La semana pasada se aprobó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Presupuesto que presentó la Coalición Republicana, como instrumento legislativo con cuyo encuadre normativo gobernará al país en los próximos cinco años.
Como siempre ocurre, en larguísimas sesiones, se debatió por parte de los dos bloques que hoy componen nuestro Parlamento el proyecto de ley en general, -que contiene más de 700 artículos-, antes de su aprobación.
La oposición frenteamplista, olvidando la situación en que dejó el país luego de 15 años de gobierno, manifestó su disconformidad y contrariedad en un estilo de inusitada violencia verbal y duros calificativos, al punto que mereció la categórica respuesta del diputado de Cabildo Abierto Eduardo Lust.
El Dr. Lust, comenzó su enjundiosa intervención, expresando que a los frentistas sólo les faltó acusar a los representantes del gobierno de “criminales de guerra” pues habían agotado los adjetivos más duros del idioma español contra los autores del proyecto. Así, porque se les acusó de olvidar a la niñez y a los más desprotegidos, de enajenar la tierra en detrimento de la soberanía, de quitar incentivos a la industria, rebajar los salarios de los trabajadores, negar recursos a la ciencia y la investigación, rechazar el reclamo de la educación y culminar “desmantelando las mejoras logradas en los tres gobiernos frenteamplistas”.
Nuestro diputado, sin mezquinar el vuelo de la oratoria que le permite su amplia cultura, se encargó con delectación de orfebre y precisión de cirujano, en desarticular hasta el ridículo, cada una de las falaces argumentaciones de estos censores de campanario. Así fue que les recordó que en sus gobiernos se enajenó un tercio de nuestras mejores tierras a extranjeros, que existen 600 mil hás. forestadas en beneficio de las papeleras, que la industria frigorífica pasó en su totalidad a manos de industriales brasileños, que nunca ganaron tanto los Bancos, que son discípulos de Soros y que el FMI tenía una oficina en el Banco Central, que se nos impuso la ley de Inclusión Financiera que encareció los costos para todos en beneficio de unos pocos, y que los negocios de ANCAP con las plantas de celulosa en el suministro de fuel oil , han sido ruinosos, pues al no producir lo suficiente lo importa de Brasil y de Argentina pagando por su compra dos o tres veces más del precio al que se los vende.
Con el agravante de que, en este mismo momento las primeras auditorías están demostrando que entre el MIDES, el INAU y el MGAP hay un faltante de 136 millones de pesos que, al momento, carecen de comprobantes fehacientes (o sea 3 y medio millones de dólares) y que el capricho de la compra del avión presidencial por una suma que excedía dos o tres veces su valor, ha determinado otra pérdida para el país, que sigue pagando la gente; como en esta misma materia de aeronaves, sigue pagando las cuotas de los “Bombardier” comprados para PLUNA en un turbio manejo de quiebra y liquidación.
Por si cabe alguna duda, es bueno recordar que sólo fue preso un aventurero internacional que trajo Astori, llamado Matías Campiani.
La tan enjundiosa y verborragica oratoria de la bancada frenteamplista –seguramente un coro organizado- tenía por objetivo tapar entre otras cosas, el escándalo de los aviones “Bombardier” comprados en Canadá por Matías Campiani habilitado por el Cr. Danilo Astori, como la persona indicada para manejar las “alas del Uruguay”. ¿O sería el conductor de nuestra política económica durante quince años ignoraba los antecedentes del inescrupuloso empresario argentino en su actividad al frente del fondo de inversión LeadGate?
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