La partida el pasado sábado de Enrique Cachete Espert cierra sin duda toda una etapa en la vida del carnaval y del sindicato de canillas.
Cachete Espert falleció a los 78 años, por complicaciones con una enfermedad respiratoria. Había sido reelecto presidente de Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay en 2020, aunque renunció posteriormente por problemas de salud. En 2021 había estado internado por covid, habiendo pasado uno de los momentos más difíciles de su vida.
En 2018 volvió a sacar a Los Saltimbanquis, la histórica murga fundada por su padre. Ese año logró los mayores éxitos, alcanzando el primer premio en el Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval en el Teatro de Verano. Precisamente el director del Teatro de Verano, Cristian Calace, dijo: “En el año que sus Saltimbanquis cumplirían cien años, falleció Enrique Espert”.
También fue recordado por Jorge Baillo, conductor de Rumbo a la cancha, que se emite por VTV, quien sintetizó lo que fue la vida de Cachete. “Fiel a los amigos, defensor de sus convicciones, íntegro, leal, solidario y muchísimas cosas más. Los canillas, el boxeo, el fútbol, el carnaval con sus Saltimbanquis lloran su desaparición física”, dijo.
Espert también se destacó por su conducción en el sindicato de canillas. Su padre Domingo Espert, El Loco Pamento, fue uno de los fundadores de este sindicato, junto a Adrián Troitiño. También sería su padre quién en 1922 fundaría Los Saltimbanquis, murga que provocó una revolución en el ámbito carnavalero por su puesta en escena e inclusive los textos de sus cuplés.
Los hijos de El Loco Pamento seguirían su tradición. Enrique y su hermano Eddie siguieron el camino que había marcado su padre y se dedicaron de lleno al carnaval y a su querido sindicato de canillitas.
También se dedicó a la representación de futbolista, era agente FIFA, y logró la transferencia de Nicolás Schiappacasse al Atlético de Madrid en 2016. En ese rol también significó un gran apoyo para los jugadores de fútbol más jóvenes, marcando enseñanzas sobre cómo transitar un mundo cada vez más difícil y trasmitió los valores que él manejaba.
En el mundo de la política, Cachete Espert era respetado a nivel general. Se manejaba con códigos que han casi desaparecido, como la palabra, la amistad y el respeto por el pensamiento del otro.
Estuvo vinculado fuertemente al mundo del turf. Con su hermano Eddie dirigieron el haras Gavroche, y era un entusiasta de la competencias turfísticas, siendo un habitué a los hipódromos de Montevideo y las Piedras.
Además estaba relacionado con el boxeo, un deporte que practicó en su juventud en el club Villa Española, habiendo sido jugador de basquetbol en el club Cyssa Maroñas.
Su obra dentro del sindicato de canillas es recordada por todos. Cuando un canilla necesita ayuda, sabe que ahí está su gremial para darle un mano. Ese concepto de solidaridad, no solo no se ha perdido, sino que se mantiene vivo en la actualidad.
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