Llama bastante la atención la dificultad que existe entre los analistas políticos de nuestro país y no solo a los que son notoriamente afines a la izquierda para comprender la realidad de Cabildo Abierto. Y digo dificultad, porque si se tratara de mala fe (que no es de descartar nunca) ni vale la pena perder el tiempo.
Y esto ocurre incluso con analistas de probada solvencia a través de años y de nula mala fe, por lo menos para quien esto escribe. Tal es el caso de la nota publicada en el diario El País el sábado 26 bajo la reconocida firma de Danilo Arbilla, el que se refiere, metafóricamente por cierto, a un nuevo Pacto de Varsovia, esta vez, entre Cabildo Abierto y el Frente Amplio. Dejando de lado la circunstancia que quizás hubiese sido mejor referirse al pacto Ribbentrop- Mólotov de 1939, sorprende sobremanera que aún no se entienda la realidad de Cabildo Abierto.
Si el partido liderado por el Senador Guido Manini Ríos hubiese querido ser una fotocopia del Partido Colorado o del Partido Nacional le hubiera bastado con incorporarse a alguno de ellos como sub lema, no es tan difícil y hay algún ejemplo reciente. Es más, quizás las cosas le hubiesen resultado más fáciles que partir de cero. Pero no fue así por una razón muy simple, Cabildo Abierto es un partido diferente. Y como partido diferente tiene su propia visión del Uruguay, que podrá gustar o no, pero esa es otra cuestión. Y al integrar una Coalición, sin perjuicio de llevar adelante una política común en lo que fuera acordado, tiene todo el derecho del mundo a expresar sus convicciones.
En la oportunidad a la que refiere el Sr. Arbilla Cabildo Abierto votó en sintonía con el Frente Amplio (FA). Es así, sin dudas, pero ¿alguien puede plantearse seriamente que surgirá un pacto- o pactito- entre ambas agrupaciones políticas? Obviamente, NO. Por la sencilla razón de que si el FA fue desplazado del gobierno ello fue posible gracias a los 270 mil votos aportados por la nueva fuerza política.
No creo que sea complicado entenderlo. Basta ver las cosas de una manera menos ideologizada ya que fuera del “neo liberalismo” también hay vida y esperanza.
Atentamente:
Dr. César Eduardo Fontana
C.I. 1.060.462-0
TE PUEDE INTERESAR