Se denomina Formación Raigón a los sedimentos geológicos terciarios de arenas y gravas depositados en los departamentos Montevideo, Canelones, San José y Colonia. Desde el punto de vista hidrogeológico, los diferentes estratos están conectados, formando acuíferos o sistemas acuíferos de magnitud local o regional. En el sur del departamento San José, la continuidad de los estratos, su potencia y conductividad hidráulica, sumados a la existencia de una recarga importante y a límites físicos bien definidos, constituyen las condiciones para el desarrollo del Sistema Acuífero Raigón (SAR). El sector continuo se extiende entre el arroyo Pavón y los afloramientos de las rocas cristalinas, al oeste; el río San José y las rocas cristalinas, al norte; el arroyo de la Virgen y el río Santa Lucía, al este y el Río de la Plata, al sur. Totaliza un área cercana a 2300 km2 (Figura 1). El SAR es fundamental para el abastecimiento de todas las poblaciones del departamento, las industrias, el riego, los establecimientos ganaderos, los tambos y las viviendas rurales. Desde el punto de vista conceptual, es el acuífero más estudiado, conocido y utilizado del Uruguay.
En 1985 la Dirección Nacional de Minería y Geología (Dinamige), con fondos de la cooperación canadiense, hizo una primera caracterización del SAR. Luego fue el MGAP para su programa Prenader, la Facultad de Ingeniería (FING) con fondos Conicyt-BID y Mvotma y la Dirección Nacional de Hidrografía (DNH) con aportes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), todo entre 1990 y 2005. El trabajo integral que aquí se describirá se realizó con la finalidad de presentar a las autoridades del agua una serie completa de herramientas que permita poner en práctica un primer plan de gestión y preservación del SAR. La vigilancia de la calidad y la prevención del riesgo de sobreexplotación de los recursos hídricos subterráneos es una tarea que debe asumirse con responsabilidad técnica y política, mediante una adecuada reglamentación de su uso y una gestión responsable y coordinada entre autoridades, especialistas y usuarios. La actualización del banco de datos y la disposición del mismo de modo más amigable, la generación de mapas de consulta rápida (mapa hidrogeológico y mapas de calidad química), la selección de una red óptima y una red mínima de monitoreo de niveles de agua y calidad, la actualización del modelo matemático de flujo y la preparación del modelo matemático de transporte, la revisión de la carta de vulnerabilidad a la contaminación y los elementos de control aplicados por el estado uruguayo para la preservación y uso de sus acuíferos, son los productos resultantes de esta investigación y, a su vez, los insumos para el plan de gestión del SAR.
Un acuífero o un sistema acuífero es un componente del ciclo del agua en la región. Representa un soporte de los procesos ecológicos existentes y sustenta variados servicios a los seres humanos: es recurso para el abastecimiento a núcleos urbanos o rurales y para actividades económicas que se desarrollan en el territorio. Sus características hidráulicas pueden cambiar a causa de acciones antrópicas y del ordenamiento territorial.
Los recursos renovables de agua subterránea y las reservas existentes son limitadas; dependen del clima y son degradables por contaminación y salinización. La demanda de recursos hídricos subterráneos en un país en desarrollo es siempre creciente. La posible oferta de recursos no tiene igual dinamismo. El límite superior depende de la recarga interanual, controlada por el clima, el territorio y las interacciones con las aguas superficiales. En un modelo de desarrollo se establece una competencia entre los usos de agua y el medio ambiente y sus servicios, creciendo con la demanda. Como es imposible evolucionar sin impacto, se asume la necesidad de una negociación entre demandas administrables, más allá de la mera regulación de mercados ineficientes y sin reglas. Esta negociación parte de una valorización de lo vital, de derecho o esencial y fundamenta la existencia de una administración pública del agua y sus infraestructuras legales y normativas, con una concepción acorde con la Constitución y costumbres, un soporte ético-moral, el respeto a la iniciativa privada y una buena aplicación del principio de subsidiariedad. Todo lo antedicho se traduce en gestión, apoyada en una planificación y en el marco de una buena gobernanza. El plan de manejo ambiental de un acuífero es un instrumento complejo de planificación y administración, que se desarrolla en base a ejecución de proyectos, a programas de conservación, uso adecuado y protección de las fuentes. Las problemáticas a enfrentar con un plan de gestión se refieren tanto a la administración de la cantidad como de la calidad del agua subterránea. La explotación intensiva del agua subterránea puede producir notables descensos piezométricos, con el riesgo de afectar a los cursos de agua superficial (merma de caudales, más dilatados estiajes e incluso secado permanente), posible subsidencia del terreno, cambios en la salinidad del agua, mayores costos de energía para la extracción, abandono de pozos y desecación de humedales. La protección de la calidad del agua subterránea es un aspecto prioritario en el buen manejo. De ahí el interés en que la protección del SAR sea una acción piloto que pueda extenderse a otros acuíferos. Esta propuesta, denominada Gestión Ambiental del Sistema Acuífero Raigón, cubre solamente la Planificación, primera etapa de un plan de gestión, recomendando y poniendo a disposición de los organismos que tienen a su cargo la administración del recurso subterráneo las herramientas necesarias para el conocimiento del sistema acuífero, para su control y para la elaboración de un Primer Plan de Gestión.
INIA, Gestión ambiental del acuífero Raigón, 2019.
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