Nuevamente el tema del atraso cambiario está instalado en los sectores de la producción y la industria. Eso fue destacado en la reciente celebración el pasado lunes, del Día de la Industria y la celebración de los 124 años de la CIU. La situación se está agravando en un mundo donde el dólar tiende a subir frente a monedas fuertes como la libra y el euro, con importantes depreciaciones de las monedas locales en la región, mientras que en Uruguay la tendencia del billete verde es que continúe bajando su precio, entre otras razones, por una política del Banco Central de alta tasas de interés en pesos. En lo que va del año el precio del dólar ha caído en el entorno del 10% mientras la inflación en pesos anualizada está en 9%. Esto lleva a una importante inflación en dólares que termina perjudicando a la industria exportadora y el sector agro industrial.
El presidente de la Cámara de Industrias (CIU), Alfredo Antía, señalaba en su discurso con motivo de la celebración del Día de la Industria que este sector emplea a 167.000 uruguayos en forma directa y paga salarios que están un 16% por encima de la media de la economía. También que la actividad se encuentra un 10% por encima de la época prepandemia. Pero emitió algunas alertas. “Estamos en un momento bisagra. Este segundo semestre nos empieza a mostrar algunos resultados interanuales negativos y no podemos estar ajenos a algunas realidades del mundo que nos golpean. Se empiezan a notar nubarrones recesivos. La inflación que golpea al mundo está afectando a nuestro país y la suba de tasas genera un movimiento a nivel de los precios que impacta en nuestras exportaciones y los términos de intercambio”, dijo ante una audiencia entre la cual se encontraba el presidente Luis Lacalle Pou.
Para Antía la situación del dólar en Uruguay “no acompaña el movimiento, como sí lo hace en los países con los que competimos. Cuando el atraso cambiario se instala, se afectan los márgenes y lo mismo sucede con las expectativas de inversión y se prenden luces amarillas en el tablero”.
Horas después era entrevistado en el programa “En Perspectiva” (Radiomundo), donde volvía a señalar la actual situación y aportaba más datos que muestran esas luces amarillas a las cuales hace referencia. Recordó que en la última década el volumen físico de producción se mantuvo estancada y existió una recuperación tras lo peor de la pandemia. Pero en el primer semestre de este año se comenzaron a ver problemas, como ser lo que denominó “precios casi predatorios” en Argentina que debilitan el mercado interno, el enfriamiento de la economía China y la inflación global. “En el mercado local el dólar se mantiene planchado, y los márgenes de la industria se complican y se empieza a afectar la inversión”, dijo.
Antía indicó que por primera vez en los últimos dos meses, Brasil superó a China en las compras que le hace a Uruguay, lo cual es un dato bien relevante de lo que está pasando con nuestro primer socio comercial que es China el cual llegó a comprar US$ 2.700 millones en el país. El presidente de la CIU dijo: “nos preocupó que el Banco Central utilice una información que entendemos es inadecuada y conduce a posicionamientos erróneos cuando es el banco el que define la política monetaria del país. Ese es un punto de alerta”. Explicó que por la inflación se sube la tasa de interés, pero eso lleva a que el dólar siga bajando. A esto se suman los dólares ingresados por inversiones y por exportaciones.
“La inflación en dólares está por encima del 15% y esos son márgenes que el exportador pierde a la hora de hacer negocios cuando se encuentra que ingresa a otros mercados, donde además tiene que pagar aranceles que seguramente muchos de nuestros competidores directos tampoco tienen. Es un cúmulo de cosas que nos obliga a pensar que es en los momentos de alza de la economía en que hay que ir por los cambios”, agregó.
Y la situación de la baja del dólar se puede agravar aún más. En el día de ayer el Banco Central del Uruguay (BCU) incrementó la tasa de política monetaria en 50 puntos básicos hasta 11,25%, en línea con lo anunciado en la última reunión del Comité de Política Monetaria. Esto con una inflación anualizada de 9%, por lo cual el BCU estima que “con estos incrementos se estaría alcanzando los niveles de tasa adecuados para la convergencia de la inflación y sus expectativas al rango objetivo” que es 7%. Por lo tanto, es de esperar que se vendan más dólares para pasarse a pesos y aprovechar la tasa de interés de casi 12% anual. Eso significa un dólar a la baja.
Precisamente sobre este aspecto el economista de CPA Ferrere, Alfonso Capurro, señalaba que “el problema eventualmente es que el año que viene Uruguay llegue a una fase de contracción, el dólar se nos quede desacoplado y cuando el BCU empiece a bajar tasas, la presión global haya cambiado de sentido y el dólar nunca se recupere en Uruguay”.
En una charla organizada por Banco Itaú para sus clientes y la cual fuera reflejada en las páginas de diario El Observador, indicó que este, el desacople, es un hecho bastante recurrente. “No es la primera vez que cuando el mundo se corre en equilibrio, Uruguay por razones internas no se puede subir a ese tren. Después nos cuesta enganchar. Preocupa que estemos desacoplados. De alguna forma tememos que estemos perdiendo el tren de la corrección”.
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