Un simple inventario de los logros realizados durante las primeras dos décadas del siglo XX nos permite apreciar la robustez del desarrollo alcanzado en tan sólo veinte años. Esto sin la necesidad de caer en la soberbia de los panegiristas huecos. Fue la obra de un equipo de hombres, que consustanciados con el bien común, mancomunaron su esfuerzo persiguiendo el interés nacional. No podemos dejar de destacar que el líder José Batlle y Ordoñez fue secundado por figuras como Pedro Manini Ríos, Domingo Arena, Julio María Sosa, Feliciano Viera, Claudio Williman. Y si de las conquistas sociales se trata, no podemos dejar de nombrar a adversarios políticos de la talla de Luis Alberto de Herrera, Carlos Roxlo y Lorenzo Carnelli.
Ampliación y organización de las Usinas Eléctricas del Estado y monopolio de la energía. Proyectos de monopolio del alcohol y de estanco del tabaco. Creación y monopolio del Banco de Seguros. Se cambió la ley fundacional del Banco República, reconociéndosele la propiedad del capital y el designar la totalidad de los miembros del directorio, lo que legitimó una situación de hecho que se había mantenido desde su fundación en 1896 por Idiarte Borda. Ampliación del Puerto de Montevideo y equipamiento del mismo; valorización del puerto de La Paloma; estudios del puerto de La Coronilla; proyecto para la navegación de los ríos interiores; estudios para la presa en el Río Negro; organización del servicio radiotelegráfico y de semáforos, con base en el Cerrito; creación del Fondo de Ferrocarriles.
La contratación del científico fitotecnista alemán Alberto Boerger para conducir los trabajos de mejoramiento en genética vegetal. Creación de los Institutos de Geología y Perforaciones, de Química Industrial, de Pesca; de las estaciones agronómicas, del Vivero de Toledo, de la Defensa agrícola; establecimiento del día del árbol. Impulso de los congresos rurales para el progreso de la industria ganadera; ley de sarna; ley de alambrados; estímulo para la instalación de plantas frigoríficas; crédito rural.
Construcción del hotel de inmigrantes, adelanto de pasajes a los mismos; ley de colonización; ley de tierras fiscales. Instalación de ferias francas en Montevideo, que tanto resultado dieran en tiempos de Latorre; pavimentación de la capital; ensayo de un servicio colectivo de pasajeros, con seis ómnibus; plan regulador, cuyas grandes líneas han hecho al Montevideo de hoy; formación de nuevos parques, con la ampliación del Urbano hasta Punta Carreta, ampliación del Prado, parque de Pando, riberas del Miguelete, Las Piedras. Creación de liceos en cada una de las capitales del país, y de la Sección femenina en Montevideo; fomento de la cultura artística y becas de estudio; Escuela Nacional de Ciegos; especialización para enseñanza de niños retardados; Comisión Nacional de Educación Física; Orquesta Nacional, que fue confiada al maestro Luis Sambuceti. Monumento a Artigas en la Plaza Independencia. Reiteración del proyecto de ley de ocho horas de trabajo para los obreros, ampliada a los dependientes de la industria y el comercio, y con semana de 40 horas.
En otro orden, se suprimieron las corridas de toros por considerarlas “un espectáculo violento” y al clausurar la (la última) Plaza de toros, Real de San Carlos, en Colonia, se autorizó a Nicolás Mihanovich a instalar el primer casino con ruleta en nuestro país, una “diversión civilizada”, como constaba en el decreto habilitante. En toda materia se toma iniciativa, incluso en la modificación de los usos y costumbres.
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