Con la dignidad de asumir toda la responsabilidad de la magra votación de Cabildo Abierto, el Gral. Guido Manini Ríos se dirigió en un breve discurso a la ciudanía, inmediatamente después de conocerse los resultados del acto electoral.
No obstante, el triunfo de la Coalición Republicana sobre el Frente Amplio, de la que participamos como uno de sus integrantes, para Cabildo Abierto comienza un período de reflexión y de severa autocrítica.
Como aludió el general Guido Manini en sus palabras, con toda sinceridad, admite que hubo errores y problemas internos que no se acertaron a resolver. El alejamiento de importantes figuras, que preanunciaba discrepancias, fue el comienzo de la disgregación del grupo, que luego se incrementó.
Primero se apartó del partido el diputado Dr. Eduardo Lust, quien quizás haya sido el legislador más brillante de todo este período. Emprendió su carrera en solitario fundando el Partido Constitucional Ambientalista, pero no alcanzó los votos para reingresar a la Cámara Baja. Luego fue el Dr. Daniel Salinas, un profesional de la medicina de muy destacada actuación durante la pandemia, quien sin mayores explicaciones abandonó la política renunciando al Ministerio de Salud Pública. También la diputada Elsa Capillera emigró hacia el Partido Colorado con sus seguidores, lo que constituyó una pérdida significativa, pero al parecer tampoco logró una banca.
A esas deserciones, se sumó un conflicto interno que, sin discutir el liderazgo de Manini, generó una nueva corriente dentro del partido, cuestionando su orientación, pero sin ofrecer una alternativa que demostrara un apoyo importante.
Tampoco se puede poner en duda que Cabildo Abierto no gozaba de simpatías dentro de la Coalición Republicana. Nunca ocultó su discrepancia con la metodología que se aplicó para el gobierno de coalición, con prescindencia de los coaligados y decidida por la sola voluntad del presidente. Sin perjuicio de que siempre cumplió con el “Compromiso por el país” como correspondía por haberlo suscrito, su perfilismo molestaba.
A diferencia del Partido Colorado, que fue casi siempre un socio dócil a gusto de Lacalle Pou, nuestro Cabildo Abierto fue el socio díscolo que tenía iniciativas propias y distintas que casi nunca fueron acompañadas. Esas iniciativas fueron siempre sensatas y, aunque se pudiere discrepar con ellas, estaban destinadas a una mejora para los intereses colectivos, poniendo especial énfasis en el beneficio de los sectores más vulnerables de la sociedad, como ha sido el caso de los deudores víctimas de la usura.
Pero asimismo la seguridad pública, la vivienda, las pymes, la niñez desvalida, la familia, la autoridad paterna, la defensa de la vida, entre otras cosas, fueron siempre objeto de su preocupación.
Por otra parte, es digna de encomio la labor de sus representantes en las distintas áreas del gobierno en las que le cupo actuar, como fueron la UTE, el BROU, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Vivienda, el Inisa o la Dirección General de Turismo, en gestiones donde se destaca su eficacia, dedicación, probidad y transparencia absolutas.
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