El año 2021 fue record de exportaciones de bienes para el Uruguay, 11.549 millones de dólares (según datos de Uruguay XXI). Y separo los bienes de los servicios, porque históricamente el turismo es el que ha generado el mayor impacto económico en los servicios y cerrará muy lejos de los 2.500 millones de ingresos anuales en dólares en sus mejores momentos pre-pandemia.
Estas cifras record en bienes, si le incorporamos (teniendo en cuenta lo antes mencionado) los servicios, seguramente no supere los 15.000 millones de dólares. Es prácticamente lo que hemos exportado en los últimos 10 años, entre 10.000 y 15.000 millones de dólares entre bienes y servicios.
Concluyendo en primera instancia, que el comercio exterior uruguayo, no presenta grandes cambios, más que algunos factores coyunturales, como precios internacionales y en este año pasado, venta de energía a los países vecinos (594 millones de dólares en 2021, según ADME).
Un país con el tamaño de mercado de Uruguay, 3,5 millones de habitantes debe su subsistencia al mercado exportador. Algo de lo que creo, no hemos tomado plenamente conciencia de la incidencia a la hora de incentivar y desarrollar cadenas productivas exportadoras en nuestro país. Solo si comparamos con países de tamaño similar, nos queda claro el debe que tenemos a la hora de potenciar y multiplicar nuestras exportaciones.
En el siguiente Cuadro 1, se presentan cifras que nos dejan claro la expansión del comercio exterior de países similares al Uruguay. Se sumó también China como referente del proceso exportador global. Quien asentó las bases de su modelo de crecimiento a partir de los 80, en la apertura comercial, atracción de inversiones para producir y aumentar las exportaciones, generar empleo y riqueza. Y que ahora, luego de sacar al 90% de la población de la pobreza, ha generado una clase media de casi 700 millones de personas y ahora va por su “etapa 2”, un modelo exportador de conocimiento (desarrollo tecnológico) y consumo en base al aumento de la riqueza y el ingreso.
Irlanda con varias similitudes (dificultades), con Uruguay, tomó la decisión de cambiar su modelo agrícola productivo exclusivo y sumar el conocimiento, y para eso realizó reformas de toda su estructura económica: reducción del Estado, rebajas impositivas, reforma educativa, mejora de la promoción comercial y atracción de inversiones. Todo bajo el paraguas de un gran Acuerdo Político. El resultado fue pasar de ser el país menos desarrollado de la vieja Comunidad Económica Europea en 1973 cuando ingresó, a ser el segundo más “rico “de la Unión Europea, luego de un fuera de concurso como Luxemburgo, en cuanto a ingreso por cápita. Y esto lo logró en 8 años. La clave del modelo: inversiones y mayor comercio exterior de bienes y servicios, apoyado en las reformas antes mencionadas.
Podemos también hacer referencia a Nueva Zelanda, otro caso, en muchos sentidos, más similar al proceso uruguayo productivo, pero con la salvedad, que este mismo proceso de producción agrícola exporta aproximadamente unos 40.000 millones de dólares anuales en bienes (recordemos los 11.500 millones de dólares de Uruguay).
Está claro, que la salida para transformar a Uruguay en un país desarrollado pasa por el crecimiento del comercio exterior como una de las principales variables de su Producto Bruto Interno. Lamentablemente muchas veces no es la variable que más “apoyo” recibe y se termina utilizando al gasto del Estado e inversiones (no siempre productivas), como las que traccionan el crecimiento del PBI.
CPM: Cómo Producir Más
Lo importante luego de este análisis es ¿qué hacemos? Y acá voy a citar a un “filósofo contemporáneo uruguayo”, que seguramente muchos conocen, que es Enrique Baliño y su frase referente en el ambiente empresarial: “no me traigan problemas, traigan soluciones”. Y acá está el factor clave del Uruguay, estamos hastiados de análisis económicos sobre la situación del Uruguay, sobramos consultores y faltan “solucionólogos”. Por eso lo primero que se debe hacer, es analizar el ecosistema del proceso de comercio exterior de Uruguay (problema) y su posible estrategia de expansión (soluciones).
Si hacemos referencia a los procesos de exportación desde su nacimiento a su destino final, y aquí tenemos un primer error conceptual y logístico. No tenemos un mecanismo de engranaje en el cual las distintas áreas trabajen en conjunto. Lo que todos conocemos como la “chacrita”. Cada área realiza actividades independientes del resto y con poca interacción entre todos. Los que producción no tienen claro cómo se promociona y los que promocionan no tienen claro cómo se produce.
Un análisis que tome en cuenta, nuestra realidad, y humildemente lo que otros países tuvieron como éxito en sus estrategias, se encuentra con un ecosistema en el que el Estado juega un papel importante, y que la solución es analizar y ejecutar estrategias en todas las áreas que el Estado pueda incidir para facilitar la producción y posterior comercialización internacional. Siempre pensando en un todo, y no en procesos independientes.
La estructura impositiva y los costos energéticos de producción son dos factores esenciales. Si por ejemplo hablamos en la producción agrícola, estos últimos son muy superiores a países competidores (como Nueva Zelanda o Australia), razón por la cual deberíamos reducirlos en el corto plazo de forma concreta. Nos estamos quedando sin recursos humanos en muchos sectores productivos. El responsable de estrategia educativa del país, también es el Estado. Se deben reformular perfiles académicos y generar mayores procesos de capacitación en los sectores productivos principales del país y no seguir destinando recursos en perfiles profesionales que en poco más de 10 años no existirán y no tendrán mercado laboral. Y que acumulan estudiantes por miles y frustraciones. Aquí el factor clave es la información; un monitor del mercado laboral y su relación con la oferta educativa. Recapacitar a los miles de desempleados.
La promoción del comercio exterior es un gran debe, no está profesionalizada como corresponde ni tiene la idoneidad necesaria para poder realmente investigar mercados, aprovechar huecos arancelarios, promocionar sectores nuevos (exportación de servicios educativos por ej. Australia genera más de 5.000 millones de dólares anuales por este concepto), identificar oportunidades de sustitución de importaciones innecesarias y con mayores costos que producción local, o amaizar como una oportunidad comercial actual el enfrentamiento político de nuestros competidores antes mencionados, con China. Y lo principal: vender o ayudar a vender. Para todo hay que generar una nueva estructura, RRHH, y funciones de una Oficina de Promoción Comercial que unifique criterios y no dispersa su capacidad de “fuego”, con otras oficinas que también hacen un trabajo similar superponiendo costos y tareas (Chile con ProChile e Irlanda son dos buenos ejemplos a tomar en cuenta).
Otro factor de promoción de exportaciones, es el acceso al crédito. Basta ver otras experiencias en países similares del punto de vista productivo, para darnos cuenta que hay sectores que necesitan más plazo y menor tasa, como por ejemplo la industria láctea. Deberíamos darles las mismas condiciones impositivas, energéticas y crediticias a sectores productivos exportadores como la ganadería y la lechería, entre otros. Que son dos grandes generadores de mano de obra frente a otros sectores históricamente beneficiados como el forestal y el comercio de grandes superficies.
Por otro lado, el sistema de producción de bienes y servicios es donde las empresas conocen y hacen su parte. Y el Estado debe ser un facilitador y no una carga. La interacción es clave para el desarrollo.
Luego tenemos dos factores logísticos importantes: uno que el Estado tiene fuerte incidencia, que es la logística local (aquí juegan costos de energía y combustible) y que necesitan ser revisados a la baja. Y por otro lado donde menos podemos tener incidencia, como es la logística internacional, la cual nos está generando fuertes inconvenientes en cuanto a los costos de transporte y poco podemos hacer al respecto.
Y por último, creo el cambio positivo más importante que se ha generado en la actualidad es “atacar” las dificultades de acceso a mercados, con la negociación de los TLCs promocionados con China y posteriormente con Turquía. Este es otro elemento que el Estado tiene fuerte incidencia y puede cambiar las cosas, como se está intentando en la actualidad y que reducirá la brecha arancelaria y de cuotas con nuestros competidores comerciales (los cuales en los últimos 20 años mejoraron fuertemente su acceso y costos en mercados exteriores por bajas arancelarias y aumentos de cuotas en TLCs y también en productos y/o servicios con valor agregado como el comercio digital).
Este final de análisis y aporte de estrategias para la mejora no puede quedar sin sumar al proceso de los TLC, algo que no estamos discutiendo en Uruguay, en el tono y énfasis que deberíamos, que es lo que llamo el CPM (Como Producir Mas). El mundo, no como en los noventa, demanda todo lo que producimos y si firmamos nuestro acuerdo con China, tendremos aumento inmediato de la demanda de algunos productos. Debemos generar un fondo para apoyar y aumentar la producción en 4-5 sectores estratégicos (ganadería, lácteos, software, turismo, etc).
Solo para que tengamos en cuenta, cuando Chile firmó su TLC con China, en 5 años los principales productos triplicaron sus ventas al gigante asiático. Uno paradigmático: las cerezas. Previo al acuerdo, Chile exportaba menos de 10 millones de dólares al año, en la zafra 2020-2021 exporto 1.800 millones de dólares (no hay error de tipeo son 1800). Nueva Zelanda exporta 10.000 millones de dólares de lácteos por año (3.000 millones van a China).
Por esta razón debemos prepararnos para que los 700 millones o los 2.500 millones de las exportaciones de lácteos y carne respectivamente, sean de 1.500 y 5.000 en un periodo muy corto. Esto extinguiría gran parte de los problemas económicos, laborales (reduciría el desempleo fuertemente), fiscales y otros de nuestro país. No debemos resignarnos a una vida de recortes y ajustes sino a un futuro de expansión…. Sumemos al TLC (Tratado de Libre Comercio), el CPM (Como Producir Más). Y para eso hay que invertir……
(*) Phd (c), Gonzalo Oleggini. Consultor en Comercio Internacional y Logística
Cuadro 1.
Cuadro2.
TE PUEDE INTERESAR