Sr. Director:
Habiendo leído la columna del Sr. Tomás Lynn en el diario El País del sábado 16 del corriente no puedo sino estar de acuerdo con él: los uruguayos estamos cansados –por no decir hartos- de leer, escuchar, ver, todo tipo de informaciones sobre la covid-19, informaciones muchas veces contradictorias, informaciones poco creíbles de una OMS desacreditada, cepas nuevas, cepas mutantes y un largo etcétera.
Pero también hay otras cosillas a mi juicio: y no menor es la defectuosa comunicación del gobierno. Se pide que se aprieten las perillas y, por otro lado, se autoriza a extender hasta las 2 de la madrugada el funcionamiento de restaurantes y boliches. Se rechazan las ideas de Cabildo Abierto para frenar la circulación del virus pero se dialoga con autoridades del Frente Amplio sobre el tema (cuidado, no sea cosa que Cabildo Abierto se lleve las palmas). Se ha erigido una barrera silenciosa, por no decir secretísima, con respecto a las negociaciones por las vacunas con justificaciones insuficientes al decir de Andrés Danza en el último número del semanario Búsqueda, pero, por otro lado, diversas publicaciones (El País, La República, El Observador) dan noticias, por supuesto no confirmadas, sobre tales o cuales vacunas que se adquirirían y están por “aterrizar” y hasta he leído por algún lado que no recuerdo ahora que el canciller Bustillo estaría gestionando la vacuna Sputnik, vulgo, la vacuna rusa. ¿Cómo se entiende todo esto?
Lo único cierto es que genera inquietud e impaciencia y, por qué no decirlo, suspicacias y descreimientos a nivel de la gente común, de Juan Pueblo y Doña María como se le ha llamado, esa que según las encuestas en todo el mundo, confían cada vez menos en el estamento político. A veces algunos pensamos por qué no se esperó a las vacunas del fondo Covax, que en principio estaban próximas a venir en el mes de abril- para el que no falta demasiado- en vez de tanto aquelarre noticioso extraoficial, porque oficial al momento de escribir estas líneas, nada. Sí, ya sé, los casos se han disparado. ¿Y acaso no era de prever que con tantas demostraciones y manifestaciones toleradas ello ocurriría? Vamos… los uruguayos ya cumplimos la mayoría de edad como país. A tal extremo se ha llegado que conozco a dos o tres personas que han pensado ir a vacunarse al exterior llegado el caso. Así como suena.
Mala comunicación pues, secretismo exagerado a mi humilde entender y mucho cuidado, eso en democracia se termina pagando. Basta ver lo que ocurrió allende el Plata no hace mucho tiempo por no decir las cosas claramente.
Atentamente:
Dr. César Eduardo Fontana
C.I. 1.060.462-0
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