Jorge Luis Borges, en una de sus inquisiciones más abstractas, decía que su respuesta era “el débil artificio de un argentino extraviado en la metafísica”.
Que se le acabó el discurso al Frente Amplio, ninguna duda cabe, y ahora huérfano de ideas, se dedica a la oposición pura y dura y a contestar con ambigüedades su responsabilidad en el despilfarro.
Parafraseando las palabras del insigne maestro, ante las respuestas de los ex gobernantes frentistas, podemos decir que “son los débiles artificios de dirigentes frentistas extraviados en la confusión”.
Llamados a explicar las inversiones multimillonarias y aberrantes que inflingieron a la economía nacional la pérdida de más de mil millones de dólares, se confunden y pretenden confundir a los inocentes ciudadanos contribuyentes, con posturas de extraviadas críticas a la gestión actual, y la inconcebible creación de una Comisión para contrarrestar el Falso Relato a iniciativa del senador Brenta.
Los señores frentistas, se confunden. Antes que nada se les está pidiendo cuentas de su gobierno, para que justifiquen sus desmanes con el dinero ajeno. En cambio, se abroquelan en una oposición cerril contra las necesarias y sensatas proyecciones de la Rendición de Cuentas que se vertebran, primordialmente, sobre tres impostergables prioridades: la primera infancia, la creación de empleo y la vivienda que permita ir disminuyendo los asentamientos, aumentados en su gestión.
Ideas nuevas o proyectos para fomentar el aumento de la producción o la riqueza, no aportan, pues siempre han priorizado el gasto oneroso al trabajo productivo; por eso decimos que se agotó y agostó su discurso.
Pero en el orden de fortalecer el aparato productivo con medidas concretas, son de una escasez alarmante y cuando alguna, tan necesaria como el cambio de la matriz energética se llevó a cabo, la torpeza en la negociación de su financiamiento ha determinado la necesidad de vender la energía producida a precio más bajo que su costo de producción, lo que ha impedido el abatimiento de las tarifas.
Por eso, enfocados solamente en la crítica, se contradicen flagrantemente, como cuando propugnan contra las aglomeraciones pero fogonean una marcha de protesta, o interpelan a un Ministro de excelente gestión como el Dr. Salinas y le atribuyen las “muertes que se pudieren haber evitado”, o se oponen al financiamiento de los recursos en protección de la infancia con las asignaciones para el Instituto de Colonización, que otrora les permitió los “chanchullos y distorsiones en el mercados de tierras y campos” a los que aludió el editorial de “El País” del 1 de julio p.pdo., recordando sin duda la compra de una estancia pagada a un precio por hectárea muy superior al del mercado.
Todo lo cual lleva a concluir, sin hesitaciones, el camino errado o “herrado” de la oposición, que en los momentos difíciles que atraviesa el país por la pandemia, el Frente Amplio resulta ser el gran responsable de la falta de recursos para atender a los sectores más vulnerables, pero critica sin pausa y sin razón.
En la confusión flagrante que anida en su alforjas ideológicas, todo, hasta las posiciones más encontradas tienen cabida.
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