En octubre de 2023 se llevará a cabo el “Sínodo de la sinodalidad”. La lectura del “Instrumentum laboris” que servirá como guía del sínodo, ha generado cierta preocupación en algunos ámbitos. Por eso entendemos oportuno recordar algunos puntos del Magisterio vigente:
Sobre el Papa: “El Romano Pontífice está sujeto a la Palabra de Dios, a la fe católica, y es garante de la obediencia de la Iglesia (…), es portavoz de la voluntad del Señor (…) El Sucesor de Pedro es la roca que garantiza una fidelidad rigurosa a la Palabra de Dios contra la arbitrariedad y el conformismo: de ahí el carácter martirológico de su primado”. (Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), 31/10/1998)
Sobre el sacerdocio: “El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque diferentes esencialmente y no sólo en grado, (…) participan a su manera del único sacerdocio de Cristo. El sacerdocio ministerial, por la potestad sagrada de que goza, forma y dirige el pueblo sacerdotal (…). Los fieles, en cambio, en virtud de su sacerdocio regio (…) lo ejercen en la recepción de los sacramentos, en la oración y acción de gracias, mediante el testimonio de una vida santa, en la abnegación y caridad operante” (Lumen gentium 10).
Sobre el sacerdocio femenino. La ordenación sacerdotal (…) desde el principio ha sido reservada siempre en la Iglesia Católica exclusivamente a los hombres” (Ordinatio sacerdotalis 22/05/1994). “Ella sostiene que no es admisible ordenar mujeres para el sacerdocio, por razones verdaderamente fundamentales”. (…) “Cristo escogió sus Apóstoles sólo entre varones; (…) y su viviente Magisterio, coherentemente ha establecido que la exclusión de las mujeres del sacerdocio está en armonía con el plan de Dios para su Iglesia” (Mulieris dignitatem, 15/08/1988).
Sobre las uniones homosexuales: “Los principios de respeto y no discriminación no pueden ser invocados para apoyar el reconocimiento legal de las uniones homosexuales. (…) No se opone a la justicia la negación del estatus social y jurídico del matrimonio a las formas de convivencia que no son ni pueden ser maritales” (CDF, 3/06/2003).
Sobre los divorciados vueltos a casar: “Es bien conocida la posición firme que asumió (Jesucristo) en defensa de la indisolubilidad del matrimonio y la condena pronunciada incluso contra el simple adulterio del corazón”. (…) “La comunidad cristiana primitiva no era permisiva, enseñada por aquellos que habían conocido personalmente a Cristo. (…) son palabras inspiradas desde lo alto. Siguen siendo normativos para la Iglesia de todos los tiempos” (Juan Pablo II en Amersfoort, 14/05/1985).
Sobre la bendición de uniones de hecho: “Cuando se invoca una bendición sobre determinadas relaciones humanas, además de la recta intención de quienes participan, es necesario que lo bendecido esté objetiva y positivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, según los designios de Dios inscritos en la creación, y plenamente revelado por Cristo el Señor. Por lo tanto, sólo aquellas realidades que en sí mismas están ordenadas al servicio de esos fines son congruentes con la esencia de la bendición impartida por la Iglesia”. (CDF, 15/03/2021).
Sobre la Iglesia y la sociedad: “La Iglesia ‘es, por su propia naturaleza, una realidad distinta de las meras sociedades humanas’ y que, por tanto, ‘es necesario afirmar que la mentalidad y la praxis existente en ciertas las corrientes culturales y sociopolíticas de nuestro tiempo no pueden transferirse automáticamente a la Iglesia misma’” (Juan Pablo II a la Congregación para el Clero, 22/04/1994).
Sobre el derecho a la vida y la muerte natural. “Si se irrespeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se artificializa la concepción, la gestación y el nacimiento humanos, si se sacrifican embriones humanos para la investigación, la conciencia de la sociedad acaba por perder el concepto de la ecología humana y, con ella, el de la ecología ambiental. Es contradictorio insistir en que las generaciones futuras respeten el entorno natural cuando nuestros sistemas educativos y leyes no les ayudan a respetarse a sí mismos. El libro de la naturaleza es uno e indivisible: abarca no sólo el medio ambiente sino también la vida, la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales: en una palabra, el desarrollo humano integral. (Caritas in veritate, 29/06/2009).
Esperamos que al final del sínodo, el Papa confirme el Magisterio de siempre.
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