Estimado Sr. Director de La Mañana:
La semana pasada se hizo público que la empresa Citrícola Salteña podrá continuar con la zafra gracias a un préstamo del BROU que se materializará a través de un fideicomiso garantizado por el producido de las ventas de la empresa.
Como vecino de toda la vida del departamento de Salto, quiero atestiguar que este esfuerzo permitirá no sólo llevar adelante la zafra con normalidad, sino que mantendrá la unidad productiva en condiciones. Todo esto mientras que no se encuentre un socio que pueda adquirir los activos y financiar las inversiones necesarias en recambio de variedades y modernización en la planta de empaque.
La solución se hizo posible por la colaboración de la empresa y sus trabajadores que, asistidos por el Estado, lograron un acuerdo que permite preservar la unidad productiva y los puestos de trabajo. Esto implicó dar un giro de ciento ochenta grados a una situación que estaba destinada a terminar en una quiebra, con un millonario perjuicio para el BROU, miles de empleos perdidos en Salto y miles de hectáreas de árboles frutales que se hubieran perdido, deteriorando seriamente su capacidad de generar divisas de exportación. Dada la importancia de la empresa dentro del sector, el daño se hubiera extendido a otras unidades productivas.
Cabe destacar especialmente el rol del senador Manini Ríos en cambiar el curso
del destino. Cuando los liderazgos políticos no exhibían demasiado interés en
interrumpir las fuerzas nefastas asociadas a la quiebra y a la desintegración,
fue el líder de Cabildo Abierto quien planteó un “alto” en el programa Séptimo
Día del 24 de mayo de 2020.
Preguntado por Nelson Fernández acerca de la posición de Cabildo Abierto respecto a UPM –como si fuera lo único que importara en el país-, Manini respondió:
“Yo le hago este razonamiento. Acá se le pone una alfombra roja, se le invierten tres mil millones (de dólares) para que venga, a una empresa que una vez que termine la obra va a dejar 300 puestos fijos de trabajo y algunos puestos relacionados con ello. En el mismo momento la misma administración frenteamplista, a fines de noviembre del año pasado (2019), pide la quiebra de Citrícola Salteña que tiene 1500 empleados, o sea 5 veces mas de los que va a tener UPM cuando termine, mas otros tantos empleados relacionados, por una deuda de 20 millones de dólares, lo pide el BROU, y en este momento se está llevando el proceso (de quiebra)”. Preguntado por Nelson Fernández sobre qué hubiera hecho, el senador le respondió: “En ese caso se debería haber dado todo el oxígeno necesario para que la empresa no quebrara y preservar los puestos de trabajo”.
Como salteño quiero extender a Manini el agradecimiento de todo mi pueblo por su muestra de coraje y decisión, que permitió torcer el curso de esta lamentable tragedia ideada por gente que no sabe lo que es trabajar al rayo del sol, que en nuestras tierras no distinguen entre empresarios y trabajadores. Sin esa oportuna intervención, inadvertidamente la coalición republicana hubiera sido testigo pasivo de un capítulo más del plan de disgregación tan cuidadosamente mandatado desde el extranjero.
Ricardo Trindade
TE PUEDE INTERESAR