¿Cómo surgió tu vínculo con la producción manicera?
Surgió por mi padre, que cultiva maní desde los 12 años.
¿Cómo fuiste desarrollándote en esta actividad?
Comencé trabajando desde muy chico junto a mi padre y hermanos quienes me fueron y me siguen enseñando hasta el día de hoy.
Una sugerencia para alguien que está empezando y quiere hacer lo mismo que tú.
Que no se rindan que con esfuerzo y perseverancia todo es posible.
¿Qué te inspira?
Mi mayor inspiración es llevar a adelante lo que un día mi padre inicio con tanto trabajo y esfuerzo.
¿Cuáles son los desafíos que has tenido que sortear?
Siempre hay muchos desafíos, este año tuvimos que lidiar con la entrada de maní extranjero que invadió el mercado bajando las ventas de nuestro producto, por lo que se nos hizo difícil cubrir gastos.
¿Un referente en tu vida o alguien que confió en ti?
Mi padre y hermanos que me inspiran a seguir creciendo en esto.
¿Una asignatura pendiente/proyecto a realizar?
Seguir creciendo para en un futuro poder exportar y producir diferentes productos derivados del maní.
¿Qué valor fundamental destacas?
El valor fundamental para desarrollar la actividad es el esfuerzo, dedicación y compromiso que se hace día a día.
¿Qué significa ser joven rural hoy?
Ser joven rural es levantarte día a día acompañado a tu familia en todas las tareas que se tiene que realizar, no sólo las tareas sino también las crisis, como la dificultad de la comercialización y competencia de la importación.
¿Qué es la felicidad para ti?
El poder progresar y trabajar en lo que me gusta junto a mi familia, con la esperanza de llegar lejos.
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