La coalición republicana, cuya marcha hacia los objetivos propuestos se ha visto alterada por la feroz pandemia, no ha dejado por eso de mantener el timón del gobierno de la nación con mano firme.
El nivel de aprobación del presidente Lacalle Pou por encima del 50%, habiendo pasado ya el período de gracia, revela la madurez del pueblo que sabe aceptar resignado lo que significa enfrentarse con la maldición apocalíptica que afecta al mundo.
Ya no son ritmos los que pausan el trabajo sereno de las sociedades en su diario vivir, sino espasmos que la crispan y afectan la armonía de sus relaciones, mientras la ciencia se esfuerza febrilmente en lograr el éxito en sus arcanas investigaciones, los hombres comunes esperan en silencio el milagro que les devuelva la normalidad de sus vidas.
Pero la vida sigue su curso, accidentado si se quiere, pues un país no puede admitir la inoperancia de su gobierno en ninguna circunstancia y, en tal sentido, debemos destacar el liderazgo asumido por Cabildo Abierto con las propuestas claras que puso a consideración antes que nadie.
Así ya fuere la inmediata defensa de las pymes, la eliminación del abuso de la usura, el ajuste de la ley forestal, la reactivación de la economía mediante la obra pública y la facilitación de la inversión, la construcción de la vivienda popular y la protección de las empresas nacionales para la necesaria creación de puestos de trabajo sustentables.
Para nada se trata de afectar la unidad de una coalición ganadora, que está más sólida que nunca, sino de marcar los perfiles de un partido político que prometió a sus votantes un programa para que se lleve a cabo, y realmente se cumpla. Como vemos, el general Manini, con sus tempranas iniciativas, marca el rumbo y lo siguen los otros partidos.
El Partido Colorado propuso una serie de medidas como prorrogar el seguro de paro, emitir un bono de deuda, acelerar la reforma jubilatoria y buscar la ampliación de los mercados. De igual manera, el Partido Independiente salió con urgencia a proponer un plan de ayuda para 300.000 trabajadores informales, desocupados y vulnerables, lo que insumiría un costo superior a los US$ 60 millones.
No estamos en contra de la ayuda, pero es un apoyo temporal, necesariamente pasajero, que conduce al camino de la dependencia y el paternalismo.
Siendo que solo la creación de empleo, genuino y sustentable, es la única solución y alternativa necesaria a procurar, reactivando la economía y la inversión que es lo que persigue Cabildo Abierto.
La seriedad y discreción con la que se ha encarado la gestión por las vacunas marcan un estilo de conducción, alejado de las estridencias del pasado al que parecen seguir aferrados muchos representantes de la oposición.
Se abre el segundo año de gobierno con la buena nueva de la llegada de las vacunas y el comienzo inmediato del plan de vacunación. La pronta disponibilidad de más de dos millones de dosis y el despliegue logístico que ya se está implementando permiten pronosticar que nuestro país estaría entre los primeros en lograr la inmunización de la población.
El rumbo está señalado.
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