El desmadre intolerable de Yamandú Orsi supera con creces la discrepancia, la divergencia y la más dura oposición a este gobierno. ¿De qué país está hablando Orsi? ¿De la Argentina de los Kirchner? ¿De Somalia? Porque en La diaria, publicación netamente frenteamplista, del 30 de mayo se reconoce que el presidente Lacalle recibe el 49% de aprobación. ¿Puede ser cierto, entonces, que ese apoyo espectacular a menos de un año de terminar el mandato se recoja en un país que esté en la pendiente de su ocaso económico, político, social y moral, cayéndose a pedazos?
No vale la pena insistir sobre el exabrupto y la flagrante mentira. Falsedad evidente en un país con equilibrio fiscal, el mejor grado inversor, la inflación más baja de los últimos 20 años, la mayor obra pública de los cinco últimos gobiernos, la desocupación en descenso, creciente poder adquisitivo del salario, seguridad jurídica, estabilidad institucional, respeto de sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos y la mejor imagen en el concierto de las naciones iberoamericanas.
Esa flagrante falsedad le quita sensatez y moderación al candidato de los frenteamplistas y lo coloca al nivel de sus ridículas afirmaciones.
Como contrapartida, el precandidato Yamandú Orsi, con un discurso huérfano de propuestas serias, amenaza combatir la inseguridad con el mismo equipo, óigase bien, el mismo equipo que tuvo el difunto Bonomi y el enfermero hermano de Vázquez, de cuya total incompetencia habla la crisis en seguridad pública que dejaron, entre otras pesadas herencias.
Sirve recordar, pues vienen al caso, las palabras del periodista Álvaro Ibarra, a quien me permito citar textualmente para que nadie hable de plagio:
“Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que el fiscal Diego Pérez perdió el pen drive cuando iba a procesar a Mariano Arana y a Ma. Julia Muñoz…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que el Fondes salvaba empresas…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que a Macarena Gelman no le interesaba la plata…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer en José Mujica prometiendo Aratirí, la regasificadora, las empresas gestionadas, el puerto de aguas profundas, el dragado o el tren bala…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer en el caballero de la derecha y en el remate de Pluna…
Tengo memoria y recuerdo cuando nos quisieron hacer creer en el aval de Fernando Calloia…
Tengo memoria y recuerdo cuando le hicieron una caravana de homenaje al ministro Fernando Lorenzo…
Tengo memoria y recuerdo cuando nos quisieron hacer creer en que liberar la marihuana iba a combatir el narcotráfico…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos dijeron que Tabaré Vázquez no iba a subir los impuestos ni a poner otros nuevos…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que Astori era la renovación…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que las pérdidas de Ancap eran a causa de los sueldos de los pisteros…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que el avión de Tabaré Vázquez era de multipropósito…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que Raúl Sendic iba a mostrar el título…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que Lucía Topolansky lo había visto…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que Venezuela iba a pagar los lácteos que le vendimos…
Tengo memoria y me acuerdo de cuando nos quisieron hacer creer que Montevideo estaba sucio porque la gente consume mucho…
Tengo memoria y recuerdo cuando nos quisieron hacer creer que disminuyeron la pobreza y mejoraron la educación…
Tengo memoria y recuerdo cuando nos quisieron hacer creer que el Pit-Cnt defiende a los trabajadores cuando aplaude el tarifazo…
Tengo memoria y recuerdo cuando nos quisieron hacer creer que iban a combatir la extranjerización de la tierra y gravar a las multinacionales…
Tengo memoria y recuerdo cuando nos quisieron hacer creer que teníamos petróleo…
Háganme el favor. Si nos quieren hacer creer eso y muchas cosas más que por falta de tiempo y ganas evito detallar, no tienen ningún derecho a dudar de que los bienes de Balcedo y los 7 millones y medio de dólares en efectivo fueron producto de once años de trabajo digno y legal, no sea nabo, m’hijo. Tengo memoria”. (Álvaro Ibarra).
Le pedimos entonces al precandidato Yamandú Orsi, que responda esa retahíla de recuerdos de los gobiernos frentistas, si es que puede.
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