«Que los delitos se cometan, y tiendan a cometerse nuevamente, en un territorio, es un dato empírico; lo relevante es que el territorio defina los valores, las percepciones, los escenarios y los comportamientos de los actores incluidos en él (habitantes) y relacionados con él (policía, autoridades)».
Norberto Emmerich, autor de Geopolítica del narcotráfico en América Latina.
Que el consumo de drogas y estupefacientes venga ganando terreno en forma acelerada, es una de las peculiaridades que singularizan a este siglo XXI, que ya lleva recorrida casi una cuarta parte de su extensión.
Uno de los síntomas de un mundo que lentamente ha ido perdiendo sus raíces y deambula –en lo ético– al garete y sin derrotero.
El pasado lunes, el Senado interpelo a los ministros de Interior y Relaciones Exteriores para que dieran explicaciones sobre la extensión de un pasaporte a un ciudadano uruguayo detenido en Dubai, que al entender de la oposición constituyó una falta grave, dado que Sebastián Marset resultó ser un destacado narco.
Mario Bergara, el senador interpelante, afirmó al comienzo de su alocución: “cuando hablamos de combatir el crimen organizado, cuando asumimos el objetivo de contrarrestar el avance del narcotráfico, debemos atender principal y fundamentalmente a casos como el que hoy nos convoca…”.
La sesión se prolongó por más de 12 horas en una pormenorizada discusión de acusaciones y explicaciones en base a argumentos administrativos sobre el otorgamiento de si el documento que actuó como salvoconducto y le permitió al supuesto jefe del Primer Cartel Uruguayo eludir la orden de captura -que recién Interpol emitió cinco meses después de otorgado el pasaporte-.
El senador Domenech de Cabildo Abierto (CA) manifestó en En Perspectiva luego de las explicaciones de los ministros y viceministros: “Me quedo tranquilo de que no medió la influencia de ningún profesional o de persona vinculada a Marset que agilizara u obtuviera de favor un pasaporte, sino que se expidió de acuerdo con las reglamentaciones vigentes y en los plazos normales”.
El senador Manini comenzó su planteo preocupado porque “se habían centrado las baterías en el árbol y no en el monte”.
“Si seguimos centrando la discusión en lo instrumental, en lo administrativo, yo intuyo que nos vamos a pasar todo el tiempo que aún resta de sesión discutiendo si el pasaporte fue emitido al amparo de un decreto o no. Sería una oportunidad más que se pierde de enderezar algo que da la impresión empezó a torcerse hace mucho tiempo. Pero vaya uno a saber, de repente alguien decidió que lo más conveniente era que se nos pasara el tiempo discutiendo los síntomas del problema, cuando aquí daría la impresión existen muchos elementos que arrojan luz sobre los fundamentos de un virus que va contaminando de a poco a toda nuestra sociedad. Quizás alguno crea que debamos esperar pasivamente a que nos contaminemos todos, a que llegue la inmunidad de manada, y que nos volvamos insensibles ante el drama que vivimos día a día…”, prosigue el líder de Cabildo Abierto.
Dominio territorial del narcotráfico en nuestro país
“En mi opinión, la primera señal de dominio territorial del narcotráfico en nuestro país se puso de manifiesto a fines de 2007, cuando un escáner de alta gama de procedencia china que venía para el puerto de Montevideo se cayó mientras era descargado”, indicó el senador Manini.
“Pero cuando, a fines de noviembre de 2007, el aparato de alta tecnología era descargado por una máquina en un depósito del Puerto de Montevideo, éste cayó sobre la hidráulica de la grúa. Según los testigos que declararon ante el juez Jorge Díaz, quien estaba a cargo de la investigación, el escáner se cayó por la falta de lindas de sostén. Lo que en buen castellano significa que lo descargaron sin asegurarlo, por lo que terminó cayendo como un piano”.
“Según Fernando Puntigliano, entonces presidente de ANP, ‘si bien es posible que haya sido un accidente, algo que no es común, no se descarta que haya sido intencional”. Agregó que “la probabilidad de que suceda un accidente de este tipo es de dos en 300.000’. Según la NASA, la probabilidad de que la caída de un asteroide destruya una ciudad entera es de 0,10% por año. Esto significa que si el cálculo del Ing. Puntigliano es correcto, lo ocurrido en 2007 en el Puerto de Montevideo fue un evento con probabilidad varios órdenes de magnitud menor a la caída de un gran asteroide sobre la tierra como el que posiblemente haya provocado la extinción de los dinosaurios”, ejemplificó.
“Comentando el hecho, el director de Aduanas de la época, Luis Salvo, fue menos ‘científico’, pero muy gráfico en sus expresiones. Vinculó la destrucción del escáner con el accionar de ‘mafias organizadas’, afirmando que ‘aquellos que no querían que hubiera un escáner en el Puerto de Montevideo lo han logrado’. Seguramente el miembro interpelante recordará muy bien el hecho, ya que en la época era el número dos del MEF, de quien depende la DNA. Seguramente también recordará que para mayo de 2008 la causa ya estaba convenientemente archivada por el Dr. Díaz, quien afirmó que ‘de la indagatoria no se puede probar la existencia de dolo’. La caída quedó en poco más que ‘un accidente’, altamente improbable según Puntigliano, pero eso permitió que los uruguayos siguiéramos jugando a la ‘rueda-rueda’ por una década más, mientras las bandas delictivas se asentaban en el territorio con cada vez mayor fuerza. Nos hablaban de ‘ajustes de cuenta’, pero no entendíamos entre quiénes eran. Como si se tratara de una batalla entre extra-terrestres”.
“Diez años después los uruguayos empezaron a darse cuenta lo que había ocurrido durante todo ese tiempo en nuestro país. De un día para el otro empezaron a aparecer cargamentos gigantescos de cocaína en puertos y aeropuertos de Europa”.
“En julio de 2019, la aduana del puerto de Hamburgo detectó 4500 kilos de cocaína procedentes de nuestro país. No era el primer cargamento de droga uruguaya que llegaba a Europa, pero en los casos anteriores, las autoridades intentaban distraer la atención con supuestos ‘transbordos’ en el puerto brasileño de Santos y otros subterfugios. Pero ahora era imposible ocultar esto, ya que el cargamento era muy grande incluso para las dimensiones del tráfico europeo y aparecía en todos los informativos del viejo continente. Los europeos ‘destaparon el tarro’ por nosotros, obligando a nuestras autoridades a reaccionar”.
“Los 4.500 kilos de cocaína en Hamburgo terminó costándole el cargo al Cr. Enrique Canon, persona de confianza del miembro interpelante. Canon presentó su renuncia el 2 agosto 2019 y fue sustituido en ‘forma interina’ por Jaime Borgiani. Tan interino no fue, ya que el Cr. Borgiani es director de Aduanas hasta el día de hoy”.
La incautación de droga en Alemania tuvo repercusiones políticas también dentro del Frente Amplio. “El diputado Felipe Carballo llegó a solicitar el ‘cese inmediato’ de Canon como responsable de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), exigiendo al Poder Ejecutivo investigar ‘urgentemente el tema'”.
“Esto constituye el primer gran mojón en la escalada de la consolidación como plaza exportadora”.
Por más que en estos días se ha venido creando un perfil de un volumen desmedido a Sebastián Marset como capo de la mafia narcotraficante regional, equiparándolo a Pablo Escobar o al Chapo Guzmán, “debemos reubicarlo como un engranaje menor en la tenebrosa organización que desde hace por lo menos 15 años intenta trasladar al Atlántico Sur la principal boca de salida de las drogas pesadas de Sudamérica, hacia su principal mercado de consumo que es Europa”, afirmó Manini Ríos.
“Fenómeno temible que viene creciendo paso a paso y no podemos desconocer las gravísimas calamidades que nos esperan en el futuro inmediato si seguimos por este camino de brazos cruzados”.
Las dos caras del narcotráfico
Se pueden resumir las conclusiones del senador Manini en lo siguiente: El tráfico de drogas tiene dos caras a cual más abominable y más temible.
Por un lado, la logística y la estrategia de traficar y comercializar la droga. “Violento camino manipulado por bandas jerarquizadas y poderosamente armadas, una ruta saturada de crímenes y asesinatos”.
Por otro: el destino para disponer de las voluminosas ganancias que se obtiene en esta sangrienta tarea. “Piénsese que, si el contenedor que le costó el cargo al director de Aduana en agosto de 2019 se hubiera logrado comercializar, hubiera generado una suma que rondaba los mil millones de dólares, la mitad del monto de toda la carne exportada en un año”.
“Y aquí surge el otro gran problema que es el uso y el lavado de los fondos obtenidos. Esas son las dos caras de una misma moneda, una operación es inseparable de la otra”, afirmó.
Aquí se han dado hechos como estos que en lugar de encender las alarmas se ha tratado de disimular cuando no ocultar. Vamos a poner solo un caso tristemente célebre: nos referimos al conocido lavador de estos activos mafiosos, llamado en la jerga brasileña como el ‘Doleiros dos doleiros’, Dario Messer, el protegido del expresidente paraguayo Horacio Cartes y vinculado a algún estudio jurídico en nuestro país.
La feroz lucha del narcotráfico por abrirse camino por el control de zonas de influencia está asociada a las peores historias de violencia donde la criminalidad y el desprecio por la vida humana no escapa a la percepción de nadie.
“Se impone procurar una política de Estado. Una de las más insistentes propuestas de Cabildo Abierto sigue en pie. Avanzar con el artículo de nuestra Constitución que propone la creación del Consejo de la Economía Nacional y a través de este organismo instrumentar una política de Estado que superando los períodos de las distintas administraciones, se busquen soluciones de fondo para enfrentar calamidades como el narcotráfico”, concluyó Manini durante la interpelación del Frente Amplio a los ministros Heber y Bustillo.
TE PUEDE INTERESAR