“Al final de la vida me dirán ¿has vivido, has amado? Y yo sin decir nada abriré mi corazón lleno de nombres”.
Don Pedro Casaldáliga, poeta y obispo catalán-brasileño
Esta es la experiencia del padre Inmediato… desde aquel lejano enero de 1955 cuando llegó en tren, con su valija, para ser el vicario parroquial de Minas y los cuentos de la bienvenida que le dio el párroco de entonces, que no había pedido ningún vicario, hasta que en el año 2008 fue llevado al Hogar Sacerdotal hasta la madrugada del pasado lunes 30 de mayo…
Si habrá nombres, anécdotas, sacramentos en su corazón de pastor, pastor a mano llenas en toda la ciudad y toda la campaña de Minas, ¿dónde no estuvo? ¿a quién no visitó? Era el sacerdote de la visita. En todos los momentos de la vida, donde había alegría y júbilo estaba el padre Inmediato y donde había tristeza y dolor estaba el padre Inmediato. Siempre.
¿Dónde no intentó cumplir su lema de ordenación sacerdotal? “Hazme Señor un instrumento de tu paz”… Fue un franciscano a su estilo, pero haciendo de Minas su Ars como el Santo Cura de Ars. Toda la ciudad era su parroquia, por encima de límite y de jurisdicciones, donde de anunciar a Jesús allí estaba.
Nacido en Santa Rosa, Canelones, vivía en el campo mismo cerca del pueblo, con sus padres y su hermana Irene. En unas misiones populares escuchó que el Señor lo llamaba para seguirlo de cerca, siendo su sacerdote, y allí comenzó la formación en el Seminario y ordenado el 10 de octubre de 1954 y a los pocos meses fue destinado a esta Parroquia de la Inmaculada Concepción, que sería en 1960 creada Catedral de Minas.
Pastor siempre, seguramente no doctor, ni teólogo, ni liturgista, pero sí pastor a carta cabal. Para muchos la imagen nítida y visible del pastor invisible que es Jesús, el Buen Pastor, que escuchamos en el Evangelio de San Juan.
Sencillo, cercano, alegre, presente siempre, accesible, yendo de un lado para otro, bajando de Las Delicias, de su Parroquia Santa Teresita, a partir de 1974, en su inconfundible “Fusca”. Era la imagen de Minas para todos, sabían que allí iba el padre Inmediato, para lo que fuera necesario, siempre dispuesto.
Con la clara conciencia del llamado, de la vocación al servicio de Dios y de los hermanos, como escuchamos en la Misa Exequial en la Carta a los Hebreos.
Cuánto tiempo dedicó a las Scout, con quienes realizó el largo viaje por Europa que tanto recordaba con gratitud y emoción. Tantos jóvenes en quien grabó para siempre la impronta de ser buenos ciudadanos, buenos cristianos.
Fue un visionario en las audiciones radiales. ¿Quién no escuchó alguna vez “Dios le habla a la gente del campo y la ciudad”?
Cuánto trabajo en los dos Colegios Católicos de Minas, primero en el Colegio Liceo Nuestra Señora del Huerto y luego en el Colegio Liceo San José. Tantos recuerdos con la paciencia que la fe le permitía tener para el encargo recibido.
Cercano a todas las realidades que se vivían en la ciudad y en el país, siempre buscando la paz, aún en medio de situaciones difíciles y complicadas, y aunque no todos entendieran su postura a favor de todos y siendo puente para la paz.
El 21 de agosto en 2013, el gobierno de Lavalleja le declaró Ciudadano Ilustre del Departamento.
Cuánto para agradecer al Señor, que permitió tantas subidas al Cerro Verdún, acompañando a los peregrinos y celebrando la Misa en la cima, contra viento y marea, consolando y animando en el camino de la fe de tantos peregrinos de tantos lugares del país.
Y qué lindo cuando experimentó el gustito de poder descansar los meses de enero en la Parroquia de la Candelaria de Punta del Este, otra forma de servir a tantos que los buscaban para poder confesar y poder acercarse a Dios nuevamente.
Gracias padre Inmediato, tan querido y tan querible, rezamos para que puedas contemplar para siempre el rostro glorioso del Señor Resucitado.
Pbro. Dr. Pablo Graña Eluen
Párroco de la Catedral de Minas
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