En Torre Ejecutiva parece predominar el optimismo de cara a lo que se viene en este 2022. Con respaldo en algunos indicadores económicos y proyecciones políticas, el mensaje que se transmite, con prudencia, es que lo peor ya pasó.
El nivel de aprobación de la gestión del gobierno es alto, teniendo en cuenta que le tocó administrar las consecuencias de la peor crisis sanitaria y económica mundial de este siglo. Tuvo para eso, como ya hemos destacado antes, la sensatez de adoptar desde el inicio el camino de la “libertad responsable”, contemplando los distintos escenarios, marcados por la incertidumbre, sin caer en la imposición de soluciones extremas.
Gracias al éxito en la campaña de vacunación, hoy frente a la poderosa ola de contagios por la variante ómicron las autoridades confían en que no es necesario dar marcha atrás para adoptar medidas excepcionales. De esa manera, se lograría mantener la actividad del sector turístico que se levanta de su mayor golpe con señales positivas, por el turismo interno y también extranjero.
Por otra parte, hay un balance auspicioso respecto a los números que arroja la economía. Crecimiento sostenido del producto superando niveles prepandemia, aumento de las exportaciones, recuperación del empleo y descenso del déficit fiscal. Para el equipo económico esto se verá reflejado próximamente en el aumento del salario real y en una caída en los niveles de pobreza.
También se celebró que la ministra Azucena Arbeleche fuera reconocida como Ministra de Finanzas del Año en las Américas por la revista británica The Banker, que anteriormente recibió Danilo Astori. El premio en este caso está asociado principalmente al impulso que se está dando a los bonos sostenibles –se anunció el trabajo en el diseño de un bono soberano vinculado a la temática ambiental- y al compromiso con los objetivos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
En el plano internacional, hay una apuesta muy fuerte a lograr concretar el tratado de libre comercio con China, en base al estudio de factibilidad que estaría pronto antes del primer trimestre de este año, según estimaciones de Uruguay XXI.
Desde el punto de vista político, el principal desafío claro está es lograr una victoria en el referéndum sobre la ley de urgente consideración el domingo 27 de marzo. Los sondeos muestran una ventaja considerable para que la ley se mantenga, a pesar de un alto número de indecisos.
La oposición primero cometió el error de centrar su estrategia en la demonización de la gestión de la pandemia. Luego, fueron varias organizaciones sociales y el PIT-CNT que impulsaron un cambio de objetivo poniendo el foco en la LUC, logrando una mayor movilización de la izquierda. El resultado por ahora solamente ha sido un reacomodamiento de las fuerzas en la interna del Frente Amplio, con un predominio del PCU y del MPP. Pero la falta de propuestas sigue mostrando que hay una desorientación generalizada en la dirigencia opositora.
Por el contrario, si se hace un rápido repaso de cada uno de esos hitos que hoy permiten al gobierno mirar el futuro con buenos ojos, se puede constatar que la participación de los partidos socios de la coalición ha sido muy importante. Tanto en el área de la salud como de la economía. En definitiva, que en las grandes líneas de acción esa coalición se mostró sólida.
Se logró mantener el barco con buen rumbo durante la tormenta. No obstante, queda mucho recorrido de la ruta trazada por la coalición. Posiblemente empieza ahora una nueva etapa y el gobierno deberá tener la inteligencia de atender a las nuevas señales. Si no lo hace, de poco le servirá especular con “patas” izquierdas y derechas de la coalición.
El otro lado de la moneda
En primer lugar, la pandemia alteró los planes del nuevo gobierno y significó un daño inesperado. Es un hecho. Pero también es cierto que esta situación de incertidumbre y vulnerabilidad de la población le otorgó un voto de confianza extra a los gobernantes en la toma de decisiones. Y también que durante la limitación de aglomeraciones se disminuyó la protesta callejera.
El pasado mes de diciembre mostró un creciente nivel de conflictividad laboral, con paros en Ancap y el puerto de Montevideo, dos ámbitos de suma importancia para el país. El sindicato de Antel empieza a mostrar las garras contra la decisión de la portabilidad numérica, pero la batalla podría darla en la discusión de la nueva ley de medios.
Los partidos socios de la coalición o algunos sectores han mostrado en distintos momentos matices o incluso diferencias sobre el tratamiento de temas como la libre importación de combustibles, la negociación por la terminal portuaria especializada, la concesión de aeropuertos o de mayores licencias para grupos mediáticos. También en el marco de la movilización de los colonos, habiéndose logrado una solución más sensata a la estipulada inicialmente en la rendición de cuentas.
La gestión de la salud no pasará solo por el combate a la pandemia. La situación financiera de Casa de Galicia muestra lo urgente de atender el sistema mutual, cuyo sostén fue clave en la lucha contra el covid-19. En el horizonte parece como impostergable una nueva reforma de la salud, que corrija los serios desbalances que existen. Además, preocupan denuncias como la de la directora renunciante del Hospital de Ojos sobre la falta de apoyo de ASSE para la atención de los pacientes, un problema que se arrastra desde hace varios años, sin cambios.
En otro orden, si bien se reconocen logros en la política macroeconómica, distintos especialistas advierten sobre la necesidad de apuntar a la microeconomía, a través de los incentivos al trabajo y a la inversión de capitales nacionales. Desde el equipo económico de Cabildo Abierto se planteó hace exactamente un año un mayor apoyo a las pymes y el gobierno lo trasladó después en medidas concretas. Ahora, los planteos de este partido apuntan a revisar el sistema tributario, que sigue cargando excesivamente al trabajador, al profesionalmente independiente y estableciendo un régimen que consideran que discrimina al pequeño y mediano inversor nacional.
Nadie duda que el medio ambiente es hoy una preocupación principal en el mundo y en Uruguay también. La apuesta a la producción sustentable de alimentos es un paso importante, que abre mercados y nichos de calidad, permitiendo agregar valor a través de la ciencia. Lograr un equilibrio entre la atención otorgada a metas ambientales globales y la otorgada a las nacionales, parece todavía una tarea pendiente.
Finalmente, las decisiones que se tomen en materia de política exterior podrían tener un importante impacto o quedar apenas en letra muerta. Expertos consideran que la reducción de aranceles es positiva, pero lo es tanto generar mejores condiciones de competencia a través de infraestructura, para el transporte y la energía. Respecto de Mercosur, al ser una política de Estado continuada desde 1991, el diálogo con todos los partidos políticos y sectores principales de la economía es fundamental.
En resumidas cuentas, no todo lo que brilla es oro. Ante los signos de recuperación el gobierno tiene dos caminos, encandilarse como sucedió en administraciones pasadas o asumirse en un verdadero rol transformador que el país necesita.
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