El reciente libro de la doctora Gabriela Fossati, La cara oculta del sistema judicial en Uruguay (con el sugestivo subtítulo El poder de “La Manada”), tal vez no sea una novedad para algunos en cuanto a su asunto. Desde tiempo atrás se han ido sucediendo las denuncias de distintos actores del ámbito político y periodístico al respecto. Lo cierto es que no se aprecia que algo haya cambiado desde entonces. El exfiscal Díaz encontró otros horizontes y su sucesor, Gómez, ni siquiera practica algún tímido gatopardismo.
Dice Fossati: “Para La Manada hay cargos que solo pueden ser ocupados por adherentes al FA, que pueden ordenarles a los otros qué pensar o a quién votar”. Eso, que no es una “sensación térmica”, sino la percepción de alguien que sufrió personalmente lo que relata, es extremadamente grave. Desde las entrañas de ese mundo raro en que parece haberse transformado la Fiscalía General de la Nación (FGN), dice: “Recordé algunos fragmentos del Foro de San Pablo y lo viví en carne propia”. Y afirma sin ambages que la FGN es una es institución que “dos personas [Díaz y Gómez] destruyeron en unos pocos años”.
Conviene recordar que el susodicho instrumento, en Nicaragua 2017, expresa que “la izquierda debe proponerse la toma de todas las instituciones y no solamente la presidencia o las diputaciones. Es importantísimo la toma del poder judicial, los aparatos militares y los medios de comunicación”. Nada nuevo. No lo ocultan. ¿Pensábamos que no lo iban a aplicar acá? ¿O pese a ello poco hemos hecho por enmendarlo? Las dos opciones son malas. Estamos entre la negligencia y la connivencia.
Lo que aporta la doctora Fossati son sus vivencias. A través de su relato vemos claro cómo se está operando en nuestro país a vista y paciencia de todo el mundo.
El primer ejemplo que pone es la Ley de Género: “Fue llevada a un grado de extremismo que trajo inevitables perjuicios a los hombres… han quedado de rehenes buenos hombres, cuya vida ha sido afectada o destruida… se abrazan ideas con fanatismo. No con una actitud abierta a la crítica”. Fossati aclara que es feminista.
Un libro esclarecedor, que es fundamental leer, para despertar del letargo en que parece estar sumida la mayoría del sistema político.
Gerardo Ramos
TE PUEDE INTERESAR: