“Los hombres han razonado a lo largo del tiempo como si la moral y la justicia tuvieran una existencia propia, una derivación de la fuerte tendencia humana de dar un carácter objetivo a hechos subjetivos, y de la necesidad imperiosa de cubrir con un barniz lógico las relaciones y los sentimientos. Tal es el origen de la mayoría de las disputas teológicas, así como del concepto verdaderamente monstruoso de una religión científica”.
Vilfredo Pareto
La ideología expresa intereses de clase que son intereses particulares según Marx, quien argumentaba que el procedimiento típico de deformación ideológica es la falsa universalización o, expresado de otra manera, hacer aparecer como valores universales los intereses de clase, como relaciones naturales y objetivas vinculados a condicionantes históricos determinados. En la medida en que la ideología nace de la necesidad de obtener el consentimiento de los demás a nuestros deseos, -a lo que Pareto llamaba “el acuerdo de los sentimientos”, el procedimiento típico de deformación ideológica según Pareto pasa por la falsa racionalización, esto es, hacer aparecer como racionales discursos, preceptos y acciones que son en realidad manifestaciones de creencias, sentimientos e instintos irracionales.
En su Tratado de Sociología General, Pareto llama “derivaciones” a los varios procedimientos de racionalización de los sentimientos (después de haberse referido extensamente a ellos en trabajos anteriores, llamándolos simplemente “razonamientos”), y dedicándoles una de las partes más vigentes de su obra. Marx estaba más interesado en capturar -más allá de pretendidas fórmulas universales- el interés concreto de una clase que lucha por su dominio o por su liberación. Pareto en cambio procuraba descubrir bajo el velo (el “barniz”) de un razonamiento, que a pesar de ser aparentemente correcto (la derivación), va mutando con el tiempo, al igual que ocurre con la ropa y el cambio de la moda, una constante de la naturaleza humana.
Norberto Bobbio, en “La ideología en Pareto y en Marx” (publicado en “Ensayos sobre la ciencia política en Italia”. Ed. Laterza.
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