Mientras en Washington se desarrolle la ceremonia de asunción de Donald Trump nuevamente como presidente de Estados Unidos, en Suiza el mismo 20 de enero estará comenzando el Foro Económico de Davos 2025. Este año el tema elegido para la selecta reunión es “Colaboración para la Era Inteligente” y hará hincapié en las áreas como la inteligencia artificial, la computación cuántica y la biotecnología.
El fundador y presidente del Foro, Klaus Schwab, entiende que estos avances están remodelando la sociedad y la economía, impulsando cambios en sectores como la salud, la agricultura, las industrias manufactureras y las finanzas. Asimismo, advierte que la automatización desplazará a millones de trabajadores, creando la necesidad de una transición con políticas efectivas, por ejemplo, sobre seguridad social, y de sistemas educativos preparados. También apunta a que los responsables políticos establezcan regulaciones éticas para las nuevas tecnologías. La pregunta es, ¿en qué contexto se dará esa discusión?
Esta semana, Mark Zuckerberg, el CEO de Meta –compañía matriz de Facebook e Instagram– anunció que eliminará su programa de verificación de datos que será reemplazado con un sistema de notas comunitarias –como tiene la red social X– en lo que llamó un esfuerzo por “restaurar la libertad de expresión”. Este programa que apuntaba a erradicar la “desinformación” comenzó a implementarse en diciembre de 2016, justo después de la primera victoria de Trump. Según Zuckerberg, durante todo este tiempo los verificadores mostraron sesgos políticos, en especial en Estados Unidos. “Intentamos de buena fe abordar las preocupaciones sobre desinformación, pero no podemos convertirnos en árbitros de la verdad”, indicó. “Las recientes elecciones también parecen un punto de inflexión cultural que nos lleva a volver a priorizar la libertad de expresión”, subrayó, en un gesto conciliador con el futuro mandatario. También mencionó que en su política de contenidos se van a deshacer algunas restricciones en temáticas como inmigración y género donde “se fue demasiado lejos” con imposiciones del discurso dominante.
Este cambio de época (o punto de inflexión cultural) significa un revés importante para las modas woke y para las agendas que ha pretendido imponer el progresismo internacional, tanto a nivel político como social. Como acto de despedida, el presidente saliente Joe Biden otorgó la Medalla de la Libertad, la máxima condecoración civil, a personajes como George Soros y Hillary Clinton. El primero a través de sus organizaciones no gubernamentales bien financiadas ha procurado dividir a la sociedad a través de la exacerbación racial, la ideología de género, el alarmismo climático, el desarme civil y la legalización de la marihuana, entre otras causas. Y la segunda utilizando estas políticas como punta de lanza, especialmente en su período como secretaria de Estado de EE. UU. entre 2009 y 2013. En Uruguay lo padecimos directamente, a través de su injerencia en partidos políticos y en el sistema judicial, y sus consecuencias podemos observarlas más de una década después.
¿Qué esperar en el 2025?
Chatham House es un think tank con sede en Londres. Fundado en 1920, es una de las organizaciones más consultadas en materia de relaciones internacionales. Otorga un premio anual que entre otros fue adjudicado a Hillary Clinton, Melinda Gates, el brasileño Lula da Silva y el colombiano Juan Manuel Santos. El pasado mes de diciembre publicó en su web un artículo titulado “El mundo en 2025” en el que expertos asociados a esa institución analizaron algunos momentos claves que nos deparan.
Entre ellos destaca que la gobernanza global de la inteligencia artificial será un tema central, ya que los países deberán encontrar un equilibrio entre la cooperación internacional y las crecientes tensiones geopolíticas. En febrero se llevará a cabo la Cumbre de Acción sobre la IA en París, donde gobiernos, empresas tecnológicas y expertos se reunirán para discutir cómo desarrollar una IA en beneficio del público. Además, subraya que la presidencia de Canadá en el G7 priorizará este enfoque que puede potencias los esfuerzos juntamente con la OCDE, y en abril, Ruanda acogerá una cumbre sobre el papel de África en la IA. Por otra parte, subraya la importancia de la implementación del Pacto Digital Global de la ONU y la entrada en vigor de las regulaciones sobre IA en la Unión Europea.
Conviene recordar que el pasado 21 de noviembre, Comité Estratégico del Sector Público para la Inteligencia Artificial y Datos de Uruguay aprobó la nueva Estrategia de Inteligencia Artificial “con el objetivo de avanzar en una política pública de alcance nacional, con base en el desarrollo y uso ético de esta tecnología”.
En otro orden, los analistas de Chatham resaltan en un siguiente punto que “es hora de prepararse para la próxima pandemia”. En ese sentido indican que la negociación del “Acuerdo Pandémico” (Acuerdo sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias), que sería el primer acuerdo global para abordar la cooperación internacional en este asunto, está en la fase final y debe estar listo para su adopción en mayo en la Asamblea Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra.
En los últimos días se intensificó la información sobre un virus respiratorio, el metapneumovirus humano, que registró brotes de contagios en China y Malasia, justo cinco años después de la pandemia del covid-19. Algunos informes periodísticos se refieren a que, si bien existe poca información, la OMS no lanzó ninguna alerta al respecto y en principio no hay motivos para comparar con la situación anterior.
Sin duda será muy significativo conocer cuál será la hoja de ruta del futuro secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert Kennedy Jr., un gran detractor del máximo responsable de inmunología durante la pandemia, Anthony Fauci. El nombramiento de Kennedy provocó inmediatamente una caída en las acciones de Pfizer, Moderna y BioNTech. En su mensaje de agradecimiento a Trump, escribió: “Tenemos una oportunidad generacional para reunir a las mentes más brillantes en ciencia, medicina, industria y gobierno para poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas (…) Juntos limpiamos la corrupción, detendremos la puerta giratoria entre la industria y el gobierno, y devolveremos a nuestras agencias de salud su rica tradición de ciencia basada en evidencia y de estándar dorado. Proporcionaré a los estadounidenses transparencia y acceso a todos los datos para que puedan tomar decisiones informadas para ellos y sus familias”.
Además, Chatham aborda el tema del calentamiento global y considera que la cumbre COP30 de Brasil en noviembre será “fundamental”. No obstante, presagian que el presidente electo Trump retirará (nuevamente) a Estados Unidos del Acuerdo de París, reduzca los subsidios a las energías renovables y se incline hacia un mayor apoyo a los combustibles fósiles. Anticipándose a esta situación, Biden ordenó relajar las normas sobre hidrógeno verde, según informó Financial Times a principios de enero. “La espera por las reglas de crédito fiscal, la débil demanda y las amenazas de Trump de desmantelar la Inflation Reduction Act han socavado la confianza en la industria del hidrógeno limpio durante el año pasado, lo que provocó una venta masiva de acciones y que los desarrolladores pausaran sus proyectos”, agrega el medio. Además, Biden anunció la prohibición de las perforaciones de petróleo y gas en las costas de Estados Unidos, abarcando las costas este y oeste, el este del Golfo de México y el norte del Mar de Bering, en Alaska.
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