¿Cuál es tu pasión?
La conjunción de crear y diseñar con los negocios. Desde niña amé la moda y diseñaba mis propios modelos para que me los hicieran, pero a su vez soy amante de los números.
¿Cómo surgió tu emprendimiento?
Como una necesidad de expresión. Crear con la mente y el corazón pasa a ser un arte, y el arte es sanador. Después tuve la necesidad de lucir algo diferente que me identificará. Y de ahí, encontrar una persona que sintiera y tuviera la misma visión al crear estás prendas tan particulares, como mi socia Marina, que es tan importante como yo en todo esto.
Un consejo para alguien que está empezando y quiere hacer lo mismo que tú.
No dar lugar a los miedos, que no es más que eso. Porque lo que está detrás es algo maravilloso y vale la pena vivirlo.
¿Qué desafíos has tenido que sortear?
Sin duda lo económico, la materia prima no es barata. Después están los tiempos, porque con mi socia tenemos multiempleo y familia. Coincidir para crear juntas no nos ha sido fácil.
¿Qué te inspira?
El aroma del cuero, sus texturas nos permiten dejar volar nuestra imaginación para que después nazca una nueva prenda… Además de llevarme a un momento muy lindo de mi vida en familia. También la propia naturaleza, soy muy tierra y todo lo que tenga que ver con ella me identifica, desde los colores. El otoño es mi estación favorita por esa hermosa paleta de colores que nos regala.
¿Cuál es tu lugar en el mundo?
El contacto con la naturaleza, las quintas de eucaliptus (de ahí la hoja del logo de la marca), su aroma, el ruido de su follaje cuando hay viento, también estar en contacto con la arena y el mar.
¿Hay un referente en tu vida o alguien que confió en ti?
Muchas personas, principalmente mi socia al aceptar mi propuesta, ya que somos diferentes pero nos complementamos y de ahí surge todo esto tan lindo. Las dos compartimos este don de dejar volar la imaginación y que nazcan las ideas. Sin dudas mi hijo, Nacho, mi familia, que sabe desde niña lo que me hace feliz, y mis amigos, a quienes debo mucho. Me dieron fuerzas y empuje en momentos duros que me tocaron vivir junto al nacimiento de CampestreChic. Sin olvidar a nuestra primera modelo, Agustina, que aceptó lucir nuestras prendas.
¿Tienes alguna asignatura pendiente?
Terminar mi carrera de contadora (no importa la edad), pasar a ser protagonista en el mundo de los negocios con nuestra propia marca, a la que amo y a la que he volcado mucho de lo que soy.
¿Qué valores fundamentales buscan transmitir?
El cuidado del medioambiente, ser amigable con él, bajar el impacto socioambiental, concientizarnos en conjunto y difundir la importancia de la responsabilidad social.
¿Qué es la felicidad para ti?
Estar en equilibrio. Cuando una se siente bien consigo misma y logra, además, hacer sentir bien a los demás, creo que va por buen camino. Es cuestión de elección y darnos cuenta a tiempo para hacer el cambio.
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