma pregunta. Pero la realidad indica que yo estaba equivocado. Se entiende muy bien a Cabildo Abierto (CA) y por eso se lo ataca, principalmente desde otro medio de prensa que no deja pasar esa posibilidad e incluso en la edición del domingo pasado, 16 de enero, se le lanza una “patadita” así como al pasar.
Cabildo Abierto siguió una ley física de que cuando existe un vacío alguien o algo lo va a llenar. Luego de 15 años en que la oposición miró el partido por TV, como se dice en el fútbol, apareció Cabildo Abierto con pensamiento propio y con ideas propias, no nació para ser furgón de cola de nadie como lo ha manifestado el senador Domenech; y yo agregaría, y menos que menos de perennes perdedores. Y eso es lo que molesta, no precisamente a la actual oposición que obviamente está en sus antípodas a pesar de los burdos intentos de hacer que parezcan casi lo mismo, sino al resto del oficialismo, que no sería tal sin los decisivos votos de Cabildo Abierto. Como ha dicho el lector de un semanario que a veces leo, “más que exigirle a Manini que cuide a la coalición, debería ser esta la que cuide a Manini que, gracias a él y a Cabildo Abierto, están en el gobierno”.
No voy a señalar aquí todos los proyectos que ha presentado CA y que duermen en un cajón, algunos muy simples de aprobar, ni del “honor” que ha tenido de ser el primer partido que ha dado lugar a un urgentísimo veto del Poder Ejecutivo en esta legislatura, porque otras voces más autorizadas que la mía ya se han pronunciado y el espacio siempre es limitado, pero sí quiero recordar un aspecto: CA ha sido el único partido que se ha preocupado – de una forma u otra– por las gruesas irregularidades que han llevado a prisión a octogenarios militares que otrora defendieron a la Patria del infame ataque terrorista de los años 60/70, independientemente de que es posible que algunas de esas personas hayan cometido delitos, que sin embargo nunca podrán ser considerados de lesa humanidad. Pero esto último daría para mucha más precisión.
Como ha dicho Alberto Manini Ríos en el último número de La Mañana, ni kirchneristas ni menemistas, pero yo agregaría, sí artiguistas. Y eso es lo que le duele al “establishment”.
Dr. Esc. César Eduardo Fontana
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