1 de febrero DE 1926
“Pasado mañana el Plus Ultra proseguirá su raid, cumpliendo la etapa Pernambuco-Río de Janeiro” titulaba La Mañana.
Se están cumpliendo 95 años en el que un hidroavión de la aeronáutica militar española denominado Plus Ultra, inició la travesía a través del océano Atlántico por aire. Partieron de Palos de Moguer en homenaje a aquellas tres carabelas conducidas por Colón, que, sin darse cuenta, se toparon con un mundo nuevo.
En realidad, los primeros en realizar esa proeza por aire, fueron dos audaces marinos militares portugueses, Gago Coutinho y Sacadura Cabral que, si bien lograron atravesar el océano y llegar a Sudamérica, lo hicieron en 79 días, en accidentadas y adversas etapas, superando enormes peripecias que los obligó a cambiar, cuatro veces de aparato. Llegaron a Río de Janeiro en junio de 1922 y pudieron cumplir con su objetivo de participar en los festejos del primer centenario de la independencia de Brasil.
La llegada a Montevideo en los primeros días de febrero, de la tripulación de la nave conducida por el comandante Ramón Franco, el capitán Ruiz de Alda, el teniente Duran, el mecánico Pablo Rada y un fotógrafo, fue objeto de los más encendidos homenajes y reconocimientos. Provocó una algarabía de gente donde los audaces aviadores fueron recibidos bajo el tañido de las campanas de todas las iglesias de la Ciudad Vieja, como días antes había ocurrido en las anteriores escalas de su vuelo en Recife y Río de Janeiro.
Uno de los homenajes tuvo lugar en un Club Español, repleto de asistentes, donde uno de los invitados, el famoso payador Juan Pedro López, conocido en ambas márgenes del Plata como el “Cantor de la Tradición y la Raza”, les dedicó coplas que tenían una reiterada alusión a la fraternidad entre España y Uruguay, las cuales lograron emocionar a los valerosos pilotos.
Al año siguiente el payador recibió una viola fabricada en Sevilla de parte de la tripulación. El valioso regalo venía acompañado de una carta del comandante Ramón Franco, que decía “que esa guitarra era para que le cantara a la gloria de la raza y del trabajo…”
El apoteótico recibimiento, tanto en Montevideo como en Buenos Aires, de que fueron objeto los tripulantes del Plus Ultra, que generó un elocuente fervor popular, se debió no solo a la hazaña en sí misma, sino porque sus protagonistas provenían de España. “Es la madre que va a visitar a los hijos/ que viven en otro lugar…” Les cantó Gardel.
Esto nos habla a las claras de la erosión que ha sufrido nuestro apego a la identidad. Hoy a través de algunos medios, de planes de estudio, de “enjundiosos” intelectuales, solo se le inculca a las nuevas generaciones un desprecio por nuestro origen ibérico. Se perdió aquel respeto, que se impartía desde la escuela, por nuestro acervo cultural dado que el logos de nuestra cultura se transmite en castellano. Es como acosar a un niño con la mala imagen de sus padres, -que su madre es esto que su padre es aquello- logrando de esta manera un resentimiento contra sus progenitores y derribando los posibles valores que pudieron transmitir…
Rodó y Ruben Darío,para nombrar tan sólo a dos de los grandes escritores del siglo XX,
uno en el sur y otro en el norte de Hispanoamerica, se definieron como
modernistas, pero sólo sus detractores
pretendieron reducirlos a la
categoría de “estilistas” para ocultar la profundidad de
su pensamiento.
“En esta época postmoderna en que la
vulgaridad y la fealdad imponen su tiranía estética, comenta Jose Luis Panero,
por la que lo bello y lo verdadero son objeto de mofa y desprecio, es más
necesario que nunca volver al autor de Cantos de Vida y Esperanza…” y del Ariel
agregamos nosotros.
Ambos no se cansaron en su monumental obra literaria, en destacar
la herencia que dejó España en América.
“Inclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda…” glosará el poeta nicaragüense. Y a través de su obra escrita y de su amplia recepción, Rodó llegó a transformarse en un profeta o un “maestro de juventudes” como se lo calificó. Y fue en España, “la Madre Patria” donde el arielismo caló más hondo. En su pueblo sí, pero sobre todo en sus élites pensantes que lo consideraron ¡uno más de la llamada generación del 98!
Un tango para el Plus Ultra
Entre los testimonios del aquel vuelo, se cuenta el tango; «La gloria del águila», escrito por dos españoles y grabado en Barcelona el 14 de enero de 1928, por Carlos Gardel en homenaje al Plus Ultra:
El rey del aire, tendió sus alas
Y fue radiando como el sol que al mundo baña,
Con la proeza de cuatro hispanos
Que son un timbre más de gloria para España.
Salió el “Plus Ultra” con raudo vuelo
Mirando al cielo, rumbo a la ciudad del Plata,
El orbe entero se ha estremecido
El entusiasmo en todas partes se desata.
Desde Palos, el águila vuela
Y a Colón, con su gran carabela,
Nos recuerda con tal emoción
La hazaña que agita todo el corazón.
Franco y Durán, Ruiz de Alda, los geniales,
Los tres con Rada, son inmortales,
Los españoles van con razón cantando
Al ver al galardón de su nación.
Y cantarán con todas las naciones
Entrelazando los corazones,
Y en tal clamor surge un tango argentino
Que dice a España, Madre Patria de mi amor.
Cruzó Las Palmas y Porto Praia,
Glorioso llega en Fernando de Noronha,
Prosigue el vuelo y en Pernambuco
Ya con su raid al mundo da impresión más honda.
En Río de Janeiro, Montevideo
Suenan campanas pregonando la victoria,
Y en Buenos Aires, la hija querida
Al fin se cubren ahí los valientes, ya de gloria.
Dos países en un noble lazo
Con el alma se dan un abrazo,
Es la madre que va a visitar los hijos
Que viven en otro hogar.
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