Las empresas públicas (OSE, UTE, Antel) han sido históricamente cuestionadas. Las deficiencias en el servicio, sumada a la falta de respuesta al usuario y el alto costo de las tarifas, son la base de reclamos permanentes. Pero en los últimos años se ha sumado un elemento que potencia lo anterior: la inseguridad. El robo de energía, de agua y, últimamente, el aumento del robo de cables, tanto de UTE como de Antel, además de los daños que se provocan en el intento de hurto, ha perjudicado directamente la calidad de los servicios.
¿UTE o Intendencia? Los usuarios reclaman
La empresa en apariencia más sólida ha sufrido un deterioro de su imagen con los continuos cortes sorpresivos de energía, especialmente en el interior del país. La intermitencia de los mismos ha generado varios perjuicios en usuarios que denuncian la quema de electrodomésticos y, en algunos casos, hasta la pérdida de productos perecederos. Las razones técnicas se desconocen debido a la prohibición que impide a los gerentes comerciales de cada departamento hacer declaraciones a los medios de prensa.
En las últimas horas, en declaraciones a la prensa, el vicepresidente de UTE, el doctor Julio Luis Sanguinetti, manifestó que “el daño provocado por el hurto de cables sumado a la cantidad de colgados del servicio provoca permanentes caídas de tensión”. En Rivera, por ejemplo, existen, por lo menos, dos asentamientos debidamente identificados donde se detecta una red de cableado irregular sin que las autoridades tomen medidas al respecto. En tanto, el jerarca señala: “estamos trabajando con el Ministerio del Interior para buscar una solución”.
El hurto de cables y materiales ha sufrido un aumento exponencial en el mes de febrero. Desde el día 10 a la fecha se realizaron denuncias por el robo de casi mil metros de cable del alumbrado público, siendo la zona preferida de los delincuentes la Avenida Guido Machado en el ingreso a la capital departamental hasta el puente de Paso de Castro. En la zona, a título de ejemplo, se encuentra la sede del CERP (Centro Regional de Profesores) que fue saqueado y robado hasta tres veces en una semana. En unos de los intentos de robo se provocaron daños en las instalaciones de la represa de OSE, en otro, se intentó robar un transformador, provocando roturas que demandaron un gasto de más de $200.000 con la afectación del servicio.
Sin importar el horario, tal como demuestra el registro fotográfico, en el cual se robaron 230 metros de cable en pleno mediodía y utilizando cuchillos de cocina o una piedra; desde el 2019 a la fecha suman más de 3.000 metros hurtados. La Policía ha trabajado intensamente en el combate contra estos delitos y, en los últimos días, seis personas fueron detenidas y formalizadas por la Justicia, dos de ellos con prisión preventiva y el resto con libertad a prueba o arresto domiciliario. Los receptores del cobre robado no han sido descubiertos del lado uruguayo y se presume que han entrado en la operativa empresas brasileñas ubicadas a pocos metros de la línea divisoria, lo que complica la tarea de los investigadores.
Zonas rurales: algunas sin energía
Hasta el momento, se estima que un pequeño porcentaje de nuestra población no ha podido acceder a la energía eléctrica, en especial, aquellos que viven en zonas rurales. El alto costo de la obra hace prácticamente imposible que pequeños productores puedan acceder al servicio. Pero la situación se hace dramática cuando se presenta un caso como el de Washington Darci Rodrigues, vecino de la zona de Capón Alto, localidad ubicada a 50 km. al este de la capital departamental.
“Vivo en la zona hace 21 años. Estuve trabajando en la empresa Lumin durante todo ese tiempo y cuando la empresa dejó de funcionar, por mi buena relación con el ingeniero, él me permitió quedarme a vivir allí, a pesar de no tener luz”, comenzó a relatar Rodrigues. “Me pidió que participara de una reunión que se realizaría en la escuela n° 90 de la localidad, en la cual pude hablar con un representante de UTE, quien, de acuerdo a la distancia que había desde la casa de Gularte, vecino a 1 km. de distancia de la mía, tenía que pagar la suma de US$ 10.000 para recibir el servicio. Se imagina, yo recibo una pensión de $13 mil por una lesión en rodilla, y como tengo 59 años debo esperar un año más para jubilarme por enfermedad”, agregó.
Al consultarlo sobre la posibilidad de que UTE instale paneles solares para abaratar los costos, Washington sostuvo que nunca se lo plantearon, lo que fue confirmado por otros vecinos del interior profundo del departamento, como es el caso de Pedro Olivera, quien nos informó que, si bien sabía del proyecto, nunca se informaron las vías de comunicación.
Intendencias afectadas
El alumbrado público es un servicio que presta la Intendencia y que, de acuerdo a lo manifestado por el director de División de Alumbrado Público de Rivera, el señor Marty Molins, es “claramente deficitaria”. El jerarca expresó: “hemos tenido que abrir un expediente al respecto porque han sido miles de metros robados en los últimos años. Los robos se han incrementado desde noviembre a la fecha, realizando siempre las denuncias policiales. Esto es sumamente perjudicial para la gente, pero también para la propia Intendencia, ya que debemos suspender algunas obras de mejoras para atender hechos de este tipo”.
“Habíamos renovado la iluminación en la zona de la Escalinata de Cerro Marconi y en pocos días volvieron a robar, hoy la tenemos apagada. En la zona de la ciclovía nos han robado miles de metros, y solo en los últimos días fueron más de tres mil metros. Estamos cambiando el cable de cobre por el de aluminio, que no es lo ideal porque no es buen conductor, pero algo tenemos que hacer”, explicó.
“Si bien, de acuerdo a los convenios existentes, nosotros tenemos que pagar mensualmente a UTE por el consumo, el mantenimiento es a costo nuestro y es bueno decir que la Tasa de Alumbrado Público cubre aproximadamente un 60% de los gastos de funcionamiento, lo que demuestra que para nosotros es claramente deficitaria”, añadió Molins.
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