Más de una vez desde este mismo espacio he dicho y subrayado que la familia es principal en todos los órdenes de la vida; que la familia es el centro de la identidad, la educación, la escuela de amor y la comprensión, del diálogo y del crecimiento de las personas. Y que por eso hay que defenderla como institución eje de toda sociedad civilizada. En esta época la tarea no es fácil; los enemigos históricos de la familia se han coaligado con nuevas formas de ataque y con un discurso todavía más disolvente que compromete las nociones más esenciales de la condición humana.
Por eso es relevante apoyar todas las iniciativas que tienden a favorecer el espacio, el rol y la jerarquía de la familia en la sociedad; la familia realmente es el ámbito natural de los seres humanos y desde allí hay que trabajar. Y también por eso merece destaque el esfuerzo del Centro de Investigaciones y Estudios Familiares (CIEF), que desde su origen se ha dedicado a la familia, acompañando los cambios sociales que han dado lugar a nuevas formas de configuración familiar, trabajando con todo tipo de familias, procurando prestar un servicio profesional y técnico hábil para asistir a quienes lo necesitan.
El CIEF tiene un calificado equipo de orientadores familiares que imparten distintos tipos de entrenamiento y de esa forma sirven a diversas demandas de atención. También brinda en forma gratuita asesoramiento jurídico, enfocado al Derecho de Familia. Asimismo, y en esto quiero poner foco, cuenta con otros profesionales asociados como psicólogos que brindan atención cuando las orientadoras consideran que es oportuna una derivación.
La formación de las orientadores familiares es un proceso de cuatro años en el que se las prepara en diversas áreas, teniendo materias como Psicología, Sociología, Antropología, Comunicación, Sistemas Familiares, Crecimiento Personal y Logoterapia. Esta preparación se encuentra a cargo de especialistas destacados que tienen presente el sentido técnico, profesional, pero también de valores que favorecen la preponderancia y la función de la familia en todo tiempo y lugar, pero especialmente en esta época donde es tan dramáticamente importante no tener distracciones en la materia habida cuenta de la crisis moral y de valores que estamos atravesando. Un dato que para mí es digno de ser destacado: el CIEF brinda Orientación Familiar de forma gratuita a cualquier persona que lo necesite.[1]
Recojo lo que dice la información acerca de la misión del CIEF: “trabajamos con problemas vinculares en el ámbito familiar, ya sea a nivel de la pareja, entre madres y padres con sus hijos, u otros conflictos que puedan darse a nivel familiar. Abordamos también dificultades en la infancia y en la adolescencia con psicólogos especializados. Nuestra casa es un espacio abierto para todo aquel que necesite ayuda, lo más lindo de nuestra tarea es poder acompañar los procesos de transformación de las personas que ayudamos, viendo cómo mejoran a nivel personal y familiar”.
Me identifico totalmente con esos propósitos.
[1] Por información e inscripciones: 2400 0681 // 2409 9790 // 098 265 506. Facebook e Instagram: CIEF Uruguay
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